La excandidata del PSOE al Gobierno aragonés ocultó al fisco 144.000 euros
La excandidata del PSOE al Gobierno aragonés, exconsejera del Ejecutivo autónomo y exsecretaria de Estado de Educación con Rodríguez Zapatero, Eva Almunia, ocultó al fisco 144.000 euros en metálico de una supuesta herencia. Así al menos lo dice su marido, que fue otro alto cargo en el Gobierno regional hace años. Lo esgrime como coartada exculpatoria durante el juicio por corrupción y cobro de comisiones ilegales enmarcado en el denominado «caso Plaza».
Esco ya fue condenado el año pasado a cuatro años de prisión por malversación de caudales públicos en el denominado «caso Naves», una de las piezas separadas del «caso Plaza», el sumario que ha investigado una presunta trama de corrupción con la que se habrían desviado del orden de 150 millones de euros de dinero público aprovechando la urbanización de la gran Plataforma Logística de Zaragoza.
El juicio por el «caso Plaza» propiamente dicho todavía no se ha celebrado pero, mientras tanto, se siguen otros procesos derivados de él. Además del «caso Naves», que se sentenció el año pasado, ahora se dirime el denominado «caso kartódromo», otro supuesto manejo ilegal de fondos por la compra de unos terrenos incorporados a la Plataforma Logística.
Esco -entre otros- está acusado de haberse lucrado de casi 700.000 euros en comisiones ilegales con aquella compra-venta. El grupo de la Policía Nacional contra el blanqueo de capitales concluyó en su informe, incorporado a este sumario, que el matrimonio Esco-Almunia gastaron entre 2004 y 2011 al menos 272.000 euros en metálico que no están justificados en ingresos legales.
Fue, por tanto, en los años en los que Eva Almunia ocupó, sucesivamente, los cargos de diputada regional, consejera de Educación y Cultura del Gobierno aragonés, secretaria de Estado de Educación y consejera de Presidencia del Ejecutivo autónomo, para convertirse finalmente en candidata al Gobierno de Aragón y competir en las elecciones de mayo de 2011 con la popular Luisa Fernanda Rudi -que fue la que acabó ganando aquellos comicios-. Por su parte, Carlos Esco fue también por un tiempo alto cargo del Gobierno regional durante la etapa en la que lo presidió el socialista Marcelino Iglesias. Esco, del íntimo círculo de confianza de Iglesias, fue viceconsejero de Obras Públicas y consejero delegado de la empresa pública Plaza.
Frente a las acusaciones de la Policía y de la Fiscalía, Carlos Esco ha aportado en su defensa un informe pericial de parte, que encargó a un inspector de Hacienda. Éste lo ha defendido durante la vista oral. Sostiene que tal movimiento de gastos en metálico estaría justificado no solo por el elevado nivel de ingresos del matrimonio sino en una supuesta herencia que no declararon y que procedía de sus suegros, de los padres de Eva Almunia.
Está por ver si el argumento convence a las acusaciones. Dice el perito de Carlos Esco que éste y su mujer recibieron una herencia cuantiosa en 2006 que, sin embargo, no declararon al Fisco en todos sus términos. Además de inmuebles, esgrime Esco que hallaron 144.000 euros en metálico en el domicilio de sus suegros y que optaron por no declararlos en el Impuesto de Sucesiones.
En los años que se investigan por el «caso kartódromo», el matrimonio Esco-Almunia realizaron cuantiosas compras en metálico que la Policía considera fruto de ingresos ilegales. Entre ellos, un coche que compraron al contado con 48.000 euros y casi 190.000 euros que gastaron, también con pagos en metálico, en muebles y en obras para reformar sus casas.