Cara y cruz
Hoy no tengo ganas de abordar temas de la actualidad política. De sobra sé que los hay numerosos, variados y polémicos, pero me apetece más regocijarme en una sensación personal tremendamente satisfactoria. Con ella he superado gran parte de mis expectativas de ser útil a esta sociedad a la que sirvo cada día y a la que deseo contribuir con toda mi alma. Con ella me siento feliz.
Anteayer me comentaron que en el nuevo servicio para la vida que prestamos desde hace pocos meses en el Ayuntamiento de Fuengirola, ya se había logrado que cuatro jóvenes optaran por continuar con su embarazo. Habían acudido al Centro Municipal de Orientación Sexual asustadas por su estado, agobiadas por la soledad y preocupadas por su futuro. Sólo sabían que el aborto era una salida fácil para zanjar su problema.
No disponían de mayor información, ni de más conocimientos. Eran “víctimas” de un embarazo no buscado, situación calificada actualmente como problema desde un análisis demasiado simple. La sociedad, impregnada de propaganda que se infiltra por los poros, ya se ha encargado de añadir ansiedad e inconveniencia a lo que antes se llamaba estado de buena esperanza. La sociedad, con la única tendencia de opinión aceptada, ya se ha encargado de encauzar estos casos hacia la “interrupción voluntaria del embarazo” como salida más avanzada y progresista. Con esos precedentes, y sin ningún otro, les resultaba normal acudir al Centro Municipal para instruirse sobre los trámites a realizar y así acabar pronto con este grano molesto. Era el final tan celebrado por la ministra de turno, que no percibían como algo de mayor trascendencia.
Pero allí se encontraron con dos opciones. No sólo era posible abortar, también se podía continuar con el embarazo disponiendo de ayudas en absoluto lejanas. Se toparon con una nueva perspectiva de la que nada habían oído con anterioridad. En Fuengirola existe un centro que informa, con la finalidad de colaborar, sobre todas las cuestiones relacionadas con la orientación sexual y con la ginecología. Se abordan dudas sobre métodos anticonceptivos, enfermedades venéreas, planificación familiar, embarazos, interrupción de los mismos, frigidez, impotencia, relaciones íntimas de pareja etc. Existe servicio médico ginecológico y gratuito que resuelve muchos casos derivados de los asuntos referidos.
Con motivo del debate generado por la ampliación de la Ley del aborto, se me ocurrió que resultaría mucho más justo y equilibrado proporcionar información completa que permitiera la elección en libertad. Ello sólo es posible cuando se conocen perfectamente las diferentes posibilidades. Todas las mujeres saben que pueden abortar, pero no todas saben cómo se forma la vida, cómo late en el interior, cómo se abre paso. A todas las han convencido de que ante un embarazo no deseado tienen un problema, pero no todas saben que tal vez deje de serlo. Este embarazo también puede convertirse en fuente de alegría, ilusión y felicidad. Son las dos caras de la moneda.
En nuestro ayuntamiento se informa de los dos caminos. El de la interrupción y el de la continuidad. El del aborto y el de la vida. El del feto expulsado al exterior y el del feto instalado en el útero materno. El de la comodidad inmediata por la eliminación de un problema y el de la dificultad como reto. El del rápido final y el de la lucha diaria. El de todo ha terminado ya y el de todo comienza ahora. Enseñamos sin disimulo las dos opciones. No podemos hacerlo mejor.
Cuando me contaron que cuatro mujeres que pensaban abortar habían cambiado de opinión y que se sentían felices e ilusionadas, se me saltaron las lágrimas. Pocas veces he sido más consciente de las repercusiones tan enormes que para todos pueden producir las decisiones diarias. Pocas veces me he considerado más útil. Pocas veces me he vinculado más al resto del universo que en este momento de lazos invisibles.
Es muy cierto que un nexo incomprensible une los corazones humanos en su destino común. Puestos a elegir, prefiero aportar la fuerza de la vida. De la mía, y de la de muchos más.
*Alcaldesa de Fuengirola y portavoz del PP en el Parlamento de Andalucía.