No hay otra disyuntiva para nosotros: o una derecha identitaria fuerte y unida, o voto útil al PP
A. Robles.- Escribo estas líneas tras la abultada aunque previsible victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE, lo que nos hace presagiar es la instauración en el Parlamento de un frente común con los podemitas, los separatistas y los proetarras, de calamitosas consecuencias para el futuro de España. El PSOE lleva años deslizándose por la radicalidad como principio político. Las primarias han sido tan sólo el pretexto para la desestabilización de España, la burda coartada de una organización política que, junto con otras emparentadas ideológicamente, ya nos abocó a una guerra civil hace 81 años.
No voy a perder el tiempo ni se lo haré perder a ustedes concibiendo falsas esperanzas respecto a la redención moral de los socialistas. Tampoco sobre la deseada catarsis de una derecha liberal obstinada en que las cosas no cambien cuando ha tenido todo el poder en sus manos para recomponer la gran obra de demolición moral puesta en marcha por los gobiernos de Zapatero. Resaltar la ejemplaridad de de Susana Díaz frente a su oponente, como ha hecho el Partido Popular, es otra forma de desconocer la historia real de España y el papel siniestro que el PSOE ha jugado en ella.
Cuando Primo de Rivera instauró su dictadura en 1923, buscó y obtuvo la cooperación oficial del Partido Socialista y de su central sindical, la UGT. El jefe de los socialistas españoles, Largo Caballero, fue nada menos que consejero de Estado en la dictadura militar primorriverista. El decreto de organización corporativa de noviembre de 1925 instituyó los comités paritarios dominados por los socialistas que, luego, trataron de sacudirse el sambenito de colaboracionismo explicando el uso propagandístico que habían hecho de esos comités. Tan embusteros compulsivos como siempre.
Las elecciones de 1933, las segundas que celebraba la agitada II república, se saldaron con el aplastante triunfo electoral de la CEDA de Gil Robles, lo que desconcertó por completo a las izquierdas. Aquel inesperado y rotundo triunfo vino a confirmar el fortísimo entronque popular de las derechas, algo que el PSOE no quiso ni pudo aceptar nunca. “Frente a la traición, nuestro deber es la revolución”, peroraba Largo Caballero en uno de sus incendiarios discursos post electorales. Es decir, si las urnas no nos dan la razón, quitémosle la razón a las urnas y apostemos por la asonada revolucionaria. Se pueden ustedes imaginar lo que habrían hecho de haber tenido al Ejército de su parte.
Los resultados de aquella revolución golpista son por todos conocidos. Centenares de víctimas mortales, ciudades asturianas destruidas, una fractura social que tardaría décadas en restañar sus heridas y, para muchos, el preludio de la ya inevitable contienda civil. Solo el PSOE fue responsable de aquel agrietamiento súbito que, a partir de entonces, haría irreconciliables las posturas. Si pudiera emplearse en historia política el lenguaje penal, la culpa de aquella revolución-golpista fue de las izquierdas representadas por el Partido Socialista, en un puro movimiento de reacción ante la inminente toma del poder por las derechas, a quienes democráticamente correspondía.
Ni siquiera se esperó a que la tentativa golpista tuviese la complicidad de los errores gubernativos. El nuevo gobierno, con tres ministros de la CEDA, se conoció el 4 de octubre. A la mañana siguiente, cuando los ministros aún no habían tomado posesión aún de sus despachos, comenzó en toda España la huelga general revolucionaria decretada por el PSOE y la UGT. ¿Le recuerda esto algo a Rajoy?
El Consejo de Ministros decretó el día 6 el estado de guerra en toda España. En Madrid fracasa la revolución golpista tras esporádicos tiroteos en dependencias públicas. El ministro de la Guerra, Diego Hidalgo, nombró asesor especial al general Franco, quien llamó inmediatamente al teniente coronel Yagüe para mandar una columna de desembarco sobre Asturias, que desde el principio apareció como el foco principal de la rebelión golpista. Franco se convirtió así en el principal valedor y defensor de la legalidad vigente, recibiendo las mismos parabienes y las mismas adhesiones que 48 años más tarde recibiera el jefe del Estado español, a la sazón Rey, con ocasión de los hechos, bien conocidos, del 23 de febrero.
Con la rebelión golpista de 1934, el PSOE perdió toda la autoridad para condenar el Alzamiento de 1936, sin duda uno de sus argumentos recurrentes en los últimos años. No así el dato de que fuese un socialista, Prieto, el encargado de arramblar con todas las reservas del Banco de España.
Y es que los socialistas siempre han tenido un mismo objetivo: alterar la convivencia entre los españoles. El PSOE ha sido siempre un proyecto sin salida, un oximonon antiespañol, sustentado en las mentiras, la corrupción y las pistolas. Cabe reseñar que socialistas fueron los miembros de la Guardia de Asalto que asesinaron al dirigente derechista José Calvo Sotelo. También es prudente recordar que, sin el apoyo de muchos socialistas en los años 60 y 70, ETA posiblemente no habría sobrevivido hasta nuestro días.
Así que no nos engañemos más ni nos extrañemos de que hoy, el PSOE recurra a la misma estrategia que entonces: desestabilizar y añadir confusión a la vida española.
No hago responsable sólo a la izquierda de lo que sucede. Las intenciones de la izquierda nunca fueron oblicuas. Responsabilizo al PP en igual o mayor medida por renunciar a la aplicación de un programa ideológico coherente con los principios que defienden millones de españoles y por dejar ahora a esos millones de compatriotas a los pies de los caballos.
El terror de la derecha liberal a los métodos matonistas de la izquierda les hace también ser cómplices de este desastre en que se ha convertido la vida española. Lo primero que hizo Rajoy al llegar al poder fue mantener el programa ideológico de la izquierda. Nada regocija más a la izquierda para el cumplimiento de sus siniestros objetivos que la laxitud de sus oponentes, el debilitamiento de la autoridad y, más aún, la infiltración en algunos órganos de personas de su confianza.
No estaría escribiendo hoy sobre esta terrible patología social que es el encanallamiento de la izquierda española si una parte del Estado, de la sociedad civil y de la derecha social se hubiesen comprometido a mantener una lucha sin fisuras, eficiente y sistemática contra ella.
Si los dirigentes del PP se debieran al interés del conjunto, tendrían que haber afrontado de inicio la recomposición urgente de la sociedad española y la demolición de todo el proyecto de ingeniería social de la izquierda. A continuación, meter en cintura a los secesionistas, con todos los instrumentos del Estado de Derecho, reasumiendo al mismo tiempo el compromiso con los valores propios de la tradición española, sin los débiles y tramposos pertrechos ideológicos que han sido oficializados todos estos años.
Con todo lo anterior y ante el incierto futuro que se nos presenta a los que tenemos una visión diametralmente opuesta de España a la que tienen los partidos mundialistas de derecha e izquierda, se nos presenta a los identitarios españoles la oportunidad innegociable de al menos intentar vertebrar un proyecto unitario. Nuestro futuro está condicionado indefectiblemente a la forma como acometamos la gran tarea de aparcar diferencias y egos, de tal suerte que logre modificar, mediante hechos, la realidad cotidiana y, con ella, la percepción que cada día tenemos más españoles de que vivir en España es hacerlo de la forma más indigna posible.
Con Pedro Sánchez al frente del PSOE, la izquierda intentará volver al poder al precio que sea. El antagonismo entre nuestras posiciones y las de ellos hace imperativo que el identitarismo salga de las catacumbas. Frente a la presencia cada vez en mayor número de tingladitos “identitarios” social y políticamente irrelevantes, es hora de una derecha alternativa cohesionada y robustecida con los mejores en cada campo. La situación que se dibuja en el horizonte nos obliga a pronunciarnos sobre si queremos o no seguir estando tan divididos y tan mal avenidos, o si por el contrario estamos dispuestos a que las cosas empiecen a moverse.
Necesitamos una derecha identitaria que sirva de muro de contención a las políticas frentistas de la izquierda radical. Si no somos capaces de atender al desafío de al menos intentarlo, con la grandeza humana que la situación nos exige; si sigue imperando la cortedad de miras, la falta absoluta de estrategia y de ideas geniales, el gigantesco oportunismo, el todos ciego antes que admitir al tuerto, entonces no nos quedará otra opción que contemplar la del PP como la menos mala para guarecernos del tornado que se aproxima.
Por desgracia es mucho lo que nos jugamos en los próximos años como para andarnos por las ramas. Lo que busca Pedro Sánchez es el gobierno a toda costa, apoyado en la izquierda podemita y los separatistas, la implantación de los objetivos mundialistas, el reemplazo demográfico de los españoles, el sometimiento de la nación al interés de los separatistas, la represión de las ideas que aquí defendemos con los métodos expeditivos empleados por los bolivarianos, la persecución de los católicos, la disolución de todo cuanto conserve algún valor moral, además de abocarnos a la rúnica económica.
Es verdad que el PP nos ha defraudado a todos, que ha incumplido todo aquello que le hizo contar con el apoyo de cientos de miles de votantes no liberales, que carece de todos esos principios que en campaña dice defender, que ha convivido con la corrupción de forma escandalosa, que Mariano Rajoy ha demostrado falta de agallas, que mencionar a muchos de sus dirigentes no nos sería posible sin una sensación incontenida de asco, pero con todo lo anterior, será cien veces preferible a un Frente Popular, si los que tenemos conciencia del problema seguimos sin hacer nada para acercarnos a la solución.
Quiero que los lectores mediten seriamente sobre si merece la pena que intentemos responder a la apremiante exigencia de una derecha alternativa fuertemente comprometida con nuestro destino. Y si pese a las evidencias presentes e históricas decidimos mantenernos en el actual inmovilismo, atacándonos los unos a los otros, para mayor gloria de los que persiguen el ancestral “divide y vencerás”, entonces no nos quedará otra que apelar al voto menos malo para que el naufragio no nos pille con lo puesto. Eso o la tragedia para España que se barrunta en el horizonte. Solo que esta vez será ya definitiva, sin que nadie pueda rescatarnos, porque no habrá Estado, ni pueblo, ni ejército, ni raza, ni civilización, ni siquiera país que pueda resistir otra pasada por la izquierda radical encabezada por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.
Cuando el voto”útil” es realmente inútil y el mal menor acaba siendo la avanzadilla del mal mayor, esa disyuntiva no existe.
O voto patriota o abstención y no legitimar el sistema, y menos a los corruptos morales y económicos del Partido Puto.
https://www.alertadigital.com/2017/06/16/adios-al-mal-menor/
Recomiendo vivamente la lectura de este artículo, viene a explicar mejor que yo el tema
Aun estando de acuerdo con la mayor parte del diagnóstico y del análisis, me parece lamentable que en las conclusiones se siga alentando, aunque sea como mera posibilidad, el voto útil al PP. Mire usted, no, no y no. Esto es ya una tomadura de pelo. ¿Qué más tiene que ocurrir para que dejemos la dichosa teoría del mal menor? El PP ya ha sobrepasado todos los límites morales y todas las líneas rojas habidas y por haber. Si uno tiene un mínimo de conciencia moral o de escrúpulos, no puede seguirles votando. No sería votarles con la nariz tapada,… Leer más »
Esperemos que el PSE apoye al PP en lo de Cataluña contra estos desarmados que solo miran para ellos mismos, no les importa un bledo los catalanes.
Al PP nunca. A los tibios, el vómito. A los corruptos, los Tribunales. No son más que el preservativo que desde el sistema se arbitró para acabar con las fuerzas nacionales. Fariseos, señoritos, convidados. Basura.
Brillante exposición.
Se busca “el hombre nuevo”. Sin esta concepción, que D.Armando Robles expone, no se puede hacer frente a ningún enemigo. La única arma que hizo grande a España fue el sentido identitario.
A los enemigos hay que descubrirlos: son maestros de la mentira y el engaño. Maestros de la infiltración y del divide y vencerás. Lo único que temen es que los “durmientes” despierten. El camino es el de la “identidad” como expone D. Armando.
La única opción para salir de la marginalidad es la constitución de una coalición de todas las fuerzas políticas que están a la derecha de esa estafa llamada PP, diseñada para mantener cautivos a los electores derechistas. Hay que sumar las Falanges, Democracia Nacional, Alianza Nacional, AES, Comunión Tradicionalista, Vox, Movimiento Católico Español y Familia y Vida. Eleborar una plataforma de mínimos común y presentarse como opción de representación para muchos votantes conservadores que no se sienten representados por el corrupto y amoral PP. En las últimas europeas las opciones a la derecha del PP sumaron 378.000 votos. Esa semilla… Leer más »
Muchas gracias, D. Armando, por estas reflexiones que compartes. En un escrito que publicaste ayer con motivo del atentando terrorista islamista en Manchester afirmas lo siguiente, que me parece inapelable y me gustaría citar aquí: “No puedo creer que la casta europea esté tan ciega que le impida ver el problema que ha creado. Sí creo que Europa, o sucumbe y desaparece, o está abocada a una nueva guerra en su territorio.” Fuente: https://www.alertadigital.com/2017/05/23/de-la-cobardia-de-los-europeos-a-la-tanatocracia-mundialista/ Cito esta parte de tu escrito de hoy porque considero que es clave de cara a la constitución de una fuerza nacionalista en España capaz de… Leer más »
El postulado brilante.
La mies es mucha, los obreros pocos.
Yo no se mucho de psicología de masas. Pero, es evidente que el miedo puede o de hecho maneja voluntades mayoritarias. En la transición eran el deseo de enterrar el pasado, el miedo a un posible enfrentamiento y las ganas de vive democráticamente. Todo eso esta bien con tal de no olvidar los valores, principios y creencias, y sobretodo a Dios. Se ha ido renunciando continuamente y ahora el desarme moral es enorme. Por ejemplo, el sentimiento patriótico. El respeto a España y el cariño por las otras regiones. que queda de eso? La verdad es que casi nada. Lo… Leer más »
Yo prefiero un gobierno del PP robando a todo poder, a manos llenas, antes que un frente guerracivilista revanchista islamófilo y ultraprogre que podría causar la muerte definitiva de España y del pueblo español. Y sin guerra, no la necesitan.
El problema del PP ya no es que robe, es que aplica las mismas políticas corrosivas que el PSOE o Podemos sólo que de manera más perspicaz.
Con el PP España se va a la mierda a 100 por hora, con PSOE-Podemos a 150 por hora. El destino es el mismo.
El voto útil es la opción del cobarde.Antes que eso la abstención y no legitimar al sistema con el voto a un partido sistémico.
Por qué en España no hay una derecha potente que haga frente a la izquierda, a los nacionalistas y al peligro que está entrando por nuestras fronteras. No se pueden organizar todos los partidos que defienden España para hacer un frente común a la avalancha que se nos viene encima. El PP no es un partido de derecha, que al igual que ciudadanos, son de izquierda, y esos no representan a muchos miles o millones de españoles, por qué no hay un partido fuerte de derecha que haga frente a los peligros a los que se enfrenta la nación española.
¿Partidos nuevos? La cosa está muy difícil. Pues al modificar la ley de partidos, “para evitar la corrupción”, éstos se tienen que financiar del presupuesto. Pero si no estás dentro, no tienes financiación. El resultado de esta absurda ley, es que la partitocracia se ha “bunkerizado” y no admiten nuevos jugadores. El problema no debe ser, que los partidos puedan financiarse privadamente. El problema es saber quiénes los financian. Pero siguen financiándose privadamente, mediante la extorsión, como si fueran organizaciones mafiosas (realmente lo son). Pensar que el PP es el “mal menor” es engañarse a si mismo. Mariano Rajoy Brey… Leer más »
Pues personalmente no pienso votar “útil” nunca jamás. Estoy hasta los webs del “mal menor”. “Mal Menor” que una vez instalado en las poltronas del poder no resulta ser tan “menor”, pues en una dejadez de funciones y de cojones sin precedentes en la historia, ceden de manera más o menos dócil a todas las exigencias de la izmierda y la masonería separatista. Para tener que seguir cada día contemplando y pagando esta ignominiosa bajada de pantalones de un PP que no ha cumplido una sola de sus promesas electorales ni ha metido en cintura a terroristas y separatistas, para… Leer más »
Otra vez más,coincido en plenitud y me ahorras escribir idénticas palabras y sentimientos. Pocas cosas generan mayor desesperanza y vergüenza que ver como una tropa de cobardes, arribistas y ladrones,…ostenta el poder para no utilizarlo debidamente, sino para parasitar las instituciones, enriquecerse, corromper los valores patrióticos de la Sociedad y permitir la invasión de nuestras fronteras y exterminio progresivo de nuestra raza. Permitir todo eso,como alternativa al mal supuestamente mayor que sería la reedición de otro Frente Popular, nos coloca en una sociedad aún mas narcotizada y lobotomizada que la venezolana, fiel reflejo de lo que aquí puede pasar. No… Leer más »
La Psoe ha sido el cáncer de España, salvo a Besteiro y, a Felipe Gonzalez.La UCD y luego el PP siempre han ido a rebufo. En la Segunda República, el peor, no fue Largo Caballero, que era lo que era un marxista -leninista y todo el mundo sabía lo que pretendía ( hoy un Pablo Iglesias),el pero y mas malo fue Azaña, que era un socialdemócrata,mucho más preparado y más peligroso. Después de Suarez, tanto con Eta como con CIU, la psoe siempre ha obligado al PP a pactar con los nacionalistas o irse a la oposición aún ganando, porque… Leer más »
Mi opinión es ¡CORRE TODO LO QUE PUEDAS Y NO MIRES ATRÁS! porque no hay nada que hacer. Lo mires como lo mires ganan los malos y los niños españoles de hoy, serán la carne de matadero del mañana y eso es imposible pararlo. Solo queda una opción, huir a Hungría, u otro lugar similar, que aún exista alguna esperanza.
Estoy muy de acuerdo con la primera parte de su disyuntiva, Don Armando. Pero con la segunda, no, sinceramente.
El PP no sólo sea un partido corrupto, que esto se soluciona encarcelando a los responsables directos. Es que es el partido que ha hecho dejación de sus obligaciones con los catalanes, con todos, y es el partido que, tal como vaticino desde hace tiempo, se venderá España a cambio de evitar la presunta independencia de una parte de ella.
Es esto lo que me impide votarlo.
Es la pura realidad.
Se puede decir más alto, pero no más claro.
A mi lo que me gustaría es que surgiese un español que nos uniese a todos los que estamos dispuestos a empezar la “purga Benito”. Sin temores a los ataques del maligno. Juntos como una piña. De España entera. De sur a norte. Con un solo lema. Dios, Patria (España) y orden. Que se convirtiese en el partido de la salvación.
PD.Y que pidiese a Papá mundialista que se canonizara a Franco.
Lo malo de este noble ideal es que requerirá sangre por hectometros. Lo bueno es que a lo mejor nos libramos de algo peor.
Magnífico artículo Don Armando, pero aún estando absolutamente de acuerdo y sintiéndolo mucho ni tapándole las narices con las dos manos votare al PP, solo de pensar en votar a la pitufa vicepresidenta, a la Villalobos, a la Cifuentes, etc, etc, repito lo siento mucho, pero es tal la alergia que me producen que no puedo. Ojala Usted a través de Soluciona consiguiera esa unión de partidos identitarios patriotas que nos saquen de esta basura que la izmierda ha convertido España.
Suscribo su acertado comentario amigo Julio. Nada relevante que añadir