Con esta décima entrega llegamos al final de una triste serie acerca del oscuro pozo de la droga. Tras la publicación el 31 de agosto de 2014 en Alerta Digital, de un artículo titulado: “Narcotráfico, s.a.”, creí necesario profundizar un poco más sobre esta lacra social en España, con el fin de recalcar, reiterar, repetir, y hacer llegar a todos los lectores una humilde aportación informativa, de todo lo que yo he podido recabar, leer y recopilar, sobre esta siniestra y criminal “conspiración” contra España, que tanto ha influido y sigue influyendo en la parálisis o anulación de la mente de un número muy importante de nuestros jóvenes.

Estos diez artículos se resumirían de forma breve en los siguientes puntos:

Las drogas son sustancias químicas que modifican el funcionamiento de nuestro organismo, en especial de nuestro sistema nervioso central.

Existen algunas con efecto muy relajados, como el café o el té, y otras sumamente potentes como el LSD o la heroína.

Sean legales o no, su consumo puede crear dependencia y un fuerte daño en nuestra salud.

El ALCOHOL es una de las drogas cuyo consumo está ampliamente aceptado. Es un depresor del sistema nervioso que altera las percepciones, las emociones y los sentidos, por lo que también puede crear una fuerte dependencia.

Las ANFETAMINAS son estimulantes que aceleran las funciones del cerebro y del organismo. Si se ingieren o se inhalan producen un rápido efecto estimulante, que a los consumidores los hace sentirse poderosos, eufóricos, cargados de energía y en alerta. Sin embargo, esa sensación contrasta con los movimientos espasmódicos y la falta de atención continuada.

Los TRANQUILIZANTES o BARBITÚRICOS, son medicamentos que ayudan a relajar los músculos y calmar la ansiedad, por ello son suministrados con receta médica. Sin embargo, crean una fuerte dependencia que hace que su consumo se vuelva crónico o se alargue durante años, ya que al intentar dejarlos las personas pueden experimentar cuadros de ansiedad, insomnio, temblores, delirio y convulsiones.

La CAFEINA, está clasificada como una droga psicoactiva y está presente en el café (60 a 120 mg), té (15 mg té verde – 100 mg té negro), mate, e incluso, aprovechando su situación de drogas legales en las bebidas energéticas (50 – 150 mg). Aunque poco tiene que ver con otras drogas peligrosas, la cafeína, en pequeñas dosis, nos ayuda a estar activos y alerta. Sin embargo, más de 250 mg. al día puede ser perjudicial para nuestra salud, provocando insomnio, taquicardia e irritabilidad.

La COCAINA, es un fuerte estimulante del sistema nervioso que brinda una rápida e intensa sensación de energía y poder. Su consumo acelera la frecuencia cardíaca, la respiración, y eleva la presión sanguínea y la temperatura corporal. También es frecuente la tensión mandibular, hemorragia nasal y, a la larga, pérdida de piezas dentarias y daño permanente o perforación del tabique nasal.

El CRACK, que recibe el nombre del crujido que hace al ser calentado, se fabrica a partir de la cocaína y debe ser calentado para aspirar sus vapores. Esta vía de administración es más rápida, intensa, y adictiva. Ambas sustancias son sumamente adictivas, tanto que su consumo y frecuencia dependen más del acceso a la sustancia que de una necesidad física. Tanto tienes, tanto consumes. De superar la cantidad máxima tolerada, puede provocar un paro cardíaco o muerte súbita. Crean una fuerte dependencia física y psicológica que hace que para el consumidor resulte sumamente difícil dejarlas.

El EXTASIS, es una droga de diseño que se ofrece en forma de polvo cristalizado, comprimidos o cápsulas, muy popular en “movidas”, “botellones” y “fiestas electrónicas”. Combina un leve efecto alucinógeno con un efecto estimulante que hace que las emociones, tanto las negativas como las positivas, resulten mucho más intensas. Su efecto inmediato es calor, presión mandibular y la dilatación de las pupilas, energía, gran embriaguez, y sensación de euforia y felicidad. El día posterior al consumo se sufren dolores musculares, depresión, paranoia, ansiedad y confusión.

La HEROINA, obtenida a partir de las semillas de opio del mismo modo que la MORFINA, es una de las drogas más adictivas que existen. Este polvo blanco, o marrón, se diluye y es inyectado directamente en el torrente sanguíneo. Esta droga provoca primero euforia, pero a continuación somnolencia, náuseas, calambres en el estómago, y vómitos cuando finalizan sus efectos. Por ello, los consumidores sienten una imperante necesidad de volver a consumirla para sentirse bien. Su poder adictivo es tan fuerte y su abstinencia tan dura, que actualmente hay procesos de desintoxicación que inducen al paciente al coma durante varias semanas hasta que su organismo está limpio. El intercambio de jeringuillas provoca que muchas personas contraigan también enfermedades como VIH/SIDA, hepatitis B o C, y endocarditis bacteriana.

El LSD o ácido lisérgico, descubierto por Albert Hoffman, es una sustancia química con efectos alucinógenos extremadamente potente. Una gota se impregna en un papel, que se divide en cuartos para controlar la dosis, y en mayor o menor medida, sus efectos. Una vez consumido es imposible detener sus efectos hasta que el LSD es metabolizado por el hígado. Los consumidores experimentan todo tipo de ilusiones, no siempre agradables. Dependiendo de si la experiencia es positiva o negativa, las personas pueden sufrir ensoñación, pánico extremo, confusión e ilusiones aterradoras.

La MARIHUANA, es el nombre que se da a las hojas del cáñamo desmenuzadas, que después de secarse y ser tratadas pueden fumarse. La marihuana contiene un promedio del 3% de THC, pudiendo alcanzar el 5,5%.

El THC afecta a las células del cerebro encargadas de la memoria. Eso hace que la persona tenga dificultad en recordar lo sucedido recientemente, y hace difícil que pueda prestar atención a algo o a alguien mientras se encuentra bajo la influencia de esta droga.

El consumo reiterado de marihuana puede distorsionar la percepción de la realidad y terminar en suicidio o accidente mortal.

El HACHIS, es un producto del cannabis, y proviene de las secreciones de las sumidades floridas y partes femeninas de la planta. El hachís es fumado en cigarrillos o pipas, y a menudo mezclado con tabaco. El hachís, tiene de un 3.6% a un 28%. El aceite de hachís, un líquido resinoso y espeso que se destila del hachís, tiene de un 16% a un 43% de THC. La resina de hachís tiene de un 7,5 % a un 24%. La desidia y la falta de motivación causada por el cannabis, impide que el consumidor, cuando es habitual, sea capaz de asumir responsabilidades y llevar a término sus planes, lo que se traduce en una disminución de la autoestima y un proceso depresivo.

El SPEED es un potente estimulante, de escaso precio y gran tolerancia, por lo que a pesar de sus rápidos efectos, los consumidores necesitan aumentar su dosis con frecuencia para conseguir el mismo efecto. Su consumo puede provocar reacciones violentas, ilusiones, paranoia, e insomnio. Sobre todo si se consume fumado o inyectado. La abstinencia se manifiesta con cambios de humor, fatiga, trastorno del sueño, alteraciones del apetito, irritabilidad y depresión.

La NICOTINA, y con esto termino, se encuentra en los cigarrillos y es sumamente adictiva. Se absorbe rápidamente en el torrente sanguíneo al fumarse, y crea una sensación de calma o euforia, según se fume rápidamente o de forma pausada. La nicotina provoca problemas de piel, dentadura amarillenta y mal aliento. Sin embargo, sus efectos a largo plazo son más preocupantes: afecciones pulmonares, cardíacas, cáncer y derrames cerebrales. Los síntomas de abstinencia incluyen ansiedad, ira, inquietud e insomnio. Es muy complicado abandonar el hábito y se recomienda ayuda médica.

Este es en síntesis el oscuro pozo de la droga. Si lo aportado en estos diez artículos ha servido para aprender algo más sobre esta terrible lacra, o simplemente ha contribuido a que un solo español haya tomado la firme decisión de apartarse de este pozo tan oscuro y siniestro, este trabajo que humildemente he compartido con todos ustedes habrá merecido la pena.

De cualquier forma, doy las gracias al director de Alerta Digital por permitir la publicación del trabajo, y a todos los lectores por haber perdido parte de su precioso tiempo en tomarse la molestia de leer sobre algo que, a todos, absolutamente a todos, nos debería preocupar de manera muy especial.