La censura regresa a España con la Ley LGTBI
Manuel Llamas (R).- España acaba de dar un paso de gigante hacia la dictadura de lo políticamente correcto con la admisión a trámite, este martes, de la denominada Ley LGTBI, un proyecto ideado por Podemos y respaldado por todos los grupos parlamentarios, a excepción de UPN, que lo rechazó, y el PP, que finalmente se abstuvo en la votación. Aunque todos los partidos coinciden en la necesidad de introducir algunos cambios durante su tramitación para corregir ciertos excesos, incluida la propia formación de Pablo Iglesias, tanto el espíritu como el contenido del texto inicial reflejan con suma claridad la motivación liberticida que inspira a sus precursores.
La misma izquierda retrógrada, casposa e intolerante que vive obsesionada con Franco y la Guerra Civil es la que ahora, cuarenta años después del fin de la dictadura, pretende reimplantar la censura en España, vulnerando así uno de los derechos básicos de todo individuo: la libertad de expresión. La “Proposición de Ley contra la discriminación por orientación sexual, identidad o expresión de género y características sexuales, y de igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales” –éste es su nombre completo– que ha elaborado Podemos constituye un atropello jurídico de tal magnitud que la famosa Ley Mordaza del PP se queda en una simple anécdota con tintes cómicos en comparación con la norma que ha diseñado el partido morado, a imagen y semejanza de los regímenes totalitarios que tanto admiran y añoran sus dirigentes.
El proyecto en cuestión no tiene desperdicio, ya que, además de violar de forma flagrante los principios esenciales sobre los que se asienta cualquier Estado de Derecho digno de tal nombre, impone un estricto sistema de censura política y férreo control ideológico empleando como excusa la defensa del colectivo LGTBI mediante la imposición de duras sanciones, al margen de los tribunales de Justicia y, por tanto, sin ningún tipo de garantías.
Para empezar, Pablo Iglesias y los suyos asestan, al menos, cuatro puñaladas a las reglas básicas del Derecho constitucional y europeo. La primera consiste en crear una “Agencia Estatal contra la Discriminación por Orientación Sexual”, que será la encargada de investigar y sancionar en función del largo listado de infracciones, “siempre que no sean constitutivas de delito”, que contiene el citado texto. Es decir, lo que pretende Podemos es que un órgano administrativo y no un juez persiga actos que, a priori, no serían delito según la legislación vigente.
Por si fuera poco, la citada Agencia ejercería como juez de parte, puesto que estaría formada por políticos y, sobre todo, asociaciones, organizaciones y expertos en LGTBI. Es decir, los mismos que se sienten agredidos por hechos y actos que no son delictivos serían los encargados de condenar a los supuestos agresores.
Será competencia de la Agencia Estatal la incoación, de oficio o a instancia de terceros, inspección, instrucción, resolución y ejecución de los expedientes sancionadores dimanantes de las infracciones contenidas en la presente Ley. (art. 8.4).
El tercer golpe consiste en anular todo atisbo de presunción de inocencia, puesto que se invierte la carga de la prueba, de modo que el acusado deberá demostrar su inocencia y no al revés.
(…) cuando la parte demandante o la persona interesada aleguen discriminación (…) corresponderá a la parte demandada o a quien se impute la situación discriminatoria, la aportación de una justificación objetiva y razonable, suficientemente probada, de las medidas adoptadas. (art. 74)
Y todo ello aderezado con una absoluta indefensión, dado que los acusados, antes incluso de ser sancionados por este tribunal político, pueden ser objeto de una serie de “medidas provisionales” que van desde la “suspensión temporal de actividades o servicios” hasta la retirada de licencias y autorizaciones, la “prohibición” de espectáculos y actividades recreativas, el “cierre provisional del establecimiento”, la “prestación de fianzas”, el “embargo preventivo de bienes” o la “consignación de las cantidades que se reclamen”, entre muchas otras.
Infracciones: todo lo que moleste u ofenda
Pero, llegados a este punto, ¿de qué estamos hablando? ¿Cuáles son las terribles atrocidades que merecen detonar los cimientos del Derecho y la Justicia para perseguir a sus responsables al margen de la ley? Pues, básicamente, todo aquello que ofenda o moleste al colectivo LGTBI sin que ello suponga tan siquiera un hecho delictivo (en tal caso tiene que ser un juez quien dicte sentencia; pero incluso si éste absuelve al acusado la citada Agencia podría sancionarle a posteriori).
Son infracciones administrativas en el ámbito de los derechos de las personas LGTBI las acciones u omisiones tipificadas por la presente Ley, siempre y cuando no constituyan ilícito penal. (art. 87.1)
Además, su aplicación se extendería a todas las esferas de la vida, puesto que el objetivo del proyecto es eliminar “toda discriminación por razones de orientación sexual, expresión e identidad de género y características sexuales, en los sectores públicos y privados, en cualquier etapa de la vida y en cualquier ámbito, en particular, en las esferas civil, laboral, social, sanitaria, educativa, económica y cultural”. Y no sólo los que se sienten discriminados por una acción concreta podrían recurrir a este esperpento jurídico, sino todas las “asociaciones, entidades y organizaciones representativas de los colectivos LGTBI”. Y ello sin contar que dicha Agencia Estatal también podría actuar de oficio.
Así pues, las personas o colectivos LGTBI que, de algún modo, se sientan ofendidos por algún hecho que no sea constitutivo de delito podrían, gracias a esta norma, recurrir a un órgano administrativo ajeno a la Justicia y compuesto, igualmente, por miembros LGTBI para sancionar tales actos. Juez y parte, todo en uno. ¡Brillante! Un tribunal propio de cualquier dictadura.
El listado de infracciones es muy extenso. Las leves (art. 94.2) incluyen, por ejemplo, “proferir, por cualquier medio o procedimiento, expresiones, imágenes o contenidos gráficos de cualquier tipo que sean ofensivas o vejatorias” o “deslucir bienes muebles o inmuebles por razón de orientación sexual”; entre las graves (art. 94.3), destacan las de “proferir expresiones, imágenes o contenidos de cualquier tipo que sean ofensivas o vejatorias (…) en cualquier medio de comunicación, en discursos o intervenciones públicas”, así como “difundir en Internet o en las redes cualquier tipo de expresiones, imágenes o contenidos que sean ofensivas o vejatorias”; y son infracciones muy graves (art. 94.4) “reincidir en la publicación en Internet o en las redes sociales de expresiones, imágenes o contenidos de cualquier tipo que sean ofensivos o vejatorios”, “la convocatoria por cualquier medio o procedimiento de actos públicos” que promuevan o inciten la “discriminación por razón de género”, o “causar, por cualquier medio o procedimiento, una lesión no definida como delito” a otra persona por razón de orientación o identidad sexual, entre otras.
Dicho de otro modo, cualquier insulto, chiste, comentario, acto u opinión que pueda resultar “vejatorio”, “ofensivo” o “discriminatorio” según los miembros, entidades y asociaciones que componen el colectivo LGTBI o que, por algún motivo, sea contrario a la ideología de género podría ser constitutivo de sanción. ¿Qué sanción?
Sanciones: multas, cierres y censura
Según el proyecto, las infracciones leves serían sancionadas con multa de hasta 3.000 euros; las graves, de 3.001 a 20.000 euros, además de prohibir el acceso a cualquier tipo de ayuda pública durante un año, contratar con la Administración o anular todos los actos y negocios jurídicos causantes de la discriminación; mientras que en el caso de las muy graves las sanciones llegan hasta 45.000 euros, pudiendo, además, cerrar medios de comunicación, sociedades, fundaciones, asociaciones, servicios y establecimientos, así como borrar e inutilizar “libros, archivos, documentos, artículos y cualquier clase de soporte objeto de las infracciones administrativas contempladas en la presente Ley o por medio de las cuales se hubiera cometido”, incluyendo, por supuesto, redes sociales y páginas web.
Censura del siglo XXI
Podemos ha colado en el Parlamento, con la cobarde, ignorante y deleznable connivencia de la inmensa mayoría de sus señorías, un monstruo jurídico que nada tiene que envidiar a las leyes inquisitoriales que regían en España siglos atrás. El proyecto en cuestión pretende crear un tribunal político, juez y parte, para coartar la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, la libertad de prensa y la libertad de empresa, entre otros derechos fundamentales protegidos por la Constitución.
Si esta norma entrara en vigor tal y como está redactada, la censura renacerá en España con una fuerza inusitada. Expresiones, canciones, espectáculos, opiniones, discursos, libros, artículos, programas de televisión y radio, spots publicitarios, emblemas, manifestaciones, lemas, chistes, ropa, contratos, campañas, actitudes, pensamientos, ideas… Todo ello podría ser objeto de sanción administrativa en caso de que a una determinada persona o colectivo le parezca, subjetivamente, “ofensivo”.
La igualdad ante la ley existe en España desde hace 40 años, “sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social”, tal y como reza el artículo 14 de la Constitución. Ya existen leyes y tribunales para perseguir la homofobia. Lo que hace la ley LGTBI no es defender a estos colectivos, sino situarlos en un plano legal diferente y superior al del resto de personas mediante la vulneración de derechos y libertades básicas. Bienvenidos, pues, a la censura del siglo XXI.
Fuente: LD
O sea que si alguien publica que según los estudios científicos entre el 25% y el 40% de los pedófilos son homosexuales, le meten una “sanción administrativa”.
Si alguien afirma que los homosexuales viven entre 20 y 30 años menos por fuerza de su “orientación sexual”, bien por una vida disoluta y con abuso de sustancias, que en muchos casos terminan contagiandose de hepatitis, también le meten una “sanción administrativa”, aunque esté demostrado científicamente (solo dependería del sentir del “agredido”).
Coño con la libertad de expresión. Y los luchadores de la “justicia social”.
Este coletas tronquito, azotador de mujeres comunista, tiene mucho mas peligro de lo que se han creido algunos políticos, Aplica el reglamento comunista de los poderes paralelos, que mas tarde suplirán a los institucionales. Hay que ilegalizar a estos comunistas con la misma naturalidad que en Alemania ilegalizaron al partido nazi.
De ahora en adelante, cuando algún hombre sea acusado injustamente de maltrato, se pone unos tacones, se maquea y se presenta ante el juez-a-o diciendo que se siente atrapada en un cuerpo de hombre y que su mujer, que lo sabe, le maltrata sicológica y físicamente.
A ver que hacen los-as-es progretas con eso …..
Esto ya ha pasado en Burgos. Si y le han juzgado como violencia doméstica, no de genero pero ha sido condenado en vez de a 60 dias de trabajos forzados a 30 como si fuera una mujer.
De la mano de los “jodemitas”, para variar…
Ese partido debe de esta lleno de homosexuales y lesbianas, y no digo desviados y desviadas, no me vayan a denunciar.
Y a los católicos, cuando estos subnormales del orgullo gay les ofenden en sus fiestas y bacanales, como la que ha tenido lugar hace poco en Madrid, y se mofan de los símbolos religiosos, ¿no les corresponde también un tribunal administrativo que aplique penas y multas a los que les ofenden?
Pero que payasada de ‘cacacracia’ es la que nos han vendido con la constitución separatista del 78?
Bueno, en Las Palmas de Gran Canaria ya tuvimos una buena montada, con la actuación del drag queen estos carnavales. El juicio es a mitad del mes que viene, y el tipo ha repetido la actuación varias veces, en otros actos carnavaleros por toda Canarias (al día siguiente, de hecho, lo hizo en Fuerteventura).
Ahora mismo en ESPAÑA no hay ningún otro medio que critique como hay que criticar al colectivo social del 2% de la población, véase el colectivo LGTBIQ, que se impone al 98% de la población que no es de su acera. Dicen que este régimen del 78 se basa en las amplias mayorías, si, ya, será cuando interesa, porque como ya digo, una minoría social y política muy ruidosa por tener todo en su mano, como la televisión y demás, se imponer a la mayoría. Aun hay pobres diablos que se creen que en el PP queda algún resto de… Leer más »
Este colectivo no tiene hijos, con su tiempo libre y su dinero que se ayuden entre ellos a sufragar sus gastos y vicios, pero que no se hagan las víctimas para cobrar subsidios o tener privilegios, si quieren ser iguales que tengan un poquito de dignidad.
Los demás son los que tienen que sostener con sus gastos a sus familias y no tienen que pagar un extra para que ellos se monten una carroza.
Ciudadanos y el PP se oponen a lo de las sanciones administrativas así que creo que no saldrá adelante porque Ciudadanos ha dicho que se opone a ello igual que se opuso a la llamda ley mordaza.
Acá en Chile nuestra querida presidenta mando un proyecto de ley parecido, porque incluyo a los inmigrantes y grupos religiosos….. acá no han logrado la exclusividad del beneficio legal pues tanto han cacareado con la igualdad e inclusión que no les queda otra que ser consecuentes e incluir a todas las minorías posiblemente afectadas porque la gente ya ha despertado y se han dado cuenta de lo que están tratando de hacer…..
Es decir que cuando hagan lo que les salga de sus fornicadoras y pedofilas mentes los demás tenemos que aguantar el tipo y que no llegue la sangre al rio que es a donde tiene que estar la de todos los pervertidos del mundo mundial. ¡follar follar malditos pervertidos que ya vienen los negros para la tarea de la procreacción real!
En Madrid ya tenemos una Ley parecida gracias a la progre Cifuentes . Cerdos bolcheviques lacayos de Lucifer
Muy apoyada por PODEMOS, que debe de ser un partido lleno de maricones y lesbianas.
Con todo mi respeto hacia ellos, por supuesto, pero que no hagan propaganda de sus aficiones sexuales, ni pretendan hacernos pensar que los que somos como ellos SOMOS ANORMALES…
Ayer una persona LGTBIQ con quien trabé conversación (la única con el toque de civilización como para no insultar, de todos los que me encontré masacrando mi perfil) me pidió que le explicara por qué consideraba que esto no podía ser legal y atentaba contra mis derechos. Le puse el siguiente ejemplo. Primer supuesto: 1.- Una persona LGTBIQ dice haber sido vejada por un comentario mío en una red social. 2.- Dicha persona sólo cuenta con su afirmación. No aporta capturas de pantalla ni nada que se le parezca (y mira que es fácil, pero, ¿para qué molestarse?). No hay… Leer más »
No olviden que según este esperpento, todas las personas LGTBIQ serán consideradas personas en riesgo de exclusión social, sin importar el resto de circustancias personales, sociales y laborales que tengan, sólo por no ser heterosexuales, teniendo por tanto ventaja en los alquileres sociales o pisos VPO (por citar un solo aspecto).
Señores (y señoras)… a este paso, los que estamos en riesgo de exclusión social somos los heterosexuales cisexuales (traduzco: los hombres y mujeres biológicos que estamos encantados con haber nacido como hemos nacido y nos atrae el sexo contrario).
Los mismos que se opusieron a la Ley Sinde (que pretendía facultar a funcionarios para cerrar webs de descarga de películas, series, software y música) bendicen este sinsentido. Los mismos que no han querido que se legitime a funcionarios del ministerio de Sanidad para cerrar webs proANA y proMIA (páginas para personas con anorexia y bulimia sobre cómo esconder sus enfermedades a los de su entorno y perder peso más rápidamente, al tiempo que defienden que no son trastornos sino un simple “estilo de vida”), aplauden este engendro. Los mismos que defienden que todos los “machos” son violadores y maltratadores… Leer más »
Es usted muy valiente y coherente. Mi más sincera admiración y respeto. Gracias, usted infunde esperanza
Buff, mi twitter personal tiene más insultos por discutir la anticonstitucionalidad de este proyecto que el perfil de HazteOir, con eso lo digo todo.
Me han llegado a decir (omitiré las decenas de insultos) que soy contraria a esta ley porque con ella veo “peligrar mis privilegios cisgénero”, ¡tócate las narices!
Realmente magníficos tus comentarios. Muy bien argumentados y rebosantes de razón.
Gracias por valorarlos y, especialmente, por tomarse el tiempo de leerlos, Renzo.
Contra todo lo que muchos ingenuos creen la libertad de expresión, el derecho al pataleo realmente, es la única libertad que tenemos. Es la falsa moneda que en 1978 los ingenuos españoles aceptamos gustosos cambiar por toda las auténticas libertades que disfrutábamos, quizá sin saberlo ni valorarlas, durante la etapa del Caudillo. Ahora hasta ese tonto e inútil derecho al pataleo quieren arrebatarnos estos siervos de satanás.
¿Hasta qué extremos de aborregamiento, servilismo e indolencia estamos dispuestos a llegar sin levantar una mano contra nuestros carceleros?
El derecho al pataleo, estimado SanMalaquías, no se puede ejercer cuando estamos atados y amordazados.
Para ver y compartir:
https://www.facebook.com/HazteOir.org/videos/10154909811423341/
https://www.flickr.com/photos/hazteoir/sets/72157689242200305