E. Uriarte.- Hoy es imprescindible leer a Ramón Pérez-Maura en ABC (reproduzco más abajo su artículo) Por el dato que aporta, y, sobre todo, por las dos reflexiones en torno a ese dato.

El dato, que desconocíamos muchos, me cuento entre los ignorantes, que Ruth Beitia, la campeona olímpica de salto de altura es diputada del PP en el Parlamento de Cantabria. Como bien se pregunta Ramón Pérez -Maura, ¿cómo es posible que este dato no fuera destacado en las retransmisiones deportivas o en los artículos posteriores sobre la medalla de oro de Ruth Beitia?

¿Quizá porque es diputada del PP? ¿Habría pasado lo mismo si Beitia fuera diputada de Podemos? Es la primera cuestión del análisis de Ramón Pérez-Maura, y coincido plenamente con su duda. Me parece que si Beitia fuera podemita, o del partido de Revilla, por ejemplo, no pararían de contarnos el dato.

Y la segunda cuestión aún más interesante de este artículo, ¿por qué se oculta que una admirada campeona es, además, política? Como bien señala Pérez-Maura, “y después se preguntan el por qué del desprestigio de la clase política. Aquí tienen otra razón: porque cuando un servidor público se convierte en una estrella olímpica, se ningunea el dato de que es político. A los políticos sólo hay que identificarlos con cosas y hechos negativos”.

Y aún aporta otro dato Ramón Pérez-Maura: el abanderado Jesús Ángel García Bragado, único deportista español que ha participado en siete olimpiadas, es concejal del PP en San Adrián del Besós. Tampoco nos habíamos enterado muchos españoles, entre ellos, bastantes de los que tienen una nefasta imagen de la política.