La máquina de propaganda de la Generalitat: más de 300 millones anuales al servicio del independentismo
La Generalitat encierra una compleja maquinaria de propaganda tejida por el nacionalismo durante décadas, alimentada y moldeada con especial ahínco en los últimos años, y desde hace tiempo puesta abiertamente al servicio de la causa independentista. Una maquinaria cuyo coste supera ya los 300 millones de euros anuales y que, entre otras cosas, sostiene entes y servicios oficiales de lo más diverso en los que tienen cabida miles de empleados públicos.
Desde subvenciones directas a empresas privadas de comunicación a la publicidad oficial, pasando por el gigantesco -y ruinoso- ‘hólding’ mediático propiedad de la Generalitat, las embajadas, las políticas identitarias tejidas a partir de la lengua catalana o la «administración paralela» para dar lustre a nivel internacional a la pretendida «nación catalana». La lista es larga. A continuación se detallan algunos de sus pilares más generosamente nutridos con dinero público por parte de un Ejecutivo regional sostenido, desde hace años, a costa de los fondos que le viene inyectando el Estado.
Radiotelevisión autonómica: 237 millones
El ‘hólding’ mediático de la Generalitat lo encabeza la radiotelevisión autonómica, con la TV3 como buque insignia de una larga lista de canales televisivos públicos controlados por el «Govern». La Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) es la sociedad mercantil de la Generalitat con la que dirige su radiotelevisión. Le inyecta anualmente una media de 237 millones de euros: en el último quinquenio ha fulminado más de 1.000 millones de euros. Aún así, acumula más de 800 millones de euros de pérdidas.
La radiotelevisión de la Generalitat cuenta con una plantilla de 2.234 trabajadores. Para pagar sus sueldos cuenta con un presupuesto de 265 millones de euros al año. A esa cifra hay que añadir los servicios externos y el personal ligado a ellos.
Secretaría de Comunicación del «Govern»
La coordinación informativa y publicitaria de la Generalitat recae en el Departamento de Presidencia. Considerada un área estratégica en los objetivos propagandísticos y de imagen, el «Govern» cuenta con su propia Secretaría de Comunicación y Medios de Comunicación. Su presupuesto ronda los 250 millones de euros anuales. De ese fondo parten los más de 230 millones que se transfieren a la radiotelevisión y a la Agencia Catalana de Noticias. El resto -unos 15 millones de euros- acaban tanto en manos públicas como privadas. Así, 5,36 millones nutren al Consejo Audiovisual de Cataluña, otro de los entes de la Generalitat. Y más de nueve millones de euros se dedican a subvencionar a medios de comunicación privados, fundaciones y otras instituciones externas a la Generalitat y a las que ésta arropa económicamente dentro de su particular estrategia informativa.
Además de la Secretaría de Comunicación, la Generalitat cuenta también con una Secretaría de Difusión. Depende igualmente del Departamento de Presidencia y cuenta con un presupuesto anual de 4,6 millones de euros.
Agencia Catalana de Noticias: 60 empleados
A finales de los años 90 nació la Agencia Catalana de Noticias (ACN), empresa pública de la Generalitat y, por tanto, controlada directamente por el «Govern». Jordi Pujol mandó crear esta agencia de noticias y el encargó lo ejecutó Carles Puigdemont, quien estuvo al frente de ella durante años, antes de saltar a la política profesional. La ACN le cuesta anualmente a la Generalitat más de tres millones de euros, entre subvenciones directas y pagos por servicios prestados. Pese a las continuas inyecciones de fondos de la Generalitat, la ACN está instalada en los números rojos. Sus pérdidas acumuladas rondan los 8 millones de euros. Cuenta con una plantilla de 60 trabajadores.
El multimillonario gasto en publicidad
Los contratos de publicidad institucional constituyen otro de los mecanismos de control e influencia mediática de la Generalitat al servicio de sus objetivos políticos. El gasto dedicado a tal fin es generoso y ha ido a más en plena escalada secesionista. En menos de nueve meses, desde el 1 de enero a primeros del pasado septiembre, el Ejecutivo de Puigdemont adjudicó más de 40 contratos de difusión publicitaria -varios de ellos grandes adjudicaciones multimediáticas-, con un gasto global de 28,4 millones de euros. Ese gasto ha sido un 76,7% más del importe al que ascendió la publicidad oficial contratada por la Generalitat en el mismo período de 2016. Durante todo 2016, el gasto en propaganda rozó los 20 millones.
Amplio gabinete de prensa
A toda esa estructura se le añade el nutrido cuerpo de periodistas, estrategas informativos y directivos que conforman el gabinete de prensa de la Generalitat. Al servicio del «Govern» hay una treintena, contratados en calidad de asesores (personal eventual) o altos cargos. Pero eso es solo el equipo integrado en la estructura política del Ejecutivo catalán. A eso hay que sumar los servicios oficiales de prensa con que cuentan empresas públicas, fundaciones, consorcios y entes diversos de la abultada «administración paralela» de la Generalitat.
La «política exterior»: 35 millones al año
La persistente vocación del nacionalismo catalán por construir estructuras de Estado y su afán por la propaganda internacional están detrás de la costosa «política exterior» de la Generalitat. Viene de lejos, pero se ha disparado en los últimos años, a la par que ha ido acelerándose la deriva secesionista.
La clave de bóveda de esa «política exterior» de la Generalitat descansa en la Secretaría de Asuntos Exteriores y Unión Europea, integrada en la Consejería de Asuntos Exteriores, Relaciones Institucionales y Transparencia. La citada Secretaría maneja este año 35,6 millones de euros.
Esos fondos dan de sí para desplegar toda la política de propaganda exterior, respaldada por su red de «embajadas» en el extranjero y articulada también a través de un variado número de entes públicos controlados desde esa Consejería: el «servicio diplomático» del Diplocat, la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo -que se incardina y relaciona con las políticas de imagen exterior de la Generalitat-, el Instituto Catalán Internacional por la Paz, el Memorial Democrático o el Consorcio del Museo Memorial del Exilio.
Cooperación al desarrollo, nutrida en sueldos
De todos esos entes que conforman el engranaje de la «política exterior» de la Generalitat, el que tiene más presupuesto es la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo: 17,4 millones de euros este año. Eso sí, el 14% de esos fondos se quedan en casa en forma de sueldos de plantilla, casi dos millones y medio de euros se van en gastos de personal de este organismo oficial de la Generalitat.
Agencia diplomática: 2,3 millones
El segundo ente con más presupuesto dentro de la Consejería de Asuntos Exteriores de la Generalitat es «Diplocat», el «Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña». Este año se le han asignado 2,32 millones de euros, y más de la tercera parte se le van en sueldos.
Por su parte, el Instituto Catalán Internacional por la Paz cuenta con un presupuesto anual de 1,14 millones de euros (más de medio millón en sueldos), el Memorial Democrático maneja 1,86 millones (895.000 euros en sueldos), y el «Memorial del Exilio» dispone de un presupuesto de 442.000 euros, la mitad de ellos para gastos de personal.
La lengua, multimillonaria bandera nacionalista
La política lingüística es otro de los frentes especialmente cultivados por los nacionalistas dentro de su estrategia identitaria. Da de sí para múltiples acciones presupuestarias, incluida la subvención a entidades y medios de comunicación con el argumento de la promoción de la «lengua nacional».
La Generalitat dedica este año 26,8 millones de euros a su programa presupuestario titulado «Promoción de la Lengua Catalana»: hasta el 31 de agosto ya llevaba gastados 17 millones, un 12,2% más que en el mismo período del año pasado.
Sin cortar el chorro de millones para el adoctrinamiento y propaganda anti españolas en Cataluña, la situación no tendrá remedio.
Por cierto, en la prensa internacional, sobre todo en la anglosajona (The Guardian, the Times, NYT, BBC, etc.) y en vídeos de You tube, siempre se encuentra uno con una horda catalibana de sepa ratas subvencionadas, con mucho tiempo libre para trafulcar, hacerse la víctimas y calumniar a España, renovando las viejas mentiras de la leyenda negra.
Y gobierno Rajoy y los del CNI (engañados como bobos con las urnas del pucherazo /referendum), ¿dónde están en la guerra de propaganda?