Con fecha 22 de diciembre de 2014, hice pública una carta en este mismo medio titulada: “Pásmate con la RISGA”. En ella hacía referencia a lo que viene sucediendo con las ayudas públicas en Galicia. Una comunidad autónoma donde gobierna el PP, y donde los españoles sufren respecto a los inmigrantes un claro y vergonzoso agravio comparativo.

Hace unos meses, el gobierno de España, también del PP, puso sobre la mesa un tema de debate que puso en guardia a todos los pensionistas españoles. Me estoy refiriendo al posible pago de una tasa por medicamentos, en función de la cuantía de la pensión que se perciba.

Pues bien, acaba de llegar a mis manos la carta de una farmacéutica madrileña que, como verán a continuación, por sobrecogedora no tiene desperdicio. Muchos ciudadanos españoles, todavía tienen la falsa creencia de que las políticas proinmigracionistas en detrimento de los hijos de España, solo se dan en aquellas localidades gobernadas por la izquierda y la extrema izquierda. Nunca más lejos de la realidad. Esta es otra de las falsedades que el Partido Popular hace correr entre militantes y simpatizantes, que a su vez, hacen extensiva entre la ciudadanía más diversa, para que no se descubra otra de las mentiras que se esconden dentro de los complejos que tienen secuestrada a esta formación política, entre cuyos dirigentes se quitan la careta los “nuevos socialistas”, sin que se les caiga la cara de vergüenza.

La carta en cuestión, dirigida a sus compañeros de profesión, desvela el chollo que tienen los inmigrantes con nuestra Sanidad Pública. Dice así:

Estimados compañeros:

Me dirijo a vosotros para explicar lo que está sucediendo en las farmacias españolas.

Creo que es necesario que esto se sepa porque, por lo que he podido comprobar, hay una estela de secretismo en relación al tema de la Sanidad Pública y los inmigrantes.

Pasa lo siguiente: Yo soy farmacéutica y en mi oficina de farmacia detecto desde hace varios años ya, muchísimas recetas que los inmigrantes ¡NO PAGAN!

Si si, como lo estáis leyendo.

Lo explico. Cuando uno de nosotros, español de toda la vida, va al médico, le extienden una receta con la modalidad de beneficiario normal o beneficiario titular o si está jubilado pensionista titular. Eso quiere decir que se ha cotizado a la Seguridad Social.

Pero los inmigrantes reciben recetas con las modalidades siguientes:

Extranjero titular sin recursos, solicitud de extranjero sin recursos, fármaco gratuito para extranjeros, menor extranjero con fármaco gratuito y, lo peor de todo: pensionista extranjero fármaco gratuito mayor de 64 años.

Esta última modalidad quiere decir que estos inmigrantes se traen a sus ancianos a recibir atención médica y recetas gratuitas pagadas por nosotros los españoles.

Por otra parte, se llevan gran cantidad de medicamentos comprados en la farmacia o regalados a su país, y además se jactan de ello.

Daré más datos: yo resido en Majadahonda (Madrid), y de lo que estoy hablando lo veo cada día aquí.

Se supone que el Ayuntamiento de Majadahonda es de derechas y, el mismo Ayuntamiento, está repartiendo vales a moros y sudamericanos para recibir papillas y leches GRATIS y productos de higiene personal GRATIS.

Estos individuos, una vez que me dan el vale, se compran cremas de 50 euros con el dinero que no se han gastado porque según ellos, y jactándose, los españoles somos todos tontos.

¡Estoy harta!

Además, me han amenazado muchas veces en mi farmacia, pero muchas, y yo luego, con el miedo de salir del trabajo a las 9:30 horas cuando ésta gente sabe dónde trabajo y mi horario.

Es indignante y veo que no podemos hacer nada.

Bueno, pues ya sabéis porque a los españoles nos va tan mal en la Sanidad, porque todo se lo dan a estos UnterMenschen, ya lo veis. Y eso, por no hablar de los pisos de Protección Oficial, los comedores escolares, las guarderías, etc.

O sea, que yo, si tengo un hijo, a mí que soy española de toda la vida, no me da nadie ni una ayuda y me puedo morir esperando. Para triunfar en España hay que ser moro o sudamericano, no saber hacer la “o” con un canuto, y ser un desecho.

Un saludo, Ari.

Puedo confirmar que todo esto es cierto y que no se habla de ello porque no interesa; respondo a quien esté interesado: [email protected]