Mariscadas, maletines y tarjetas B: los otros escándalos que han golpeado UGT
El que ha sido secretario general de UGT-Asturias hasta mayo del año pasado, Justo Rodríguez Braga, fue detenido ayer por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil por su presunta responsabilidad en la gestión irregular de los fondos destinados a la formación para el empleo. Al parecer, el sindicato habría inflado supuestamente los costes de los cursos de formación subvencionados por el gobierno del Principado que preside el socialista Javier Fernández, también presidente de la gestora del PSOE.
En los últimos años, el sindicato ha tenido que hacer frente a otros escándalos.
Mariscada camuflada como encuentro sindical
Manuel Pastrana, secretario general de UGT-Andalucía hasta abril de 2013, autorizó que el sindicato gastara 230.000 euros en 2010 para adquirir un chalé en Sevilla como residencia del secretario general, es decir, para él mismo. En noviembre de 2012, al mismo tiempo que UGT de Andalucía presentaba un ERE sobre 159 trabajadores, este periódico desveló que Pastrana había utilizado la Visa Oro del sindicato en Durban (Suráfrica) para pagar una cena durante un congreso internacional. Asimismo, este sindicato camufló en 2009 una factura de 2.000 euros de una mariscada para cobrar la subvención de la consejería de Empleo de la Junta vinculada a la concertación social.
Ayudas a la formación para comprar maletines y bolígrafos
El sustituto de Pastrana, Francisco Fernández Sevilla, no duró ni siete meses en el cargo después de que resultara también implicado en el caso de los ERE falsos y de la financiación ilegal del sindicato con fondos para la formación. La Junta de Andalucía reclamó a UGT casi dos millones de euros por ese supuesto fraude. De esa cantidad, más de 100.000 euros corresponden a la compra de 700 maletines y un millar de bolígrafos que el sindicato regaló a sus delegados en el IX congreso celebrado en Sevilla en 2009, gasto que incluyó como ayuda a la formación de parados.
El líder lenguaraz que gastó 44.200 euros con la tarjeta B
El entonces secretario general de UGT Madrid, José Ricardo Martínez, presentó su dimisión en octubre de 2014 después de conocerse que había gastado 44.200 euros con su tarjeta B de Caja Madrid. No obstante, justificó ese gasto porque «había hecho un uso razonable y razonado de la tarjeta».
Martínez fue un líder muy lenguaraz que mandó «a su puta casa» al gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, en 2009 por abogar por una nueva reforma laboral.
Llamó a Esperanza Aguirre «reliquia cañí del tardofranquismo» y «bruja». También encabezó manifestaciones en defensa de la enseñanza pública, aunque llevaba a sus hijos a un centro privado.
Histórico sindicalista de la minería que ocultó 1,4 millones
La última bomba que le estalló a Cándido Méndez antes de dejar UGT fue la de Fernández Villa, el histórico dirigente sindical de la minería asturiana que ocultó a Hacienda 1,4 millones de euros, según una investigación de la Fiscalía Anticorrupción. Fernández Villa dijo que ese dinero procedía de una herencia -supuesto que negó una hermana suya-, aunque la investigación apuntó posteriormente que se trataba de supuestas comisiones derivadas de la construcción de una residencia para mineros jubilados que financió con 30 millones de euros el Gobierno de Rodríguez Zapatero.
Ya el nombre que se les da en la Constitución es lo suficientemente revelador: “agentes sociales”. Vamos, para manipular en nombre de los que mandan …
Ellos exigen que los demas pidan perdon pero ellos no lo hacen
¡PRISIÓN YA!