Un buque destructor ruso visita Manila tras el distanciamiento filipino con Estados Unidos
Un buque militar de la Flota del Pacífico de Rusia atracó este martes en Manila en una visita inusual “de buena voluntad”, en medio del acercamiento a Moscú y a Pekín y el distanciamiento de EE UU del presidente filipino, Rodrigo Duterte.
El Admiral Tributs, un destructor antisubmarino de 7.480 toneladas de clase Udaloy, permanecerá en aguas del archipiélago de las Filipinas hasta el sábado para participar en varias ceremonias y actividades conjuntas entre las fuerzas navales de ambos países, informó la Marina filipina en un comunicado.
La inusual visita del barco de guerra ruso -la tercera en la historia y la primera en cuatro años- “promoverá la buena voluntad al contribuir a afianzar la amistad entre la Marina de Filipinas y la de Rusia, y mejorará la cooperación marítima mediante diplomacia naval y camaradería”, según el comunicado.
La llegada del buque ruso confirma el viraje en política exterior y de defensa de Filipinas tras la llegada al poder el pasado junio del controvertido presidente Rodrigo Duterte, que prometió desechar la tradicional alianza militar que su país mantiene con Estados Unidos.
El mandatario, de 71 años, ha amenazado con anular el Acuerdo de Visita de Tropas, un pacto bilateral de defensa en vigor desde 1999 y que contempla, entre otros puntos, el uso de bases filipinas por parte del Ejército estadounidense y la realización de ejercicios militares conjuntos de forma regular.
La tentativa de divorcio de Duterte con la Administración de Barack Obama -que podría revertirse con el presidente electo, Donald Trump- responde a las críticas de Washington a su polémica “guerra contra las drogas”, que ha causado más de 6.100 ejecuciones extrajudiciales de supuestos narcotraficantes y toxicómanos en los últimos seis meses.
El presidente filipino ha tratado de limar asperezas con Pekín, con cuyo gobierno mantiene un contencioso sobre la soberanía de varias islas en el mar de China Oriental, y ha apostado por estrechar los lazos diplomáticos y de defensa con Moscú.
Duterte, que criticó duramente las políticas de EE UU y Occidente en su primera reunión bilateral con Vladimir Putin, celebrada en noviembre en Perú, tiene planeado visitar Moscú en abril o mayo de este año a invitación del presidente ruso.