Papa Francisco: “Los Reyes Magos son imagen de quienes no dejan que se les anestesie el corazón”
En la fiesta de los Reyes Magos, el Papa Francisco les ha presentado este viernes como «imagen de todas las personas que en su vida no dejan que se les anestesie el corazón». Esos tres personajes se sentían impulsados por «una santa nostalgia de Dios, que nos permite tener los ojos abiertos frente a todos los intentos reductivos y empobrecedores de la vida».
A lo largo de su homilía en la basílica de San Pedro, Francisco ha explicado que esa «nostalgia de Dios» lleva a «rebelarse ante tantos profetas de desventuras» y a ponerse en marcha en la dirección correcta.
Según el Papa, «fue esa nostalgia la que empujó al hijo pródigo a salir de una actitud de derrota y buscar los brazos de su padre» o «la que el pastor sintió en su corazón cuando dejó a las noventa y nueve ovejas en busca de la que estaba perdida». Y «fue también la que experimentó María Magdalena la mañana del domingo para salir corriendo al sepulcro y encontrar a su Maestro resucitado».
En una homilía positiva y esperanzadora, Francisco ha afirmado que ese sentimiento de nostalgia por volver a Dios «nos saca de nuestros encierros deterministas, esos que nos llevan a pensar que nada puede cambiar». Es una fuerza que «rompe aburridos conformismos e impulsa a comprometernos por ese cambio que anhelamos y necesitamos».
En contraste con la actitud dinámica y de búsqueda de los Reyes Magos, el Rey Herodes «dormía bajo la anestesia de una conciencia cauterizada. Y quedó desconcertado. Tuvo miedo, y el miedo le condujo a buscar la seguridad en el crimen» dando orden de matar a todos los niños pequeños de Belén y sus alrededores.
En un diagnostico aplicable a otras personas, el Papa considera que «Herodes no pudo adorar a Jesús porque no quiso dejar de rendirse culto a sí mismo creyendo que todo comenzaba y terminaba con él. No pudo adorar porque buscaba que lo adorasen».
A su vez, los sacerdotes y escribas que le asesoraban en su palacio de Jerusalén, «tampoco pudieron adorar porque sabían mucho y conocían las profecías, pero no estaban dispuestos ni a caminar ni a cambiar».
Poco después, en el rezo del Ángelus ante 35.000 personas, el Santo Padre ha invitado a «no dejarse cegar por las luces del espectáculo, el dinero y el éxito», y a no «caer en los baches del pesimismo, que aprisionan la esperanza».
El Papa ha sorprendido a los fieles con un regalo de Reyes, «aunque falte los camellos». Se trata, según ha explicado, «de un librito de bolsillo, ‘Imágenes de la Misericordia’, que os distribuirán algunas personas pobres, sin techo o refugiados».
El librito narra en pocas páginas el modo en que la misericordia de Jesús se contagia a seis personajes del Evangelio y les cambia la vida. Se trata de la mujer pecadora, el publicano Zaqueo, el recaudador de impuestos Mateo, la mujer samaritana, el buen ladrón y el apóstol Pedro.
El Papa celebra este domingo el tradicional bautismo de niños en la Capilla Sixtina. En esta ocasión, además de hijos de empleadas y empleados del Vaticano, bautizará a los niños de familias de Amatrice y los otros pueblos destruidos por el terremoto. Es un gesto de ánimo y de esperanza.
Santidad, no se puede servir a dos señores al mismo tiempo, no se puede servir a Dios y al diablo, no se puede servir a la vez a los humildes y a sus opresores, y no se puede servir al los esclavos y a los esclavistas. No nos dejaremos anestesiar.
El Papa Francisco no me anestesiará el corazón.