El oscuro pozo de la droga (7)
Una de las drogas más usadas tradicionalmente para combatir la fatiga y el desánimo son los estimulantes. Estas provocan una mayor resistencia física transitoria gracias a la activación directa del sistema nervioso central.
Estimulantes vegetales como el café, el té, la hierba mate, la cola, el betel o la coca, son plantas que crecen en muchas partes del mundo y son consumidas varias veces al día en muchos países. Aunque son considerados como inocuos, conviene moderar su consumo ya que se trata de sustancias tóxicas susceptibles de producir efectos secundarios nocivos.
La coca por ejemplo, es un arbusto indígena americano que pertenece a ese grupo de drogas estimulantes. Su consumo es ancestral en ciertas partes de Iberoamérica, donde es una práctica habitual masticar sus hojas. Sus efectos sobre el sistema nervioso central es menor que los de la cocaína; es consumida masticándola con algún polvo alcalino como cenizas o cal. También es fumada tanto sola como mezclada con tabaco y marihuana. Está comprobado que provoca síndrome de abstinencia, depresión, fatiga, toxicidad y alucinaciones.
En el grupo de estimulantes químicos tenemos la cocaína (clorhidrato de cocaína). Es un poderoso estimulante de corta duración que actúa sobre el sistema nervioso central. La de mayor consumo es un polvo blanco y cristalino que se extrae de las hojas de coca, y que es mezclada para su venta con otras sustancias como talco, harina, laxantes, azúcar, y otros estimulantes, que se le añaden para obtener mayor rentabilidad.
Los síntomas por consumo de cocaína son: tendencias suicidas; cambios drásticos en el estado de ánimo; abortos o malformaciones congénitas en los hijos de madres consumidoras; pérdida de peso como resultado de la pérdida del apetito; dolores de cabeza crónicos; enfermedades respiratorias; deficiencia de vitaminas; adicción; y por último la muerte.
Las señales que presentan en las personas el consumo de cocaína son las siguientes: pupilas dilatadas; boca y nariz secas; mal aliento; humedad de los labios con frecuencia; actividad excesiva con dificultad para quedarse quieto; hablar mucho pero sin continuidad en las conversaciones; nariz supurante, catarro o sinusitis crónica/problemas nasales; disminución repentina de calificaciones académicas y productividad laboral; facilidad para crear problemas o susceptibilidad a accidentarse; y posesión de cucharillas, pequeños espejos o cuchillas de afeitar. La cocaína es una de las drogas más adictivas, ya que su efecto, aunque fuerte, es de corta duración.
Otra forma de usar la cocaína es en forma de la conocida como pasta base. La pasta base de cocaína (llamada también paco, bicha, perica, bazuco, base o carro) es una droga similar al crack, y elaborada con residuos de cocaína y procesada con ácido sulfúrico y queroseno. En ocasiones suele mezclarse con cloroformo, éter o carbonato potásico, entre otras sustancias.
La cocaína se puede usar con otras drogas para producir una variedad de efectos. A una euforia de cocaína le sigue a menudo un desplome que dura de 30 a 60 minutos o más. Durante el desplome, el consumidor se siente cansado, ansioso e irritado. Generalmente, mientras mayor sea la euforia peor serán las consecuencias del desplome. El síndrome de retirada, después del uso prolongado y extensivo de la droga, puede causar irritación, nauseas, agitación, desordenes en el dormir, depresión aguda, dolores musculares y un intenso deseo por la droga. Algunas veces, la cocaína es usada con otras drogas como tranquilizantes, anfetaminas, marihuana o heroína. Tales combinaciones incrementan en gran medida el peligro, además de la probabilidad de desarrollar un hábito a varias drogas, el adicto puede crear una combinación cuyo resultado final puede ser fatal.
La expresión “droga endemoniada” se acuñó originalmente hace muchos años para describir los efectos secundarios negativos del consumo constante de cocaína. Según aumenta la tolerancia a la droga, se vuelve necesario tomar cantidades cada vez más grandes para lograr la misma intensidad. El adicto puede sufrir una depresión tan severa, que hará casi cualquier cosa para obtener la droga; incluso asesinar.
Más del 50?% de los españoles entre 14 y 18 años ha tomado alguna droga ilegal según los últimos estudios. Una de las más extendidas, tras el cannabis, es la cocaína. Este polvo blanco se vende, mezclado con lactosa, maicena y otras sustancias, en bolsitas o papelinas. El 7% de jóvenes españoles la han probado, y un 3% la consumen regular u ocasionalmente. Desde 2005, es la droga que genera más demandas de tratamiento: el 44 % del total.
El abuso de cocaína a largo plazo genera trastornos como la epilepsia e incluso la muerte masiva de neuronas. Un equipo de investigadores del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) en Argentina, pudo probar que basta un día de abuso de esta droga para que se alteren los ritmos de sueño y vigilia, y se produzcan modificaciones neuronales.
Apreciado Sr. Román,
No puedo más que felicitarle por estos 7 magníficos artículos sobre la droga. Después de leerlos, no me queda más remedio que volver a aplicarme una frase, que si bien las primeras veces me dolía, cada vez me gusta más flagelarme con ella, porque implica que he aprendido algo. Por supuesto la frase no es mia, pero tampoco sabría decirle quien es su autor.
Yo pensaba que sabía mucho…, hasta que aprendí un poco
Buenas noches y gracias de nuevo
“Hola, soy la cocaína”, por Juan Luis Saldaña: Hola, soy la cocaína y no existo. No está bien visto hablar de mí y ustedes deben tomar ejemplo. No se habla de mí como no se habla del poder supremo, de la muerte o del mal. Mando. Corto cabezas, muevo hilos y dinero, imparto mi justicia, elijo, selecciono y formo mi propio club. Tengo sirvientes en sitios insospechados y vasallos que bailan al ritmo que yo les marco. Domino. Quien tiene el dominio tiene el poder. Sutilmente, me hago agradable y trato, poco a poco, de hacer que se me perciba… Leer más »
Amigo Todd, Ha hecho usted una bonita personificación de la cocaína. Pero es que además es muy polivalente. Se puede cambiar la “persona”, y también cuadra perfectamente. Por ejemplo: si cambiamos cocaína por tabaco, también vale. Si la cambiamos por alcohol, lo mismo, y además adquiere mucha más potencia porque afecta a mucha más gente que la cocaína, y sus efectos nocivos son sobradamente superiores a los de la cocaína, por no hablar de sus desmesurados costes sociales y sanitarios. Si obviaré, para no parecer morboso, la escandalosa cantidad de muertes que se cobra, que relegan al polvo blanco a… Leer más »
Para todo aquel que le interese conocer cual fue el embrión del SINDICATO GLOBAL DEL CRIMEN, aquí voy a explicarlo: En el siglo 19 el judío (como no) David Jassoon de Bombay, envió a sus agentes, todos ellos judíos y después a sus hijos, desde la India, lugar de producción del opio, hasta China, para comenzar el comercio de tan destructivo producto. Hasta tal punto llegó su riqueza que se les acabó conociendo a los Jassoon´s como los Rothschild´s de Oriente. Incluso la Enciclopedia judía admite que ellos tenían el monopolio del comercio del opio con China y Japón http://jewishencyclopedia.com/articles/13218-sassoon… Leer más »