Estados Unidos, hasta el día 20, en manos de este negro sectario y traidor
El inesperado nuevo orden surgido de las urnas, que en doce días situará en la Casa Blanca al primer presidente antiglobalista y antiestablishment de Estados Unidos, nos está ofreciendo algo sin precedentes en la historia de aquel país: El presidente saliente, a pocos días de ser sustituido por Donald Trump, parece dispuesto a todo con tal de preservar el legado de pobreza, terrorismo y muerte que ha caracterizado su mandato dentro y fuera de Estados Unidos. En un desafío a las ejemplares reglas no escritas que han imperado hasta hoy durante los relevos presidenciales, Obama utiliza a los servicios secretos como arma arrojadiza contra su sucesor, en torno al espionaje ruso en la campaña. En el fondo lo que late en el aún presidente negro es su rencor por la renacida conciencia blanca en Estados Unidos, por dejar al país mucho peor en términos absolutos que hace ocho años y porque su proyecto estrella, el llamado Obamacare, tiene ya fecha de caducidad.
Obama parece dispuesto a romper todos los puentes que permita a su sucesor recomponer un país liderado en la sombra por la gente más siniestra del planeta. No hay nada peor para un presidente de Estados Unidos que concluir su mandato deslizándose por la peligrosa pendiente de la política embarrada y la mediocridad. Alguien debería advertirle que su hora ha terminado y que si sigue pretendiendo concluir su mandato deslizándose por la peligrosa pendiente de la política embarrada y azuzando a los sectores más radicales de la población estadounidense contra Trump, tendrá que atenerse a las funestas consecuencias que su sectarismo y su odio racial terminarán generando.
Empeñado en demostrar que Trump se sentará en el Despacho Oval por culpa del espionaje ruso, frente a la idea de una mala campaña, aprovecha el último servicio de los actuales responsables de la Inteligencia estadounidense, que, después de semanas de dudas y discrepancias internas, acaban de presentar un informe nada concluyente.
Según el documento, Putin ordenó una campaña de desestabilización, incluidos (pero no sólo) hackeos al Partido Demócrata, para «ayudar» a Trump y «denigrar» a Hillary Clinton. Aunque el informe asume que no hay pruebas sólidas de que la operación de Moscú torciera la elección, como contraargumenta el presidente electo. Sea como fuere, la investigación recopilada por la Inteligencia norteamericana puede servir de consuelo para la derrotada candidata, incluso para desgastar la relación entre el nuevo presidente y el Partido Republicano, que respaldó las medidas de represalia de Obama contra Putin, pero está menos claro que sirva para reforzar el prestigio de Estados Unidos como país. Y menos el de sus servicios secretos, cuya imagen se debilita a medida que la pretendida eficacia del presidente ruso gana enteros. Con una agresividad que el presidente saliente no había mostrado durante ocho años de gobierno, y menos como comandante en jefe, Obama parece pretender torpedear las relaciones futuras entre Rusia y Estados Unidos y evitar así cualquier posible solución del conflicto en Medio Oriente que su administración creó y alimentó en beneficio de los intereses geoestratégicos de las élites de su país. “Tenemos que recordar que estamos en el mismo equipo. Vladimir Putin no está en nuestro equipo”, ha dicho Obama. Le faltó profundizar acerca del por qué millones de norteamericanos, orgullosos de su legado cultural, estarían más cerca de un cristiano ortodoxo como Putin que de un musulmán larvado como él.
Que la Casa Blanca se mantega lejos de los creadores del ISIS, de satanistas como Pollesta o de violadores de niños como Bill Clinton, nos tranquiliza mucho más que las arteras maniobras de un mal perdedor, sectario y traidor, como Barack Hussein Obama.
Declive de Estados Unidos
Que el primer presidente negro de los Estados Unidos haya conseguido que el poderío mundial de su país haya tocado techo no debería sorprendernos a quienes siempre hicimos públicas nuestras dudas acerca de las oblicuas intenciones del personaje y de los oscuros grupos progresistas que le dieron su apoyo. Barack Hussein Obama ha confirmado lo que muchos ya dijimos en plena campaña a las presidenciales americanas: su mandato sería desastroso para Estados Unidos y para Europa.
Dijimos hace ocho años que la frivolidad de tener a un afroamericano al frente de la Casa Blanca nos puede salir muy cara. Ocho años más tarde, su administración ha sido un factor distorsionador que no ha hecho más que añadir leña a un incendio en plena expansión y que se ha saldado con centenares de víctimas euroestadounidenses del terrorismo islámico. Esto refleja también la necesidad de adecuar el sufragio universal a unos criterios selectivos más en concordancia con las exigencias actuales. Ya saben, si un tonto vota, lo más probable es que vote al candidato más tonto.
Se malicia en algunos círculos republicanos que si Obama le hubiese dedicado a la economía de EEUU el mismo entusiasmo que a la entrada de gays en el ejército, la situación probablemente sería mejor hoy. Obama resultó elegido presidente por la conjunción de algunos factores entre los que sobresale muy destacado el odio que el hombre blanco de Occidente se profesa a sí mismo.
Obama fue presentado por toda la multinacional progre del cuento y la mentira como el redentor que el mundo estaba pidiendo a gritos. Le bastó el color de su piel para que su campaña a la presidencia tuviese una dimensión planetaria hasta ese momento desconocida. Cuando algunos se interesaban en conocer qué otras virtudes, además de las epidérmicas, atesoraba el candidato demócrata, enseguida eran tachados de retrógados y racistas.
El histerismo por Obama se nutrió durante meses de los ingredientes proféticos que le proporcionaron los gurús de la socialdemocracia europea. Todos los males mundiales tendrían los días contados al conjuro del carismático nieto de una hechicera de Kenia. Fue tal el optimismo que hasta recibió, apenas elegido, un polémico Premio Nobel de la Paz 2009, “por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos”. Pero ahora es él quien “tiene que tener esperanza” ironizó el diario financiero austríaco Wirtschaftsblatt y captó con ello el cambio de tono de la prensa y la opinión pública estadounidense, europea e internacional.
Si de algo sirvió la elección de Obama fue para que millones de advenedizos de todos el planeta descubrieran en la democracia americana una belleza de talla ‘small’. Sujetos como Pepiño Blanco, Elena Valenciano, Trinidad Jiménez o el cenizo que habitaba la Moncloa aquel año descubrieron de súbito la capacidad de integración de la sociedad norteamericana y la ponderaron con el mismo fervor que los tratantes de noticias del grupo PRISA nos hablaban desde las inmediaciones del Capitolio de un mundo nuevo y feliz. Les faltó el detalle de recordar que, cuando aquí andábamos enfrascados en guerras carlistas, en historias de bandoleros y barraganas regias, los ojos de Thomas Jefferson ya tenían el brillo vítreo y verdoso de la más misteriosa escalopita escondida en los montes de Virginia: “Todos los hombres son igualmente libres e independientes y tienen derecho a la vida, la libertad, los medios de adquirir propiedades y la búsqueda de la felicidad y la seguridad”.
En cada recuento de votos, fuese en Florida, en Minnessotta o en Massachusetts, las terminaciones nerviosas y sensitivas de millones de tontosprogres en vigilia llevaban al cerebro, al corazón y a algún que otro recóndito rincón la buena noticia de que el mesías había vuelto.
Que Obama tuviese como mentor político a Jeremiah Whright, cuyas teorías sobre la supremacía negra rozarían la irreverancia si reposase en los anaqueles de consulta de una librería pornográfica, pareció ser lo de menos si al final se lograba poner sordina a la supremacía moral, cultural y política que Estados Unidos ejerció sobre una Europa atocinada desde el final de la II guerra mundial.
Tampoco importó mucho ni poco que la tía nigeriana de Obama viviese ilegalmente en los Estados Unidos por espacio de 48 meses. Ni que el todavía presidente dijese ignorar la colaboración económica de su tía ilegal con su billonaria campaña, en contra de las propias leyes estadounidenses, que prohíben a los candidatos aceptar dinero de personas u organizaciones extranjeras.
Los republicanos expresaron sus sorpechas, si bien de una forma bastante tibia, acerca de la procedencia árabe de muchos de esos fondos dirigidos al candidato demócrata. ¿Cómo no se insistió más en ese punto cuando los estadounidenses corrían el riesgo más que fundado de tener a un presidente aupado hasta el número 1600 de la avenida de Pennsylvania con el apoyo económico de algunos de los más acrisolados enemigos de Estados Unidos y de su influencia en lo que nos va quedando de Occidente?
Los términos en los que se basaron siempre los criterios de selección en Estados Unidos fueron invertidos en la campaña de 2008. Por vez primera, Fidel Castro y los órganos oficiales de algunas organizaciones terroristas se decantaron públicamente por un candidato estadounidense. Se habló de Gadafi y de los Saud como algunos de los patrocinadores económicos de Obama. A los enemigos del ideal inspirado por Jefferson no les resultó difícil partir el melón ni mucho menos descubrir dónde estaban marcadas las fisuras.
La intransigencia contra quien osara describir una parte de la tramoya que envuelve a este personaje de cloaca respondió posiblemente más al reflejo de los millones de nuevos americanos provenientes de sociedades moralmente desestructuradas que a una inquietud real sobre la estabilidad política y económica de Estados Unidos. La revelación de cualquier ‘agujero negro’ en la biografía de Obama se soterró una y otra vez con el color de su piel, sobre todo por parte de la chusma con derecho al voto.
Una vez más, Alerta Digital acertó en el pronóstico aún cuando lo más rentable habría sido defender los alambicados argumentos en favor de la frescura que aportaría Obama a la sociedad norteamericana. Pero con ello habríamos faltado al principio básico de edificar una verdad (la supervivencia de Estados Unidos como salvadora de occidente) sobre un lecho de mentiras (la valía de Obama).
Históricamente las falsedades han sido mucho más fecundas para la ciudadanía que las verdades. Y la mayor de las mentiras fue considerar como la gran esperanza mundial a un demagogo negro sin ninguna musculatura intelectual, cuyo paso por la Presidencia de Estados Unidos, apoyado por los ‘lobbis’ menos recomendables de Estados Unidos, se salda con un país mucho más pobre y un mundo mucho más inseguro.
que asco dais
Obama, fué elegido por ser negro y obediente, el primer negro en la Casa Blanca. Lo próximo que faltaba era elegir a una mujer, también obediente, la primera mujer en la Casa Blanca ¡USA, ejemplo mundial de democracia e igualdad! Les ha salido el tiro por la culata del Winchester. Pese a todas las maniobras, el Pueblo, ha impuesto a un Sheriff tipo John Wayne, dispuesto a imponer La Ley al Este y al Oeste del Pecos, y poner a cada uno en su sitio. Ahora, tendrán que aplazar la candidatura y nombramiento de un chino, un gay, un hindú,… Leer más »
CRISTIANISTAS, CEREBROS RAPADOS. Estos descerebrados cristianistas son peores que los islamistas. No han cesado de masacrar a sectores enteros de la humanidad a lo largo de la historia y se creen superiores. ¡Qué desgracia para la humanidad!. Todos los “ismos” ideológicos han sido inventados por los cristianistas. ¿Dónde está vuestra superioridad moral y humana, pobres hijos de vuestro dios? Ya veo lo educadamente cristianos que sois y algunos sin haber recibido catequesis en las sacristías o madrasas cristianistas. ¿A que no habíais oido hablar de los CRISTIANISTAS? Eso es lo que sois, peor que los islamistas cuyos países y población… Leer más »
Harán todo lo posible, incluso lo imposible, para que éste hombre Trump, llegue a ser presidente, y de lograrlo, que su mandato dure el menor tiempo posible, con cualquier pretexto o la más deleznable manipulación.
Ojalá me equivoque.
Saludos.
Por fin se va este sujeto que jamás debió ser presidente de EE.UU. . Como tampoco debió serlo zp de España . Ambos masones , ambos inútiles , ambos destructores de Naciones y pueblos . Adiós para siempre .
Obama permitió que ISIS creciera. Aquí la prueba: https://m.youtube.com/watch?v=Lo4e5IQk2n8
Bueno, el día 20 ya tendrá más tiempo libre para acudir con su amigo Podesta a comerse unas pizzas y jugar al “ping-pong” al “Comet”…
Que ganas tengo que se vaya ya a la mierda ese tipejo de bobama, Viva donald trump!
Sectario, traidor y mentiroso, a los leones con Obama.
Ha habido un participante que ha escrito sobre los jázaros. Tema muy interesante y revelador. El escritor judío Arthur Koestler dice claramente que no son semitas. El 90% de los que se llaman “judíos” son descendientes jázaros y no semitas. Recomiento leer erste libro: http://www.khazaria.com/kitroser.html Conviene ir destando todo esto y no seguir difundiendo la mentira porque es el engaño más grande de la historia. Los que fueron los jázaros hoy se les conoce como “ashkenazi” (judíos provenientes de Europa del Este). La Estrella de David o Sello de Salomón no estaba considerado un símbolo judío hasta que se adoptara… Leer más »
CUANDO SE PONE A GOBERNAR UN NEGRO MUSULMÁN EN UN PAIS FUNDADO PLR BLANCOS EUROPEOS INMIGRANTES SUCEDE UN DESMADRE TOTAL SI NEGRA ES LA PIEL DE HUSSEIN BOBAMA MUCHO MAS SATANICA MACABRA Y SANGRIENTA ES LA LISTA DE MILLÓNES DE VIDAS HUMANAS DESTRUIDAS PAISES EN RUINAS Y CERO FUTURO CERO ESO LOGRO BOBAMA JUNTO A LA GENOCIDA SICÓPATA HILLARY CLINTON QUIEN BUSCABA UNA GUERRA NUCLEAR CONTRA RUSIA LANZANDO A TODA EUROPA A PRIMERA LINEA DE EXPLOSIÓN NUCLEAR LOS MISILES RUSOS SATAN 2 Y LOS ISKANDER LLEGARÍAN ANTES A LA UE QUE A EEUU VETE YA BOBAMA DE UNA VEZ JUNTO… Leer más »
A este EEUU tiene que juzgarlo por ser un terrorista criminal
Totalmente de acuerdo, los católicos europeos, americanos, evangelistas, protestantes,y otras fórmulas, somos hermanos de creencia respecto a los ortodoxos rusos pues todos tenemos al mismo Dios Único y Verdadero.
Lo de los musulmanes larvados ,como Obama ,y otros sin lavar , o actores del Nom de otra condición y religión, nos queda lejos y alérgicamente constituido respeto a la Verdad.
No hay mayor diferencia que nuestro respeto a su fe y su inmenso desprecio y miedo por la nuestra.
Los ortodoxos son tan cristianos como los católicos y los protestantes.
No creo que los musulmanes sientan miedo por nuestra religión sino que la odian y la desprecian.
MUY GRAVE
pruebas de que “Obama quería eliminar a Bashir Assad en Siria”, para ello “Obama y Kerry suministran armas y municiones a ISIS”
https://twitter.com/mary_p7mary3/status/816358676294500352
“Obama arma a ISIS,detuvo ataque contra ISIS que mató 80 soldados sirios,para salvar a miles de yihadistas http://endingthefed.com/breaking-deal-between-kerry-obama-and-mccain-to-arm-and-fund-isis-exposed-photos.html#.WGv039ezHKl.twitter
Que arresten a este miserable antes que provoque una guerra mundial
“Tenemos que recordar que estamos en el mismo equipo. Vladimir Putin no está en nuestro equipo”, ha dicho Obama.
Trump debería haber respondido de la siguiente forma a estas palabras de Obama: “Si lo que Ud. llama nuestro equipo incluye a paises como Arabia Saudita, que financia a terroristas islámicos que asesinan a cristianos, no me incluya en ese equipo”.
Pero q malagradecidos son los Albinos de AD,este negrito Obama intenta salvarlos del expancionismo del pais del vodka,los Albinos quiren seguridad pero no quieren pagar su parte para mantener la OTAN.Malagradecidos como tal seran tratados.
Usted es idiota y aún no lo sabe..
¿expansionismo del país del vodka?
Coja un globo terráqueo y vea cómo la OTAN ha incrementado sus bases por todo el planeta en los últimos 20 años mientras Rusia ha ido desmantelando las suyas.
Vuelva usted al colegio y aprenda Geografía y Matemáticas básicas, que se ve que le hace tanta falta como a este periodista:https://www.youtube.com/watch?v=ictz4AnIEI8
Amigo cámbiate el apodo y acuéstate
Tómate la pastilla y a dormir…
Nada más peligroso y dañino qué un negro supremacista blanco y sionista
Centenares de carros de combate están rodeando Rusia a día de hoy. ¿Podría ser la provocación definitiva para un conflicto armado con Rusia que le permita al negro anclarse en la Casa Blanca?
Es de notar que el negro hará lo posible por no abandonarla.
Seguro que ese es el plan del enemigo de la humanidad Obama, pero Putin no va a caer en la trampa de este tirano muslim
¡Qué va!
Putin está por otras cosas, no para seguirle el juego a un payaso con aires de grandeza.
Sabe perfectamente que en unos días cambia toda la administración, con Trump a la cabeza que ha dejado claro que quiere una buena relación (incluso que siente simpatías por Putin).
Ni Rusia ni la inminente nueva EEUU quieren peleas ni derramar sangre.
Lo que no está tan claro es qué pasará en Europa; a mí me parece obvio que se abre un periodo de inestabilidad importante.
OBAMA NO ES NEGRO, ES JUDÍO MULATO.
Barak Hussein Obama es hijo de un keniano musulmán y cuando era niño estudió en una madrasa islámica. En las madrasas islámicas el único libro que se estudia es el Corán.
Premio Nobel de la guerra que ha creado un nuevo desorden mundial.