Mar sin plástico
Según los últimos datos es una evidencia que los océanos se están convirtiendo en un enorme vertedero de plástico en aumento. Ocho millones de toneladas se vierten anualmente a los mares. Es una cantidad inmensa con la que se podría cubrir la isla de Manhattan 34 veces. Uno de los grandes problemas es que con esta basura de plástico y de otros residuos los peces están consumiendo minúsculos fragmentos de plástico que causan daños en las especies marinas y ser nocivos también en la salud de los humanos.
A esto se añade que la tasa de destrucción completa de los plásticos oscila entre 6 meses y 600 años, lo que ya da una idea muy clara del gran problema que representan.
Los gobiernos deben poner en marcha medidas para cambiar este estado de cosas, ya que sigue aumentando mucho la producción mundial de plástico y lo más grave es que no se recicla o reutiliza suficientemente. De hecho, se vierte, en parte, al mar. Según los expertos más de 170 especies marinas en distintas zonas del planeta ingieren plásticos, lo que es preocupante.Ya existe una Directiva europea sobre las bolsas de plástico y debería cumplirse de forma estricta.
Los posibles efectos tóxicos de los microplásticos ingeridos por peces y mariscos no son algo a despreciar. Es cierto también que en España las autoridades sanitarias realizan controles de lo que se pesca y vende para el consumo. Con lo que se puede suponer que, de momento, no existen riesgos para los consumidores de pescado.
Pero, a medio y largo plazo, parece que no podemos saber si se producen consecuencias negativas en los organismos humanos. Aunque ya existen investigaciones que ponen de manifiesto que la ingesta de plástico produce daños en algunos órganos de los peces. Si esto se extrapola a las personas las conclusiones indican el camino a seguir.
Existen auténticas islas de basura, dos en el Pacífico, dos en el Atlántico y una en el Índico, lo que es una muestra más de la magnitud del impacto en los océanos de la basura. Un 70% de los residuos van al fondo marino y el 30% restante permanece en la superficie o en la columna de agua.
Con una población mundial de unos 7.500 millones de habitantes parece casi imposible, que un cambio de actitud de la población sea suficiente para detener este deterioro del medio ambiente y, sobre todo, de la extraordinaria y grandiosa lámina de agua que cubre dos tercios de la superficie de nuestro globo.
Parece que la falta de control de la producción industrial en todo el mundo y de la contaminación y los residuos está llevando a nuestro planeta a una situación que podría ser de no retorno. Esperemos que los estados actúen para evitarlo.
Este tipo de cosas forman parte del precio que debemos pagar por “el progreso”. Recuerdo que hasta principios de los 80 en España el 90% de los envases eran retornables. Lo que suponía un auténtico coñazo el acumular las botellas de cristal en casa y llevarlas al súper cuando ibas a hacer la compra. Mirábamos con envidia a los países que entonces creíamos más avanzados socialmente ya que como era de esperar nos llevaban ventaja en este tema y hacia ya varios años que habían aparcado el cristal y todo era desechable. Pues bueno, finalmente llegó aquí también “el progreso”… Leer más »
Estimado crápula, no es un problema de demografía es un problema de mala ciencia. O acaso el señor que inventó esas botellas de plastico indestructibles no sabía de sus riesgos?La adoración por la ciencia nos hace ser conejillos de indias del mito del progreso(technopathogenology)
Poca ciencia y sólo para los avariciosos. El pueblo ignorante es más fácil engañado. “Que sea lo que Dios quiera” y ya está.