El peligro de la redes sociales
La victoria de Donald Trump a pesar de tener a toda la prensa mundial en contra nos predice una nueva época donde los medios informativos han dejado de ser influyentes. Una nueva época donde quien maneja hábilmente las redes sociales puede hacerse con el poder. Es una época donde finaliza la práctica de difundir noticias veraces, contrastadas, para que todo un aluvión de mensajes sin rigor, pero que llegan a millones de dispositivos móviles en segundos, dejen su huella en resultados electorales no previstos.
Hasta ayer, los medios informativos, los periódicos, eran quienes impartían opinión influyendo en la sociedad que se creía, que entendía, que los informadores eran profesionales que buscaban la verdad. De hecho, los medios tradicionales tenían mucho cuidado en no meter la pata porque se podían ver frente a unos tribunales de justicia acusados de calumnia y de injuria.
Recuerdo que cuando dirIgía un diario de información general en una provincia andaluza, en Almería, un tribunal nos condenó a pagar un millón de las antiguas pesetas por llamar sinvergüenza a un diputado, antiguo gobernador civil, antiguo presidente de la diputación, antiguo Delegado del Gobierno en Sevilla, cuando se le fotografió votando, con toda la cara, en el escaño del vecino, ausente del pleno.
Ahora vemos como se insulta, se injuria, se miente, se montan campañas contra todos, en las llamadas redes sociales sin que la justicia siente en el banquillo a los que delinquen. Entre otras cosas, porque un medio informativo es responsable de lo que publica. Las redes sociales, que ganan miles de millones, no se responsabilizan de lo que digan sus usuarios.
Si Facebook, YouTube o Twiter fueran responsables de lo que se publique en sus redes, no habríamos llegado a este punto y Donal Trump no sería hoy presidente del país más poderoso del mundo. En una barbaridad, pero no me parece de recibo que se injurie, se calumnie gratis mientras las multinacionales propietarias de las redes se conviertan en las empresas más rentables del mundo.
El GUIÑOL entre derecha e izquierda no es mas que una técnica para poder ROBARLE LA CARTERA al pueblo ( gane quien gane la PARÁSITOCRACIA PIRAMIDAL va a seguir ,con sus miles de LEYES DEL EMBUDO , seguir CEBANSE como YONKIS DE DINEROS PÚBLICOS sobre las espaldas del pueblo al que “prometen” DESDE HACE 40 AÑOS ,mejorarle el sueldo ,asegurarle el trabajo y las condiciones del mismo.CURIOSAMENTE ,los logros para los de abajo han ido en sentido CONTRARIO a lo conseguido para ELLOS.
Cuando al Sistema no le molan los resultados, entonces la culpa es de las redes sociales, de los referendum (referenda) o de que toca hacer pedagogía (porque no se ha sabido explicar a los ciudadanos). Como se nota el verdadero amor que tienen a la libertad y a la democracia …que tanto dicen defender
En los móviles y TV solo aparece la corrupción de un color de todas las maneras , en mensajes en gif, etc etc, solo parece que sea un color el corrupto, gracias a internet sabes que son todos y algunos más , y se puede cotejar, internet es un espacio libre de momento y aunque se puede manipular también puedes buscar datos oficiales como sentencias judiciales, AD es muy plural reparte por igual en su medida justa.
TOTALMENTE en desacuerdo con el artículo. El poder mediático convencional se ha prostituido de tal formo que pocos creen en él. Está subordinado a tinglados financieros y subvenciones públicas, así como a agencias informativas, nacionales e internacionales. Las deudas creadas que arrastran, por la competencia de las redes sociales, les hace rehenes de sus benefactores. Ahora resulta que Trump es cuestionado porque sus votantes se informan en estas “malvadas” redes. Sin duda la información más verás está en las redes-foros porque hay muchos ángulos de visión sobre un tema y no lo que dice la Agencia Routers, por ejemplo, sin… Leer más »
No solo eso, paginas como Facebook muestran una visión muy falsa de la vida, todos tienen vidas maravillosas, van de viaje, de cena, de tapeo, se compran de todo, y el pobre diablo que entra y no se entera, le entra depresión al ver la vida de mierda él tiene.