Estos son los depredadores sexuales de Newcastle: Nashir Uddin, Taherul Alam, Mohammed Hassan Ali, Mohammed Azram, Monjur Choudhury, Saiful Islam. Second row: Abdulhamid Minoyee, Jahanger Zaman, Mohibur Rahman, Prabhat Nelli, Nadeem Aslam, Eisa Mousavi. Third row: Habibur Rahim, Badrul Hussain, Carolann Gallon, Abdul Sabe, Redwan Siddquee, Yassar Hussain.

Diecisiete hombres y una mujer de origen extranjero han condenados a penas comprendidas entre 18 meses y 21 años por pertenencia  a una red dedicada a la explotación sexual en Newcastle (norte de Inglaterra). Su modus operandi consistía en atraer a menores vulnerables y procedentes de familias desestructuradas, a las que ofrecían alcohol y drogas antes de agredirlas. La mayoría de los acusados proceden de Bangladesh, India, Irán, Irak y Turquía.

Tras el juicio celebrado en el tribunal de Newcastle, el jurado consideró a los hombres culpables de hasta cien delitos cometidos entre 2011 y 2014, entre ellos violaciones, tráfico de seres humanos, conspiración para incitar a la prostitución y suministro de drogas a las víctimas.

Los hombres captaron a más de 20 víctimas, a las que invitaban a domicilios particulares, la mayoría en el extremo oeste de la ciudad, para consumir alcohol y drogas, en particular mefedrona (“Mkat”), cocaína y cannabis. A cambio del consumo de drogas les exigían servicios sexuales.

Las víctimas, todas ellas inglesas de raza blanca de entre 13 y 25 años, fueron atacadas porque eran vulnerables y por su escasa propensión a denunciar los hechos, argumentó la fiscalía. La corte escuchó los relatos de algunas de estas mujeres. Contaron que eran drogadas antes de ser agredidas sexualmente.

La policía identificó a 108 víctimas potenciales, aunque se cree que el número es aún mayor.

Este caso guarda similitudes con los que fueron descubiertos en Rotherham y Rochdale, en los que pandillas de asiáticos con la nacionalidad británica mantuvieron secuestradas a menores de raza blanca para abusar de ellas.

La policía pudo detener a los agresores sexuales gracias al testimonio de un pederasta condenado – conocido como XY – al que se llegó a pagar 9.680 libras esterlinas para que iera a conocer el lugar donde mantenían secuestradas a las niñas. Un portavoz policial lamentó que no se pudiera detener a los criminales siguiendo métodos convencionales.

Veinte hombres cada noche

En 2010, nueve hombres han sido declarados culpables por explotar sexualmente a menores de raza blanca a través de dos restaurantes de Manchester (norte de inglaterra) en los que ofrecían comida, alcohol, cigarros y drogas a sus víctimas a cambio de sexo.

Los nueve hombres, de entre 24 y 59 años, fueron hallados culpables por un tribunal de Liverpool (norte de Inglaterra) de los cargos que se les imputaban de abuso sexual, violación y trafico de menores.

Los abusos, que tuvieron lugar enstre 2008 y 2010, se produjeron en dos establecimientos de comida rápida donde los acusados, después de agasajar a varias chicas, algunas de 13 años, con alcohol y drogas “se las pasaban de uno a otros para tener relaciones sexuales con ellas”.

Algunas de las víctimas fueron golpeadas y obligadas a tener relaciones sexuales con “varios hombres en un mismo día, varias veces a la semana”.

Según medios británicos como ‘The Guardian’ y ‘Times’, las menores víctimas de abusos estarían entre medio centenar y un centenar respectivamente.

Una de las menores declaró en el juicio que le obligaron a tener relaciones sexuales con 20 hombres en una noche y otra denunció que fue violada por dos hombres cuando estaba tan borracha que vomitaba mientras tanto.

La policía reveló que las adolescentes afectadas procedían de ambientes familiares “caóticos” y “deprimidos” y que los procesados las iban a buscar en lugares donde se congrega la gente joven, como las tiendas de comida rápida.

Los condenados alegaron que desconocían que las chicas implicadas eran menores de edad, pero el responsable de la investigación policial aseguró que los nueve hombres “buscaban deliberadamente chicas muy jóvenes, vulnerables e impresionables para aprovecharse de ellas”.

A pesar de que una de las víctimas, de 13 años, acudió a la policía después de que quedarse embarazada de uno de sus agresores, la investigación no se puso en marcha hasta dos años después.