El desastre de Japón afectará a la economía mundial
Las calamidades en Japón y la guerra civil en Libia son los dos principales factores que afectan a la economía mundial. Los precios del petróleo en el futuro próximo podrían ascender a 200 dólares por barril mientras que el uso de la energía nuclear queda en suspenso. ¿Cuáles son las consecuencias de los acontecimientos actuales para el mundo?
El destino de la energía nuclear
El Grupo de los Veinte (G-20) convocó una reunión extraordinaria para debatir el futuro de las centrales nucleares y la polémica ya se ha iniciado. El primer ministro británico, David Cameron, propugna el uso de la energética atómica que, en cierto sentido, se convirtió en contraargumento al nuevo enfoque del Gobierno de Alemania a las centrales nucleares propuesto por la canciller alemana Angela Merkel.
“Se tomó una decisión de que todas las centrales nucleares que fueron puestas en funcionamiento antes de finales de 1980 deben ser cerradas. Se introduce una moratoria para su funcionamiento”, comunicó Merkel.
Sin embargo, será difícil para Berlín ponerse de acuerdo con otras naciones, por ejemplo con Francia, ya que el 80% de toda la energía producida allí es nuclear. Bélgica, con un 60%, abrazará la causa de Francia. España, el Reino Unido y Eslovaquia se sumarán a Bruselas.
En Corea del Sur, donde la energía nuclear representa el 40% de la producción total, representantes del sector también piensan en una limitación de su uso.
China, asimismo, suspendió las operaciones de lanzamiento de nuevas plantas nucleares para reconsiderar las normas de seguridad, incluso en las ya existentes.
¿Existen sustitutos de la energía nuclear?
A pesar de todo surge la pregunta sobre si existen sustitutos para la energía nuclear que se puedan usar en la actualidad.
En el contexto de la catástrofe en Japón se ofrece emplear carbón, que no es ecológicamente sano, o centrarse en fuentes de energía alternativa. Por ejemplo, un equipo internacional de científicos quiere convertir el desierto del Sahara en una gigantesca central eléctrica sobre la base de baterías solares que parece irrealizable y antieconómico. En comparación con los métodos tradicionales, el uso de la energía solar es ocho veces más caro; la eólica, dos veces más caro.
“Hoy en día se supone ingenuamente que en Alemania se puede producir los así llamados recursos renovables de energía y nosotros vamos a vivir pronto a cuenta del viento, del sol y de la bioenergía”, señaló el experto del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores, Alexander Rahr.
Rusia, país que posee todos los recursos necesarios, ahora desempeñará un papel cada vez más importante en el nuevo orden mundial, según el especialista.
Los precios de los recursos se mantienen al alza
Los precios de los recursos, por ejemplo del gas, se mantienen en la tendencia al alza según se confirma por el salto de precios de los contratos gasísticos británicos y los cálculos del Ministro de Finanzas de Rusia, Alexéi Kudrin.
“En el mercado energético a corto plazo, es decir, en los próximos meses, sin duda se sentirá la escasez de ciertos tipos de combustible. En Japón, aparte de la energía nuclear se emplea principalmente el gas, por lo que la necesidad de gas, incluido el combustible ruso, se incrementará y es probable que los precios se mantengan altos en este sentido”, indicó Kudrin.
Una nueva crisis económica se acerca
Según los cálculos de los expertos, a corto plazo los precios del petróleo podrían llegar a 200 dólares por barril. Si los costos se fijan en este nivel durante un largo periodo, la depresión de la economía global se volverá peligrosa y las perspectivas de la de Japón serán aún más vagas.
Ahora Tokio, tratando de preservar las oportunidades para el crecimiento futuro, insiste: la radiación no afecta la calidad de la producción. Numerosos países ponen lo dicho en tela de juicio al efectuar estrictos controles sobre los productos japoneses.
Los expertos opinan que si Japón sale de los mercados mundiales, su lugar como proveedor lo ocuparán otros países tales como Corea del Sur, China, Malasia y, parcialmente, Europa. Pero la situación se agrava por la pérdida de la demanda de la tercera economía mundial y eso, a su vez, tendrá un impacto negativo en el estado financiero global.
Las predicciones acerca de las consecuencias de la tragedia en Japón se hacen con mucha cautela, ya que los últimos acontecimientos ponen de manifiesto convincentemente que los pronósticos se refutan muy fácilmente.