Los obispos catalanes, ‘julais’, canallas y corrompidos, abandonan a los católicos de la región, la mayoría contrarios a la independencia
La Iglesia catalana está aterrorizada. Sorda y muda estos días ante el aquelarre independentista puesto en marcha por el Parlamento catalán de forma fraudulenta, los obispos y sacerdotes de la región no se atreven a alzar la voz. A decir verdad, no se atreven a expresar opinión alguna en contra de lo que unánimemente ha sido considerado el acontecimiento más grave para la convivencia de Cataluña en los últimos 80 años.
El mutismo de la Iglesia catalana es un síntoma inequívoco de la degradación moral de una institución que en Cataluña alcanza el tope. “Si con lo que está cayendo, con parte de la región en pie de guerra y la otra parte amenazada, con una brecha social que alcanza a todos los sectores de la vida catalana, con miles de familias aterrorizadas ante un futuro incierto, con la ruptura de la convivencia en decenas de municipios, con un ambiente prebélico en las calles, con la exaltación del delito en las instituciones; si con todo esto, los prelados catalanes mantienen silencio, entonces es que la putrefacción de la Iglesia catalana es mayor de lo que suponíamos”, ha manifestado David Coello, un seglar de Santa Coloma.
Tan sólo el Padre Custodio Ballester, párroco de la iglesia de la Inmaculada de Hospitalet hasta su destitución hace unas semanas por enfrentarse al separatismo y sus cómplices del lobby gay, se atreve a responder con dureza a la nota firmada por todos los obispos catalanes el 11 de mayo firmada por todos los obispos catalanes. En ella afirmaban sin embozo que “nos sentimos herederos de la larga tradición de nuestros predecesores, que les llevó a afirmar la realidad nacional de Cataluña, y al mismo tiempo nos sentimos urgidos a reclamar de todos los ciudadanos el espíritu de pacto y de entendimiento que conforma nuestro talante más característico”. Seguidamente, para que no haya lugar a dudas, vuelven a insistir: “Por eso creemos humildemente que conviene que sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán, para que sea estimada y valorada su singularidad nacional, especialmente su lengua propia y su cultura, y que se promueva realmente todo lo que lleva un crecimiento y un progreso al conjunto de la sociedad, sobre todo en el campo de la sanidad, la enseñanza, los servicios sociales y las infraestructuras”.
Hay muchos que ven en esta carta el reflejo de la proverbial cobardía de los prelados catalanes, temerosos de que una actitud ambigua ante el procés independentista les ponga otra vez, como en la II República, en el punto de mira de separatistas e izquierdistas radicales. “Valoran más su supervivencia personal que la exigencia pastoral”, lamenta el párroco de León Jesús Calvo.
La indignación es patente entre los católicos catalanes, la mayoría contrarios a la independencia. “¿Para qué se reunieron los obispos catalanes? ¿Para compartir experiencias evangelizadoras? ¿Para constatar que la práctica religiosa cae en picado en Cataluña y poner remedio? ¿Para salir a las periferias a anunciar a Cristo? ¿Para desagraviar a la Moreneta por los insultos de la CUP y las pintadas en iglesias? ¿Para protestar por la burla de la Ferrusola, la ‘madre superiora de la congregación’? ¿Para llamar a una regeneración de la vida política corrompida? ¿Para anunciar que las cubanas y demás simbología política no se permitirán en los campanarios? ¿Para defender la libertad de las familias para educar a sus hijos en sus creencias? ¿Para avisar a los políticos que no es competencia suya imponernos la ideología de género? ¿Para rechazar la politización de la Iglesia? ¿Para abogar por la convivencia, hermandad y caridad entre hombres y pueblos de España, superando el ‘foragitarem els invasors’ de Puigdemont? ¿Para rezar por los 25.000 abortos practicados al año en Cataluña? ¿Para reevangelizar Cataluña bajo el patrocinio de la Virgen de Fátima en su centenario? ¿Para rechazar la constitución anticristiana que ya elaboran algunos nacionalistas? ¿Para aborrecer el odio y egoísmos sembrados por el espanyansroba? ¿Para acordar no pedir el voto para partidos políticos en las hojas diocesanas, como hizo Novell? ¿Para recordar que los políticos se deben someter a la ley legítima para garantizar la convivencia?”, señalaba uno de los portavoces mediáticos más comprometidos con la españolidad de Cataluña.
Además de dar la espalda a su grey, el lacayunismo de los obispos catalanes con los protagonistas del procés sedicioso sonroja e indigna a muchos. “Se reunieron con el fin de emitir un comunicado para afirmar la realidad nacional de Cataluña y pedir que sean escuchadas las legítimas aspiraciones del pueblo catalán, que en el contexto del procés ya sabemos cuáles son. Así lo entendió Puigdemont, que por cierto no asistió a la beatificación en Gerona de los siete mártires de Canet de Mar, asesinados en el Gobierno de Companys”, señala Pablo Boix, un antiguo feligrés de Hospitalet, que confiesa que desde la marcha del Padre del Padre Custodio no ha vuelto a pisar un recinto católico.
A pesar de los esfuerzos de tantos obispos rastreros por alejar a los feligreses catalanes de las parroquias, el Padre Custodio alza su voz para expresar su “perplejidad y tristeza”. Estas han sido sus palabras remitidas a AD a través de una nota: “Durante meses se me ha conminado a evitar cualquier connotación, en mis palabras y actuaciones, que pudiese ser interpretada como un posicionamiento a favor de la unidad de España, que forma parte de las legítimas aspiraciones de la mitad del pueblo catalán; porque se me indicó que cualquier manifestación pública en ese sentido podía provocar crispación y división entre los fieles católicos que viven en Cataluña. Por tanto, que la procesión con el Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios en Hospitalet estaba fuera de lugar; que la Santa Misa celebrada por los difuntos en acto de servicio de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no era de mi competencia; que la atención pastoral prestada a los nonagenarios socios de la Hermandad de la División Azul y el posterior acto académico eran una provocación en toda regla; y que la manifestación contra la cristianofobia y por la libertad de culto y de expresión en la Plaza de San Jaime -con la imagen de Cristo crucificado- no era conveniente que estuviera acompañada por ningún sacerdote porque producía crispación social.
Me siento profundamente engañado por unas palabras que llegué a considerar hasta sinceras por el empeño que se ponía en hacérmelas comprender casi al precio de parecer tonto. Y referidas en cualquier caso a actuaciones meramente evocativas, sin una directa operatividad política y social. Capítulo aparte merecen los posicionamientos y actuaciones de algunos obispos ante mi participación en las manifestaciones mensuales contra el aborto en el Hospital de San Pablo, intentando desactivarlas a causa de la incomodidad que les generan.
Perplejidad y tristeza, sí. Porque ustedes, señores Obispos, se han posicionado públicamente a través de su Nota afirmando la realidad nacional de Cataluña, concepto no pastoral sino político, no fermento de unidad, sino de discordia. Porque consideran legítimas y ahora legitimadas por ustedes, las aspiraciones de menos de la mitad de los catalanes (aunque por bastante más de la mitad del poder político y eclesiástico) a estimar y valorar una singularidad nacional fabricada hace cien años por Prat de la Riba y las Bases de Manresa. Aspiraciones ahora concretadas en el empeño de esos poderes por un referéndum para consumar la destrucción de una unidad que ha durado siglos. Unidad no sólo de España, sino también de Cataluña, en la que el autodenominado “pueblo catalán” pretende someter a los que tan atinadamente llamó Candel “els altres catalans”. De momento, mediante un referéndum que los enfrente y los confronte.
Ustedes, Sres. Obispos ¿se sienten herederos de la larga tradición de sus predecesores que les llevó a afirmar la realidad nacional de Cataluña? Pues yo también me siento heredero, junto con esa otra mitad de catalanes silenciados también por la Iglesia, de una tradición muchísimo más larga y más catalana que la suya.
Me siento heredero de aquellos que en las Navas de Tolosa unieron las fuerzas de toda la España cristiana -Asturias, Castilla y León, Navarra y Aragón- para defender la libertad de profesar la fe verdadera frente a la intolerancia sanguinaria del Islam. Me siento heredero de aquellos sacerdotes y obispos que enviados por Isabel y Fernando al Nuevo Mundo, evangelizaron las Américas y confirieron la dignidad de hijos de Dios a hombres y mujeres de otras razas que se convirtieron por la fe no en esclavos, sino en súbditos libres de su Madre Patria, iguales en derechos a los demás españoles.
Me siento heredero del Somatén de Sampedor que se levantó con el timbaler del Bruch el dos de mayo de 1808 para defender una patria española que, invadida por los ejércitos de la atea Ilustración francesa, amenazaba con destruir la fe de una nación constituida sobre ella. Me siento heredero también de Mossén José Palau, Sacristán mayor de Nuestra Señora de Belén, bárbaramente mutilado y quemado vivo en su iglesia cuando la multitud anarquizada arrasó con todos los templos de Barcelona el 19 de julio de 1936, y arrebató la vida de cientos de sacerdotes y religiosos, a los que siguieron luego varios miles bajo el mandato de Companys. Me siento heredero de aquellos catalanes que bajo la advocación de la ahora profanada Virgen de Montserrat, levantaron la bandera de la Tradición catalana y regaron con su sangre los campos de España, muriendo por Dios y por su Rey católico. Soy heredero de aquellos hombres y mujeres honrados que prefirieron permanecer fuera, vigilantes, a cielo raso, antes que participar en los restos desabridos de un banquete sucio. Me siento heredero de aquellos que se jugaron la vida para sacar a la luz las catacumbas de Cataluña, y para dar testimonio de la Fe de Cristo en sus calles y en sus plazas; y de aquellos que murieron en un sucio paredón de cara a la madrugada con la mirada puesta en su Dios y en su Patria.
Con el mismo derecho que ustedes se declaran “herederos” de los unos, me declaro yo heredero de estos otros como catalán que soy. Con el mismo derecho con que ustedes toman una opción tremendamente discutible, yo tomo la contraria y lo hago también públicamente desde mi conciencia de sacerdote y de cristiano, de la cual ni siquiera la Iglesia puede juzgar. Soy heredero de una tradición que me ha hecho, por la gracia de Dios, ser lo que soy. ¿Ustedes obran en conciencia? Yo también. No les juzgo, no me juzguen ustedes a mí. Dios ya lo hará con todos. Pero ese “pueblo catalán” que está en el poder y aspira a ver reconocida su singularidad nacional, no deja de ser una elucubración hegeliana al servicio de ese poder absoluto e intolerante, no sólo político, sino también moral (desde la perspectiva católica, inmoral) que en Cataluña impide toda discrepancia, hasta la de los obispos. Pero insisten en que se ha de dialogar con ellos. ¿Sobre qué? ¿Sobre el calendario de imposición de la corrupción moral?
Ustedes, señores obispos, mantienen impertérrito el ademán ante la “Constitución” inmoral y anticatólica del nuevo Estado Catalán que parecen aceptar de buena gana, con la única condición de un pacto y un entendimiento que saben que no llegará nunca por la absoluta incompatibilidad de principios y por el carácter rabiosamente totalitario de ese poder. ¿Debemos entonces aceptar que se abra el camino a todos los sacerdotes, religiosos y religiosas de sus diócesis para que se pongan al servicio incondicional del nuevo Estado inmoral y tiránico que se quiere refrendar contra la mitad del pueblo catalán y contra el resto de España? Me duele profundamente que en su nota conjunta, los obispos de Cataluña no hablen del Pueblo de Dios (que es el que la Iglesia nos confió), sino sólo del pueblo de Cataluña (el medio pueblo de Cataluña que tiene el poder y por el que parecen apostar) elevándolo así a categoría teológica; me duele que no se nombre en ningún momento ni a Cristo ni a su Iglesia y se prescinda del anticristianismo radical de ese “pueblo de Cataluña” que ha profanado ya los símbolos más sagrados de nuestra fe.
Y resulta sorprendente, señores obispos, que apuesten ustedes por una Cataluña cuyos servicios sociales, tan fuertemente anclados en el progreso que ustedes desean, ofrecen niños en adopción al Lobby LGTB; que apuesten por una sanidad que cultiva el aborto, la eutanasia y la experimentación con embriones humanos; y por una enseñanza que adoctrina ya hoy en ideología de género y en plurisexualidad desde la educación primaria. De momento, han conseguido ostentar la tasa más alta de abortos -también en hospitales participados por la Iglesia- pagados con dinero público por la Generalitat. Este progreso que ustedes, señores obispos, desean que se promueva, se cimienta en la nueva Cataluña sobre la más deplorable corrupción moral: contra la que ustedes evitan toda crítica; y se quedan en la calderilla de la corrupción económica. ¿De Cataluña? No, del “conjunto del Estado”: que para eso pertenecen a la Conferencia Episcopal Española. La calurosa felicitación de Carles Puigdemont no se hizo esperar.
Podría haber desahogado mi tristeza y perplejidad en cualquier tertulia de sobremesa en una recóndita casa parroquial. Prefiero hacerlo así, públicamente, como ustedes lo han hecho y con la lealtad de aquel que no puede ni debe esconderse, pues no ha dicho nada ni contra la doctrina ni contra la moral cristiana. Sólo he roto el bozal del pensamiento único y he entrado en la arena del ruedo por la puerta que ustedes mismos me han abierto.
Si defienden la legitimidad moral de todas las opciones políticas que se basen en la dignidad inalienable de los pueblos y de las personas, espero que respeten también la mía y de tantos otros, pues ustedes ya se han posicionado con la suya; y que no reduzcan al silencio a los discrepantes, con el argumento de autoridad de la obediencia debida.
Ya sé que la discrepancia contra el pensamiento único se castiga severamente. Ya han visto cómo han reaccionado contra el autobús discrepante. Estoy dispuesto a pagar el precio con que se castiga ésta. La defensa de la verdad tiene un precio, ya muy alto en esta sociedad que galopa hacia el totalitarismo. En la refriega en que estamos, es difícil evitar el fuego enemigo, tan fanático. Por eso daré gracias a Dios si consigo esquivar el fuego amigo. Y me aplico el cuento del cartel de esos reivindicadores del derecho a decidir (sólo lo que el poder decida que podemos decidir): Procura que tu prudencia no se convierta en traición. En mi caso, traición al Evangelio, a la Iglesia y al Pueblo de Dios”.
No es de extrañar que la Iglesia catalana cediera a las presiones de la alcaldesa de Hospitalet y decidiera apartar al Padre Custodio de su parroquia. Lo que menos necesitan ahora estos farsantes asotanados, o asatanados, son religiosos comprometidos con la Fe en Cristo y con España, un binomio imposible de disociar. Al menos al corajudo sacerdote catalán, antiguo miembro de los boinas verdes, le quedará el placer de la exigencia del deber cumplido, que es algo que sus superiores jerárquicos, ‘julais’, canallas y corrompidos, no alcanzarán a probar nunca.
Esto viene de muy lejos, recordemos a Judas .
Quedará un resto de mi Iglesia.
Fátima,San Sebastian de Garabandal, Medgujorje. Son AVISOS.
Esto es principio de lo que denomina el Fin de los Tiempos. Pero al final la Iglesia resurgirá.
Eso es lo que se conoce como la falsa Iglesia.
Para mi estos desgenerados me han hecho perder toda la crencia.
A Cataluña lo que tenía que venir Marti Lutero.
Y los obispos han conseguido que le quiten a Carlos Cuesta su programa de la marimorena x decir verdades como puño, antes quitaron mas claro agua y el cascabel es un sucedáneo de lo que era.
Mientras los obispos se meten a políticos sus iglesias cada vez mas vacía
No confundamos, la iglesia con ESPAÑA, se puede ser Ateo y ESPAÑOL, lo mismo que hay GENTUZA de izquierdas que es Católica. Yo soy ESPAÑOL y ATEO.
Por supuesto que no hay que confundir las dos cosas. Por cierto cuando te mueras ya te enterarás de si tenías razón (lo digo por lo del ateísmo). Yo la eternidad prefiero no jugármela a la lotería.
Aunque Bergoglio sea un mierda y los curas catalanes unos masones separatas hay que seguir yendo a Misa. Tenemos el deber de honrar y adorar a Dios nuestro Creador que nos ha dado la vida natural y que con la encarnación y pasión de su hijo Jesucristo nos brinda la oportunidad de acogernos a su Gracia y de alcanzar la vida eterna. No paguéis con Dios vuestros enfados con los hombres. En tal caso no somos justos con el Señor. Yo lo que no hago es sostener económicamente a esta Iglesia de cobardes y apóstatas. Este año no he puesto… Leer más »
Para ser un Español de bien no es necesario ser creyente, pues como usted lo cuenta, suena a CUENTO chino, dejemos de una vez las creencias de cada uno, y defendamos España como hay que defender la, MENOS REZOS y mas HECHOS, eso si con todos mis respetos hacia usted, faltaría mas.
Tal como están las cosas me parece que los mejor es rezar las 24 hs. Hemos llegado a este estado por la descristianización de España y Europa
Deberías leer los libros de la VDCJ
Que risa me va a dar este año cuando me toque hacer la declaración de la renta , le preguntaré a Pablenin , a la Gabriel , ..etc si tengo que poner la casilla de la Iglesia , si encuentro un sacerdote como el padre Custodio le daré personalmente o en el cepillo de la iglesia para sostener el culto , a los demás que se lo pidan a los de la CUP.
Así son los obispos que no creen en Dios y con muy mala memoria de su historia reciente cuando Companys se jactaba de que fueron exterminados de Cataluña. “De esos aquí ya no queda ninguno”.
Pues que sigan así pero que no vengan después a pedir sopitas y a tocarnos los cojones desde el púlpito no vaya a ser que se cumplan las jactancias del genocida Companys.
Lo mismito que sucedió en Vascongadas.
Cuando no les queden “clientes”, se pasarán a mojamas, pa seguir viviendo del cuento y tener un rebaño mas dócil y cumplidor.
Las religiones “grandes” fueron el preámbulo/bosquejo de los partidos políticos, o sea, cambio de chaqueta según cambie la marea o el viento, pa evitar no salir en el afoto.
O quizá es que soy mu tonto y estoy mu perdío.
Cuando el clero se mete a historiador pasa lo que pasa, de un lado y del otro. Y es que barbaridades llegan desde Cataluña por todos sitios cuando se habla de historia queriendo convertirla en mito. Los separatistas catalanes se inventan cosas como que Cervantes y Colón eran catalanes y este ex-párroco sigue su camino. Cuando se habla de historia, el rigor ha de primar sobre el mito y la fantasía y lo que ha dicho sobre las Navas de Tolosa es un compendio de falsedades históricas. Primero, el Reino de León era un Estado independiente, con sus Cortes, las… Leer más »
La infiltración masónica en la iglesia catalana ha dado sus frutos.
Masónica viene de Masía ¿no?
Madre mía, y a esto le llaman periodismo…
¿Cómo llamar a lo que está ocurriendo en las parroquias catalanas? Ilústrenos.
Todo, repito, todo lo que se comenta en este artículo es mentira, pergeñada sin duda por el facherío patrio para enfrentar la convivencia en Catalunya.
Otro cura podemita que necesita que le traten su cerebro podrido. En todo caso prefiero ser lo que tu llamas facherio patrio que un Jemer Rojo
Tú no estás bien de la cabeza.
No hace falta ningún facha en Cataluña para que todo se vaya al garete. Se bastan ustedes solos. Cataluña no ha sido nunca una realidad nacional, jamás. Sólo en su imaginación. De todas formas, enhorabuena, si usted es sacerdote y Bergoglio se entera de sus “virtudes”, pronto será obispo y aún cardenal.
Diferencia de opiniones
Seguramente te encuentres mejor con la bazofia podemita de “el país”. Aunque te recomiendo mejor el que tenían en Camboya con los Jemer Rojos NINGUNO, te suena
Me parece vil y miserable la positura de la iglesia en Cataluña. No es lo que enseña el Evangelio.
estamos viviendo la España del revés. estamos asistiendo a todo aquello que nos lleva al fondo del mar para ahogarnos y sin poder defenderse. ahora resulta que los mártires catalanes son los culpables. menos mal que hemos podido fusilar al terrorista y asesino companys. pero no nos preocupemos, los terroristas de ahora le dedican una calle, para premiarle su “buen hacer”. y pensar todos que siempre hay quien nos gane, el alcalde de oleiros(coruña) le dedica una avenida a otro asesino y terrorista, el che Guevara. y para rematar bien la faena, al asesino y terrorista Indalecio prieto se le… Leer más »
Delante de la puerta del teatro al aire libre llamado Egaleo en Leganés hay una estatua de bronce del Ché, y en varios barrios calles con nombres de dictadores o asesinos o genocidas…¡Asombroso!…
Ya empiezan a darse los anuncios de los Evangelios. y entre ellos “la abiminación de la Desolació, que dará comienzo el suprimir la Misas. Pobres de los Obispos y Sacerdotes que no cumplan las Misión que tienen encomendada. Serán reos de muerte. Enhaorabuena a los de Cataluña: A Dios nada se le escapa. Y también los Gobernantes, Ahy de ellos
A Dios nadie le puede engañar, tendrán que dar cuentas en su momento.
Evangelio según San Lucas 21,25-38. San Marcos13 , 14 Pero cuando veáis la ABOMINACIÓN DESOLADORA DEL QUE HABLO Profeta Daniel.
Y lla está mui cerca. La abominación desoladora, ocurre cuando no se digan MISAS
Está tan cerca que, estos Obispos y Sacerdotes infieles, se iran al infierno.
Evangelio 1 Juan 4,1-7 EL Espiritu de Dios y el espiritu del snticristo
y tan cerca, y se dice la abominación de la desolación.
¿Aterrorizada?¿No pensáis que la Iglesia catalana esté impregnada de la misma hispanofobia que el resto de Cataluña?
No puedo dar nombres, pero en mi desagradable estancia en Cataluña por motivos laborales, conocí una persona muy bien relacionada con la Iglesia.
Había una “actividad” (llamémosla así) que esta persona quería organizar y cuando propuso a una persona de Madrid para que participase en esa “actividad”, alguien con bastante poder en la Iglesia de Cataluña, dijo “no, que ése es español”.
Alucinante. Y la persona que me lo contó me merece todo el crédito.
Por cierto, miren las fotos que hice en una iglesia de Barcelona. Casi parecía una asamblea de Podemos:
http://quierovivircomounlobo.blogspot.com.es/2017/04/el-irpf-y-los-curas.html
Solicito y pido que los fieles de toda catalunya no asistan a las misas que se celbren en iglesisa con banderas independentistas y que sus sacerdotes se identifique con una causa que tuvo muertos en el 36, merecen un castigo divino