España será la segunda potencia mundial de vino pese a la caída del 20 % de la cosecha
La vendimia avanza rápidamente, con previsiones de que la cosecha caiga al menos un 20 % por la sequía y otras adversidades climáticas, aunque España se situará en segunda posición del ránking mundial, por detrás de Italia, y por delante de Francia, según fuentes del sector vitivinícola.
El ejercicio se caracteriza por repuntes de la cotización de la uva y el buen momento de mercado, aunque se ve empañado en zonas como Castilla-La Mancha por denuncias del sector agrario sobre posible fijación de precios por parte de los compradores para evitar mayores subidas y sobre “chaptalización” (adición de azúcar para aumentar graduación alcohólica, ilegal) de algunas bodegas.
El presidente de Cooperativas Agro-alimentarias, Ángel Villafranca, ha detallado a Efe que este año se obtendrá la peor cosecha mundial en más de una década y, por tanto, los mercados han estado “activos” en los países del Cono Sur -Argentina y Chile-, que han experimentado precios y demanda “importantes”.
Una coyuntura que, previsiblemente, también se repetirá tras la vendimia española, ha avanzado.
Las cooperativas esperan unos 35 millones de hectolitros para España, aunque las estimaciones “se van ajustando a la baja” cada día, a medida que avanzan las semanas sin lluvias.
Desde La Rioja, el secretario general de ARAG-Asaja, José Antonio Torrecilla, ha explicado que la vendimia arrancaba el 10 de agosto en la Comunidad, con precocidad, y podría concluir durante la primera semana de octubre al desarrollarse con gran celeridad.
Hasta el 10 de septiembre se han recogido 47,5 millones de kilos de uva, según Torrecilla, quien calcula que cuando termine la campaña la producción máxima amparable en la Denominación oscilará entre 300 y 350 millones de kilos, a partir de 64.000 hectáreas sobre las que se ha aplicado un sistema de rendimiento “escalonado” en función de las zonas y afección por las heladas de abril.
Como novedad, ha señalado respecto a las tres apelaciones históricas en la DOCa Rioja (Rioja Alta, Rioja Alavesa y Rioja Baja) que se ha decidido modificar esta última, que será sustituida por “Rioja Oriental”, ya que el término “Baja” puede ser mal entendido por los consumidores.
En cuanto a los precios, ha apuntado que son “muy, muy interesantes” y se alcanzan valores de entre 1,10-1,50 euros por kilo para variedades tintas y 80-90 céntimos de euro para blancas.
El responsable de vino de COAG, Joaquín Vizcaíno, estima 18 millones de hectolitros para Castilla-La Mancha y 35-37 millones a nivel nacional.
Vizcaíno ha criticado “lo que parece un control de precios” por parte de los industriales, ya que los grandes elaboradores repiten los mismos precios en el sur peninsular, por lo que reclama una investigación a la autoridad de Competencia (CNMC).
“Para un año que hay poca cosecha y demanda internacional, no dejan subir los precios”, marcando unos niveles insatisfactorios que puedan replicar luego los compradores de vino, ha insistido.
Vizcaíno ha denunciado también irregularidades que se repiten, sobre todo en Ciudad Real, porque a finales de cada cosecha -“y es así todos los años”- aparecen en las estadísticas “un par de millones de hectolitros o tres, y nadie parece saber de dónde”.
Opina, así, que hay bodegas que pueden estar utilizando productos de origen no vínico para incrementar inventarios de vino.
El responsable de vino de la organización agraria UPA, Alejandro García-Gasco, ha calculado en 19 millones de hectolitros la producción que tendrá Castilla-La Mancha, primera potencia nacional.
Sobre las cotizaciones, García-Gasco ha señalado que los precios han subido, aunque se partían de niveles muy bajos y siguen sin cubrir los costes de producción, ni compensar al sector por la caída de la cosecha que experimentarán en La Mancha y otras regiones.
UPA ha pedido a los viticultores que denuncien si detectan incumplimientos de la ley de la cadena alimentaria -que obliga a realizar contratos que indiquen los precios-; una reflexión sobre por qué Francia o Italia tienen un mejor comportamiento en exportaciones que España y que “caiga el peso de la ley” si se descubren bodegas que recurren a la “chaptalización”.
Italia espera obtener esta campaña unos 40 millones de hectolitros y Francia, alrededor de 37,2 millones.