Okinoshima, la isla Patrimonio de la Humanidad en Japón que prohíbe la entrada a las mujeres
El Comité del Patrimonio Mundial de la Unesco ha inscrito a la isla de Okinoshima, lugar sagrado de Japón, en la lista de sitios culturales más preciados de nuestro planeta pese a que el islote prohíbe a las mujeres pisar su territorio.
Con una extensión de solo 80 hectáreas, Okinoshima recibe visitantes del exterior, es decir, varones, solo una vez al año: los 27 de mayo. Sin embargo, para ello deben someterse a varios rituales, como desnudarse por completo y realizar abluciones en el mar. Además, solo 200 serán los elegidos para efectuar la visita.
La isla Okinoshima, considerada una ‘shinto kami’ (sitio sagrado en español) es propiedad del Santuario Munakata Taisha, que sólo permite a sus sacerdotes llegar a su territorio, salvo durante el festival anual de mayo. “Los vestigios arqueológicos de esta pequeña isla se han conservado prácticamente intactos y ofrecen una visión cronológica de la evolución de los ritos religiosos practicados en ella desde el siglo IV al IX de nuestra era”, explica el sitio oficial de la Unesco.
Según el periódico ‘The Japan Times’, aunque la razón de la prohibición de las mujeres en la isla no está del todo clara, la menstruación podría ser una de ellas. Para el sintoísmo la sangre es una sustancia impura, de manera que consideran que la menstruación “podría manchar” los santuarios.
Por su parte, el ministro de Exteriores japonés, Fumio Kishida, recalcó en un comunicado que la isla, “única y preciosa”, ha sido desde tiempos muy remotos un lugar de intercambio con el extranjero y que cuenta con numerosas muestras que lo demuestran. Okinoshima es el 17.º lugar japonés en la lista de la Unesco.
La unesco como siempre arrogandose la representacion de la humanidad…
BUENO; AQUÍ EN SEVILLA TAMPOCO SE DEJABA SALIR DE PENITENTE NAZARENO CON CAPIROTE A LAS MUJERES HASTA QUE LOS PUTOS ROJOS SE METIERON DE POR MEDIO. AUNQUE SI PODÍAN IR DETRÁS DEL CRISTO O LA VIRGEN VESTIDAS CON MANTILLA.
DE HECHO AÚN HAY HERMANDADES QUE LO PROHÍBEN AUNQUE DE ESCONDIDAS (COMO VAN CON CAPIROTE) ALGUNAS LAS CUELAN.
Efectivamente así es. En esa isla no existe la corriente eléctrica ni el agua corriente.
Cada dos semanas cambia el monje sintoísta que cuida el templo, antes de entrar en la isla realiza el “misogi” que consiste en purificarse enteramente en aguas del mar.
Cada semana llega el barco para suministrarle provisiones.
Las mujeres aceptan de buen grado esta situación en señal de respeto a esa antiquísima tradición .
Esta isla es una de las pocas cosas que no conozco de Japón.