El patriarca
El político más honrado de cuantos conoce Rubalcaba. Así ha definido al vice presidente tercero del gobierno y anterior presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. La referencia parece un tanto exagerada y, por ello, poco creíble. No obstante con cierta dosis de malicia podríamos deducir que tratándose de Rubalcaba no es de extrañar que no los conozca más honrados. E incluso que todos los demás con los que se relaciona deben ser…mejores que él.
La verdad es que tal y como van apareciendo las noticias en los últimos meses, la relación con Chaves no es para presumir. Más bien resulta una amistad peligrosa. Siempre se ha sospechado que manejaba la Junta de Andalucía como si fuese de su propiedad y que esa confusión interesada de lo público y lo privado sólo pretendía un objetivo: beneficiarse de privilegios sin pasar por el filtro de la ética. Ahora todo parece confirmarse.
Sabíamos que varios hermanos de Chaves están bien colocados en la administración autonómica. Que a otro le dio un cargo de libre designación en la Consejería de Turismo Y Deportes con el que se permitía adjudicar obras a un tercero para la construcción de piscinas cubiertas. El entendimiento entre los hermanos gracias al dinero de los andaluces estaba más que constatado.
Después supimos que la empresa de minas MATSA, en la provincia de Huelva, solicitó una subvención al Ministerio de Industrias que fue denegada. Que la referida empresa cambió de estrategia y contrató poco más tarde a la hija de Chaves como abogada para, entre otras cosas, tramitar subvenciones. Que la hija se puso a ello y cursó la correspondiente petición de ayuda, esta vez, a la Junta de Andalucía. Que casualmente la subvención se aprobó en tiempo record y que incluso se le asignó de oficio una cantidad muy superior a la demandada. Que de siete millones de euros reclamados se recibieron diez y que el padre firmó la concesión y la hija la recepción. La generosidad de Chaves no tuvo límites.
De pronto el presidente de la Junta decidió trasladarse a Madrid sin explicar, ni entonces ni hoy, los motivos de su marcha. Dejó detrás tal bola de abusos que, aún dosificándola, resulta inmensa, escandalosa y vergonzosa para todas las personas de buena voluntad empezando por los que nunca hemos depositado nuestra confianza en semejante personaje del socialismo andaluz y español.
En los últimos días sigue aflorando información relacionada ahora con el hijo de Chaves, cuya mujer trabaja en Extenda, empresa pública dependiente de la Junta de Andalucía. Según las noticias de la prensa, el hijo en cuestión ejerce de comisionista. Cobra por gestionar y conseguir contratos para determinadas empresas. Se da por hecho que se ha entrevistado con los responsables de varias consejerías y que ha recomendado los servicios de las empresas de las que recibe las comisiones.
También hemos sabido que sus socios han cobrado más de cinco millones de euros de la Junta de Andalucía por contratos efectuados con esta administración. Que le han robado documentación contable en la que se iban anotando las ganancias bajo sospecha. Que denunció el robo en la comisaría del barrio sevillano correspondiente y que poco después el caso pasó a instancias superiores sin que por la importancia del mismo fuese procedente. Que tal traslado de expediente sorprendió a los policías encargados del asunto, relegados inmediatamente de forma fulminante.
El control político de la denuncia y del robo quedaba garantizado. La influencia que debió utilizarse para lograrlo, también. No obstante, y a pesar del intento de censura, se han conocido más cosas igualmente escabrosas.
Chaves cambió leyes a favor de empresas vinculadas a su hijo. Tras entrar el vástago en negocios de campos de golf, su padre se olvidó de la moratoria que mantuvo durante años contra los promotores de estos campos, ignoró su ecologismo anterior e impulsó cambios legislativos que favorecieron directamente los proyectos representados por su hijo. Chaves aprobó un decreto que había sido descartado por la Consejería de Obras Públicas.
Hasta aquí la historia del mejor padre del mundo, del mejor hermano, del patriarca del clan más unido. No comprendo por qué dicen los detractores del PSOE que este partido no protege a la familia. Es una crítica totalmente infundada e injusta.
¡Pobrecillo!
*Alcaldesa de Fuengirola y portavoz del PP en el Parlamento de Andalucía.
Bravo Esperanza ! Ojala el tal Chaves se entere de que si el ” mundillo andaluz”, no quiere enterarse,el resto de la Espana decente si lo hace !!!