¿Es el turno del olivar español? Pregunto
Efectivamente las casualidades no existen. Y no existen porque las naciones más poderosas del Planeta y sus grandes multinacionales, no dan puntada sin hilo.
Pongamos un ejemplo: ¿Se acuerdan ustedes de la “gripe aviar”? Pues bien, se llegó a decir incluso, que se trataba de una bacteria incontrolada proveniente de laboratorios militares chinos. Vaya usted a saber. Lo que está claro, es que ya casi nadie se acuerda de aquella alarma social, y que los medios informativos españoles, pasados unos meses, tendieron desde entonces un tupido velo.
Difundieron en su día la noticia por orden de sus amos; alarmaron a la población; se vendieron toneladas de gel desinfectante para las manos y de mascarillas anticontaminación; y, se importaron miles y miles de dosis de vacunas que costaron al erario público un “pastizal”, para que finalmente caducaran olvidadas en algún sótano hospitalario.
Huelga decir que aquella alarma social no fue la única. Podríamos traer a colación aquí y ahora, y por citar algo: “la peste porcina”, “las vacas locas”; o aquella que Alemania lanzó contra España acusando a los pepinos españoles de ser responsables del brote de una cepa muy virulenta de la bacteria Escherichia coli (E. coli) que originó la muerte de una quincena de personas.
Las casualidades como digo no existen. La información es poder. Y, desgraciadamente hoy, toda esa información perfectamente controlada y manipulada políticamente, obedece al interés de algo o de alguien. Tanto es así, que muy recientemente, y después de que los medios informativos lanzaran la noticia de que China amenazaba el negocio español del aceite de oliva con un plan, para la plantación en su territorio de 59 millones de olivos, sale a la palestra la entrada en España de una bacteria denominada “xylella fastidiosa”, que está matando nuestros olivos.
Los medios informativos españoles siguen machacando a Donald Trump, pero alertan a la vez sobre la propagación de esta bacteria, que obligaría a arrancar miles de estos árboles. El olivo sería el más afectado, pero podría dañar, dicen, a más de trescientas clases distintas de vegetales, entre comestibles y ornamentales; cítricos, frutales de hueso, almendros, vid… O sea, esto es lo que nos faltaba, para terminar de arruinarnos y reducir aún más a una región como Andalucía, al paro y a la miseria.
Nunca acertó tanto este dicho castellano: “A perro flaco todo son pulgas”. Una nación arruinada, endeudada, empobrecida, dividida, y con la mayor tasa de desempleo de toda la Unión Europea; con una sociedad enferma, con un gobierno débil y acomplejado, con una clase política mayoritariamente antiespañola, y con una justicia corrompida, sectaria e inoperante, es una nación lo suficientemente desnutrida moralmente, como para incubar toda clase de patologías.
Nos vendieron la burra ciega de la democracia; de la entrada en la comunidad económica europea; de los fondos de cohesión; de la unión europea y del euro; nos dejaron, como todos ustedes saben, sin industria pesada, pesquera y naval; e invitaron a los gobiernos de la democracia y de las autonomías a que vendieran como almoneda de barato nuestras grandes empresas productivas a la Internacional del dinero. Conclusión, ya no nos quedan empresas públicas que vender.
Las élites mundialistas y desde Bruselas, controlan minuciosamente no solo a nuestro gobierno, sino nuestro mercado interior y exterior. Mantenemos una plantilla de 450.000 cargos políticos. Han conseguido que nuestra deuda no sea externa sino eterna. Nos obligan ¡por narices! a admitir refugiados cuando aquí tenemos cuatro millones de desempleados, y a practicar políticas de recortes en sanidad, educación y servicios sociales, cuando un millón de familias españolas no tienen ningún tipo de ingreso. Nos siegan la hierba debajo de los pies, cuando y como quieren. Y, para mayor escarnio, nos orinan en la cabeza y nos dicen que llueve.
Y para terminar, los medios de comunicación, económicamente en quiebra, se sostienen gracias al dinero que sale de nuestros bolsillos otorgado por el gobierno, por lo tanto, esos medios informativos comprados, no están al servicio de la verdad, del ciudadano ni del bien común, están al servicio de este gobierno, y por ende de esa élite mundialista, que ordena cuando y cómo deben difundirse mensajes alarmantes sobre bacterias, epidemias y pandemias, dependiendo de la ocasión económica del momento y de sus feudos preferentes.
Cuando se descubrió que la información era un negocio, la verdad dejó de ser importante.
Hablando de casualidades o mas bien de causalidades me contaba mi abuela que años ha en las tierras de Castilla se sembraban patatas y se recogían sin haber habido durante su siembra y crecimiento problemas de hongos o escarabajos. Un buen día, alguien comenzó a vender arseniato para acabar con una plaga que decían era producida por un escarabajo que atacaba a las hojas de la planta e impedía su desarrollo, escarabajo hasta entonces desconocido y que desde entonces comenzó a ser frecuente en los patatales castellanos.¡ Vamos, que desde entonces alguien se forró vendiendo arseniato o similar. Y aquí… Leer más »
Sin ir tan atrás, yo mismo jamás vi un solo piojo en mi vida y me crié en un entorno muy pobre. Diez años después, a primeros de los 70 salieron unos anuncios raros qie anunciaban Filvit. Pues a continuación empezaron a salir casos de epidemias de piojos en las escuelas.
Sobre su última pregunta, mire a dónde no ha llegado la plaga y compiten con nosotros. Marruecos, Túnez, Turquía…
Y también nos vendieron el IVA. Reecuerdo aquel anuncio que nos decia asi: “A partir de ahora no habrá ITE, ni IL, ni IBA, ni otros impuestos… solo pagarás IVA y pagarás menos”.
¿Es que la gente no se acuerda de aquellos anuncios? Empezamos pagando el 12% de IVA… y ahora pagamos el 21%, y esperad… que aquí no se acaba la cosa… como es muy probable que lleguemos a ver un 28% de IVA o más en los próximos 10 años.
Y si no me creeis, preguntad a Roberto Centeno.