¿Problema catalán?
Cataluña no tiene problemas especiales que puedan destacar de las necesidades ordinarias del resto de las demás regiones españolas. El problema no está en Cataluña, sino en las divisiones de las intimidades familiares a que someten cuatro chulos con tambor para meter ruido e inventar problemas artificiales que nunca se definen ni concretan, para mantener el miedo al futuro regional a cuenta de justificar las millonarias nóminas de protagonistas aburridos, falsos complejos de superioridad, falsificando la historia y respondiendo con hipócritas victimismos a cualquier razón legal y objetiva de que se les acuse.
¿Cómo pueden aducir problemas cuando es una región privilegiada en presupuestos especiales e infraestructuras, donde se han producido abusos de malversación de fondos en ’embajadas’ y partidos políticos en eterna discusión interna? ¿Cómo pueden recurrir los políticos separatistas al victimismo cuando su mala administración no ha sido nunca sancionada, cuando han dejado sin pagar las necesidades inmediatas de los catalanes, entre ellas la sanidad y cuando son ellos los que han perseguido el idioma español, desafiando durante décadas al Gobierno central con una impunidad vergonzosa, debido a la falta de autoridad gubernativa?
El problema catalán está en la indefensión de tantas empresas, que huyen de allí más que las que entran. Está en la marginación que sufren tantos españoles catalanes, honrados, sensatos, patriotas y despreocupados de todo lo que no sea su vida cotidiana y la de sus familias.
Pero cuando la política se convierte en negocio de partido, de protagonismo y competencia entre protagonistas externos e internos, no cabe sino pensar que rota la autoridad patriótica, surgen los nuevos dictadores de reinos de taifas, ahora que con pretexto de la libertad democrática, pueden fundar sus cotos personales de dictadores con pies de barro, que en lo que menos piensan es en el bien común y en el vecino de enfrente, necesitado de un puesto de trabajo estable, sin sufrir el diario bombardeo de noticias insulsas, pero dinamitadoras de la verdadera paz interna. ¿Para esto es la democracia prometedora de un paraíso social que sin embargo acaba en un ‘gulag’ ruso de miedo a la libre expresión entre sus miembros? Sólo hay dos clases de circo: el que divierte y el que aburre. Solo que éste acaba en teatro dramático más que en circo.
El comunismo no tiene patria y la masonería nos sigue minando a pasos agigantados, en venganza perpetua contra la España del nación al catolicismo. Digámoslo claro: la supuesta democracia ha derivado en la práctica en una anarquía enemiga de la autoridad patria y en progreso, pues toda autoridad legítima viene de Dios (Romanos 1,13,1).
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Jesús Calvo Pérez
Parroquia de Villamuñio
24344 León (España)
Precio: 27 euros (más gastos de envío)
No puedo más que estar de acuerdo con Usted, Don Jesús.
El problema catalán es como el de un hijo mal educado: que no se le ha soltado un sopapo a tiempo.
Yo soy de la mentalidad de FEDERICO SEGUNDO DE PRUSIA, EL GRANDE , al final ya veréis como cuando creamos que todo esta perdido, ganaremos , porque pertenecemos a un orden moral superior al de nuestros ridículos enemigos internos y externos, carentes de todo aquello que les haría triunfar, pues carecen de ética y moral, carecen de hombría y lealtad, cuando se vean que pueden ser castigados por sus ofensas y traiciones a la patria, trataran de escapar, ocultarse y echarse mierda los unos a los otros. Ya veréis como los enemigos eternos volverán a esconderse como las ratas separatas… Leer más »
Excelente y conciso como siempre el padre Jesus Calvo. Le basto con un parrafo, el primero, para describir con exactitud al “problema catalan”.
Fantástico, padre Calvo. Cómo es posible que la Conferencia Episcopal Española esté llena de mudos acobardados , en el Vaticano haya un mierda traidor y usted sea un humilde párroco de pedanía? Necesitamos más sacerdotes como usted para defender a la Iglesia, España y a la Civilización Occidental.
La voz siempre sensata de UN GRAN SACERDOTE, Y PATRIOTA.
Cursas asó hacen falta, que nos guíen en esta sociedad putrefacta en la que tenemos la desgracia de vivir.
El libro MENTIRAS DEMOCRÁTICAS, único que conozco, es una maravilla, y recomiendo su adquisición a las personas interesadas, pues seguro que les encantará.
Ahora voy a comprar LAS VERTIENTES DEL AMOR, pues conociendo al autor, estoy seguro de que también valdrá mucho la pena…