Nacido en León en 1896, fue una de las figuras más relevantes del anarquismo español y de la CNT. Asiste hasta los ocho años a la escuela de la calle de la Misericordia y a los catorce es aprendiz de mecánico y asimila los rudimentos del socialismo. Siendo tornero de segunda, se afilia a UGT donde le desencantan los consejos de moderación que le predican.

Destaca en la huelga del 17 y le expulsan de la Compañía Ferroviaria del Norte, quedando fichado por las autoridades. Se refugia en Gijón y pasa a Francia huyendo del servicio militar. A su vuelta se afilia a la CNT. Se descubre su deserción y burla el consejo de guerra largándose de nuevo a Francia, a Paris donde trabaja en la Renault.

Regresa en 1920 y en Barcelona frecuenta a Ascaso y a Juan García Oliver –una buena pieza que llegaría a ministro con Largo, el escayolista- con los que atraca el banco de España de Gijón en 1923 y se les imputa el asesinato del cardenal Soldevilla en Zaragoza. Huyen a Argentina y Chile, donde llevan a cabo el primer atraco bancario en la historia del país. En Francia le encarcelan con Ascaso y en el 31 regresa y se afilia a la FAI, ya beligerante con la República, lo que le lleva a ser encarcelado en Canarias y Guinea. Ya estallada la guerra, en Barcelona participa en hechos revolucionarios que terminan con la muerte de Ascaso en el asalto al cuartel de Atarazanas.

Buenaventura Durruti Dumange

La CNT en el 36 tenía más de millón y medio de afiliados, bastantes más que UGT y el 19 de julio asaltan los cuarteles y levantan barricadas acabando con el alzamiento militar en Barcelona. De julio a septiembre del 36 es el verano de la anarquía y la CNT es la dueña de la situación. Se crea el Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña (libertarios, marxistas, nacionalistas y republicanos) y son los que mandan. La generalidad de Lluis Companys ratifica lo que le ordenan. Harto de aquello, Buenaventura se va al frente a liberar Zaragoza, formando la columna Durruti, que carece de artillería por lo que lo que hacen es tomar los pueblos por donde pasan y consagrar el anarquismo y el comunismo libertario. Tiene un cura libertario mosén Jesús Arnal, como secretario al que confía deportar a Barcelona a las milicianas -prostitutas- y homosexuales, que regresan. ¿Esto provocaría la matanza que se le imputa de putas y homosexuales en Bujaraloz o sus proximidades? ¿Qué país medianamente serio podía ayudar a una República española que exportaba estas imágenes deprimentes?

En noviembre se traslada a Madrid a contener el avance de los nacionales y el 19 de noviembre al poco de llegar, en plena batalla de la Universitaria, en la calle Isaac Peral recibe un disparo, una bala del nueve largo en el tórax que acaba con su vida en el Ritz, que es el hospital de sangre de Madrid a las pocas horas, con 40 años.
¿Los comunistas? ¿Una bala perdida? ¿Algún desertor a quién perseguía? ¿Un homosexual por los hechos de Bujaraloz? ¿Se le cayó el “naranjero” que llevaba? Nunca se sabrá. Embalsamado le llevan a Barcelona a enterrar y el acto es una manifestación multitudinaria.