La ciudad de Valencia comida por la mierda (y 2)
Escribir en España es llorar. Con esta pesimista frase nos lamentamos de que todo vaya tan mal entre nosotros que un escritor solo puede escribir quejas y lamentos, sin que haya lugar para cantar alegrías. En realidad, la frase de Mariano José de Larra es: “Escribir en Madrid es llorar, es buscar voz sin encontrarla, como en una pesadilla abrumadora y violenta” (Horas de invierno).
Pues bien, aplicando la célebre frase en este caso a Valencia, tengo que decir que escribir en esta bella ciudad en estos momentos de incertidumbre, caos y suciedad, no es cuestión de llorar; somos muchos los que no tenemos de que lamentarnos ni tampoco somos responsables de la situación actual, puesto que no hemos contribuido en lo más mínimo a la farsa de la democracia y al pasteleo que ha llevado a los anteriores gestores al saqueo sistemático de lo público, ni a la frívola y siniestra conducta de los actuales mandamales, colocados al mando de la nave mediante un pacto entre partidos perdedores con la cobertura legal del sistema que están llevando al Antiguo Reino de Valencia al borde del precipicio.
Si el comunismo, el socialismo, y los comprometidos con el secesionismo catalán, están hoy gobernando en Valencia, no es por casualidad, es porque los demócratas del Partido Popular, que ganaron las últimas elecciones locales y autonómicas por mayoría simple, sabedores de que esto podía suceder y que un día tuvieron todo el poder en sus manos respaldados por la mayoría del pueblo, nunca hicieron nada para cambiar las cosas.
Ahora se lamentan, pero ya es tarde, así son las reglas del juego. Si admites las reglas de la democracia (pactos) lo haces con todas sus consecuencias. Las consecuencias están a la vista: la ciudad convertida en una zahúrda; caos circulatorio; ruina del comercio tradicional; reapertura por cojones de la televisión autonómica para meterse en el mismísimo corazón de los hogares, con una Comunidad en quiebra; adoctrinar a la gente con políticas marxistas, anticristianas y antiespañolas; envilecer aún más a la juventud dejándolos sin principios ni valores morales; y eternizarse en el poder hasta conseguir el objetivo de “independencia del paisos catalans”, nombrando decenas de asesores muy bien remunerados, y haciendo funcionarios fijos a 5.000 interinos, imitando, al pie de la letra, lo que ha venido sucediendo en Cataluña con CIU, con los socialistas en Andalucía, o con el PP en sus graneros correspondientes.
La ciudad de Valencia, está siendo democráticamente comida por la mierda, y como creo que una imagen vale más que mil palabras, vean ustedes como amanecía la emblemática playa de la Malvarrosa durante el pasado fin de semana. Fíjense en las fotografías y podrán comprobar, no solo los desperdicios en forma de papeles, envases, cartones, plásticos, etc., que como dije en el artículo anterior nadie barre ni recoge, sino también las botellas de vidrio rotas a lo largo del largo paseo y sobre la arena, donde cientos de niños corren descalzos ajenos al peligro.
A los que con su voto han legitimado y hecho posible que estos personajes estén hoy al frente de la tercera ciudad de España, y en otros lugares de nuestra geografía, yo les recordaría aquello de Sócrates: -“El que pudiendo impedir un asesinato no lo impide, lo promueve”.
El Estado ha descubierto una nueva forma de subyugar psicológicamente a la población. Consistiría en la degradación deliberada el medio ambiente de los ciudadanos para así rebajar su autoestima y quebrantar toda rebelión basada en principios sólidos. De otro modo, “eres mierda y te rodea la mierda, no tienes nada en lo que apoyarte para salir en defensa de lo correcto o lo limpio”. Ese es el mensaje subliminal de nuestras “autoridades”. La ingeniería social de la siniestra no es sólo imbuir en los sujetos una batería de consignas ideológicas sino también inducir un estado de depresión generalizada. El graffiti,… Leer más »
Buen análisis, muy interesante Daniel. El hacernos “compartir” nuestras calles y vidas con toda chusma tercermundista sigue ese plan perverso igualmente. Afear nuestro entorno y desmoralizarnos.
Esta teoría la reflejaba estupendamente también el sr Román en otro excelente artículo: “La España de las ventanas rotas” https://www.alertadigital.com/2016/07/20/la-espana-de-las-ventanas-rotas/
Cursa sobre un estudio sociológico que se llevó a cabo en los EEUU con dos vehículos. Es sumamente interesante y vale la pena dedicarle unos minutos de reflexión.
No es la misma idea aunque, desde luego, el artículo vale la pena leerlo.
La izquierda necesita de una población empobrecida y miserable para medrar. En una sociedad sana, avanzada y acomodada, con un entorno limpio, confortable y rico es imposible que sus ideas echen raíces por motivos evidentes. Cuanta más miseria, pobreza, incultura, hedonismo y perroflautismo, tantos más tontos útiles obtiene la secta izmierdosa para enquistarse en el poder.
Nada como hacer vivir entre mierda a la gente para atraerla a la órbita marxista.
Sin embargo han echado raices en todos los paises. Recuerda que en España solo puefe gobernar la izquierda, que en escandinavia gobierna la izquierda desde hace muchas décadas, en Francia han gobernado izquierdas, hasta se denominaban comunistas, desde la revolución francesa, antes de la gloriosa explosión de talentos desde entonces, lo mismo en EEUU con Obama y la crisis mundial que heredó de Bush, lo mismo en China donde triunfa por la miseria, como en Rusia, hasta que erradican la miseria, lo mismo que en Haití donde los gobiernos socialistas con el modelo escandinavo mantie en al país en la… Leer más »
No se esfuerce tergiversando y buscando aplicar la teoría de las cuerdas a hechos tan sencillos y cotidianos. Estamos hablando de la izmierda. No de las social democracias europeas. Que podrán ser consideradas izmierda pura y dura en lo tocante a políticas culturales. Pero no en las económicas. Nadie discute que en todo occidente el marximo cultural se impuso hace décadas como modelo único. Así como tampoco nadie medianamente cabal discute que gracias a ello vamos de cabeza al abismo. Estamos hablando de comunismos tal que la izmierda valenciana que es a la que se refiere el Sr Román en… Leer más »