La condición que puso el gobierno de Donald Trump para no abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU
El gobierno de Donald Trump deslizó en las últimas horas la posibilidad de abandonar el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. A través de una carta publicada por la revista “Foreign Policy”, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, aseguró que Estados Unidos tomará esa decisión si el organismo, al que pertenece desde 2009, no implementa “considerables reformas”.
“Aunque puede que sea la única organización dedicada a los derechos humanos, el Consejo de Derechos Humanos necesita reformas considerables para que nosotros sigamos participando”, señaló Tillerson.
El diplomático aseguró que la Casa Blanca “sigue evaluando la efectividad” del Consejo, pero se mostró escéptico sobre el valor de formar parte de un órgano de derechos humanos que incluye entre sus miembros a países con un cuestionable historial en esa materia, como China, Egipto y Arabia Saudita.
Estados Unidos participa en la sesión del organismo que se encuentra en curso, y que termina el 24 de marzo. La intención es reiterar la “objeción fuerte y por principios al sesgo contra Israel que ha demostrado el Consejo de Derechos Humanos”.
Washington advirtió quiere ver a corto plazo la renovación del mandato de una comisión de la ONU que investiga las atrocidades en Siria, así como de los relatores especiales que investigan casos de tortura y que promueven la libertad de expresión, indicó Tillerson.
Consultado al respecto este martes, durante una conferencia de prensa, el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Mark Toner, no quiso confirmar el contenido de la carta de Tillerson.
Pero sí admitió que el gobierno de Trump mantiene “conversaciones internas, dentro del Departamento de Estado pero también con algunos aliados, sobre cómo aumentar la transparencia y la rendición de cuentas en temas de derechos humanos”.
El administración del republicano George W. Bush votó en contra de la creación del Consejo de Derechos Humanos en 2006 y se negó a participar en él una vez creado, por considerarlo dominado por países violadores de los derechos humanos.
Su sucesor, el ex presidente Barack Obama, decidió sumarse al Consejo de Derechos Humanos con la voluntad de reformarlo desde dentro, y en mayo de 2009 Estados Unidos se convirtió en uno de los 47 miembros de ese órgano.
Desde entonces, tanto la gestión de Obama, como numerosos legisladores estadounidenses, se quejaron de lo que consideraban un sesgo del Consejo en contra de Israel.
La carta de Tillerson respondía a otra que le enviaron en febrero nueve organizaciones no gubernamentales, entre ellas Freedom House y Better World Campaign, en la que argumentaban que Estados Unidos tenía más opciones de defender a Israel si permanecía en el Consejo.
La Carta Universal de los DDHH de la ONU dice que no se puede discriminar por religión… En eso no estoy de acuerdo parcialmente. Si se trata de religiones autóctonas del lugar, estoy de acuerdo. Pero si se trata de religiones invasoras, es destructivo y estúpido. También dice que no se puede discriminar por tendencia sexual. Tampoco estoy de acuerdo parcialmente. ¿La pedofilia es una tendencia sexual aceptable? ¿Y la zoofilia? ¿Y poligamia? ¿Y hacer carnabales obscenos desnudos o casi desnudos de gays y lesbianas? ¿Y adoctrinar a los niños en la homosexualidad? También estoy parcialmente en desacuerdo en no… Leer más »