Y esto, que no se corresponde en absoluto con la comedia de Lope de Vega y Carpio, sí parece venir al pelo de lo que va a suceder en un futuro más que inmediato, y a trumpicones, salvo para la pobre Isabel San Sebastián, que unilateral ella, ha resuelto enfrentarse al perverso magnate que es el dueño del Mundo y es de derechas. Como otros ilustrados de peseta, los auto proclamados profesores de ciencia política, mira tú, cuanto saber entre mordiscos y patadas –dentro del saco de la ciencia del mal- a ver quién se queda y quién se va a prener par derrière… -que como sigan violentos terminan todos en silla de ruedas- a quienes les parece un peligro. Inaudito pero cierto, Dios.

Populista, le dicen, como al Maduro, que no termina de estar en sazón para caer de la rama ramera cascabelera y cada vez más grueso de cintura ¿ágil? el pobre, se obstina en llevar a Venezuela a la gloria cubana y a la rica habanera, contra la opinión de los venezolanos que hacen patria y PIB, masculino él, se entiende, al leal saber y entender de la Pagín, la socióloga que fue ministra de sanidad, nada menos y sigue cobrando en la ONU, por la gracia de Rajoi, de nuestros impuestos, no vaya a molestarse algún socialista, o el mismísimo orate que nos la endilgó. ¡Menudo cuajo, Mariano, el borderless de guardarropía! Anda que el polaco, el sindicalista, presidente del Consejo europeo, el otro Donald, pero Tusk, también sabe del asunto, el hombre y se preocupa de nosotros y de los abortistas. Y café para everybody, que paga el ayuntamiento.

Hay que escuchar al Pachi López, el sabio infuso de Portugalete, que es de los que preveen, el jodío, sentado en la presidencia del congreso. Ahí es nada. Y no les parece bien lo que han elegido los americanos ricos y rubios con los ojos azules, los que hacen patria. Seguro que al germano-leganí, Simancas, otro fruto sustancioso de políticas de la Complutense, para sacarnos de pobres, tampoco le gusta lo que se ha elegido en USA, sin ir en listas cerradas y precintadas y sin su visto bueno, ni de tantos otros menesterosos, arrimados a la política según San Mateo, para matar el hambre, la dignidad y el castellano, de paso y al poder ser.

Seguro que a Isabel San Sebastián le parece mejor la gobernanta de planta, ésta de Andalucía, la de la carrera de longitud en derecho, que sabe de todo. ¿Cómo es posible? ¿Cataratas? ¿Sífilis?

Desde la memez que supone andar que si un radioaficionado de León, de Sepúlveda o de Mazarambroz –ojo al de Salobre, al salobreño verdecido y trapalón, que cambia de pelaje con fagcilidad el hombrge- o un fracasado –si tullido mejor- para presidir el gobierno de España o desmembrarla. ¿Estamos locos, tontos o narcotizados? Nos han aburrido y al otro lado del Atlántico tocan a arrebato. ¡Ojos! ¡Ojitos! ¡Ojones! Que se acaban las bromas de matuteros, que se han colado donde no deben. Un respeto al pueblo soberano, que se pasó 781 años de reloj echando moros a palos. Del 711 al 1492. Cansado, coño. Hay gilipollas, si, gilipollas, no hay otro apelativo más caritativo -afectos a la sodomía por demás, no puede ser otra cosa- piensan y lo dicen, que a los Reyes Católicos sólo les faltó invadir Polonia.

¿Por qué no? Sale gratis tanta incoherencia, tanto fracaso, tanta espesura mental y tanta caca rebosante, que nos lleva a pensar que los registradores de la propiedad y las abogadas del estadito –mal menor de corte de manga- tienen razones personales –que nos ocultan arteramente- para permitir asesinar a los concebidos y no nacidos, españoles, siempre que no se haga en horario infantil. Digo.

Hay que escuchar los ecos de los cantares de ciegos, los cantares épicos salidos del magín popular, que no perdona ni esta, ni otras barbaridades que se cometen, de lesa humanidad y a pagar gravemente por las naciones, advertida por Julián Marías (no Javier, no) a voz en cuello y repetidas veces. Otras chuminadas son las de Sánchez Dragó, haciendo el sátiro –bajo palabra de honor, claro- a los ochenta años a la sombra. Algo hay de las ofrendas valleinclanianas en México y de boquillas. El chiste era que un anciano, recién casado con un pibón de yate, decía hacerlo casi todos los días de una semana: casi el lunes, casi el martes, casi el miércoles…

Sigamos el puntero del ciego sabio y cantemos a coro:
Al salir de misa de doce,
me la tienes que pagar.
Mira si se la pago,
que la cosió a puñaladas.
La mujer al verse muerta,
se dejó caer de espaldas
y aquí se acaba la historia,
de una mujer que fue santa.