Helena M. Martínez Carrasco.- Querida compañera De Vicente: Ayer me llegó a un grupo de WhatsApp el vídeo de “la intervención en Melilla” y pronto se hizo viral, tanto que rápidamente la actuación llevada a cabo por los Policías Nacionales copó foros y por supuesto, programas de televisión.

Me gusta seguirte, te considero una buena Letrada penalista y por eso, me atrevo a tratarte de tú a tú porque nos dedicamos a lo mismo, pero con una salvedad: yo me enfrento a diario a grandes tomos de papel donde la tinta a veces, se escribe con sangre y sueños rotos de policías.
He visto a grandes profesionales lamentarse amargamente porque las secuelas que les quedaron de una intervención policial los deja en segunda actividad sin apenas cumplir la treintena de edad, he visto a policías de vocación, de cuna, tener que abandonar unidades de seguridad ciudadana y tener que dar otro servicio pero esta vez, en una oficina, haciendo DNI, (sí, se hacen, y pasaportes también), y también he visto el vídeo de la “famosa intervención en Melilla” y oírte decir que la actuación fue desproporcional, como compañera, me duele.

Analicemos la situación: un señor armado con un cuchillo que campa a sus anchas amenazando la vida, (sí, la vida) de policías nacionales. ¿Que son más en número? Sí. ¿Que el señor que porta el arma blanca lleva intención de usarla? También. Pongámonos que la use contra uno, solo contra uno. Es mucho, es demasiado.

¿Qué se supone que deben hacer por ser mayoría en número? ¿Hablar con él? ¿Negociar? No, querida compañera, deben actuar, así los han preparado, enseñado, formado, así se han grabado a fuego el artículo 5 de la Ley Orgánica 2/1986, de 13 de marzo, de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad en su apartado c) “En el ejercicio de sus funciones deberán actuar con la decisión necesaria, y sin demora cuando de ello dependa evitar un daño grave, inmediato e irreparable; rigiéndose al hacerlo por los principios de congruencia, oportunidad y proporcionalidad en la utilización de los medios a su alcance”.
Compañera, analiza este precepto, te sigo, sabes hacerlo bien: se cumplen todos y cada uno de los requisitos de esta Ley, ¿no es cierto? La actuación es rápida, con decisión, con oportunidad y sí, con PROPORCIONALIDAD, la proporcionalidad de un compañero que vela por la integridad de los demás (ayer de sus compañeros, mañana de cualquiera de nosotros), con principios (también de actuación).

*Letrada del Ilustre Colegio de Abogados de Sevilla. Adscrita a Unión Federal de Policía Sevilla.