Prontuario de hagiografías para meditar: Manuel Portella Valladares (XXIII)
Nacido en Pontevedra en 1867 en una familia acomodada. Estudió en los Jesuitas y después, Derecho en Santiago. Comenzó su vida laboral como redactor del Diario de Pontevedra y juez municipal, llegando a Registrador de la Propiedad en Madrid.
Entrado en política, liberal, fue elegido diputado en 1905. Era de la confianza de Canalejas y en 1910 es nombrado gobernador civil de Barcelona, lo que dejaría para ser Fiscal del Supremo. Masón, llegando a Gran Maestre de la Logia del Nordeste, en Barcelona se casó con una aristócrata rica, que le haría conde de Brías y en 1923 volvería a ser gobernador civil de la ciudad.
Galleguísta y vinculado Casares, venida la República se mantuvo como diputado. En 1931, con Alejandro Lerroux fue Gobernador general de Cataluña y en 1935 ministro de Gobernación. Al final de este año llega a Presidente del gobierno puesto por Alcalá Zamora, que lo era de la República participando en dos gobiernos, el primero del 14 -XII-35 a 30-XII-35, dieciséis días y del 30-XII-35 al 19-II-36, veinte días. Total 36 días de presidencia del gobierno.
Fue quién dio por bueno el pucherazo fraudulento de febrero del 36 y quién entregó el gobierno y la República, con Alcalá Zamora, al Frente Popular, a Azaña y Largo.
Al producirse el Alzamiento Nacional, se exilia a Francia para salvar el pellejo. Se va a Niza con su esposa, monárquica y antirrepublicana. Se plantea contactar con Franco, a quien escribe una carta, y regresar a la zona nacional, pero su funesto masonísmo se lo impide. Le confiscan sus propiedades y su periódico gallego que pasa a Falange. Los problemas económicos que le sobrevienen y sus diferencias políticas hacen que su mujer se divorcie y se acabe el matrimonio Portela Puig. Ella regresa a la España nacional donde renegó públicamente de su ex-marido masón y traidor a su patria.
Portela se va a París y contacta con Negrín que le quiere utilizar como masón para sus fines de relaciones exteriores por su talante moderado. Participó en las Cortes de Valencia en octubre del 37.
Finalizada la contienda tuvo que largarse a Francia. No pudo exiliarse a México ni a otro país sudamericano, donde tampoco gozaba de simpatías. Prendido por la Gestapo estuvo internado en arresto domiciliario y una semana en la isla de If -a lo conde de Montecristo- en condiciones infames. Solicitada por España la extradición no fue concedida.
Fuera de gobiernos republicanos en el exilio, se quedó en Francia cerca de Marsella, en Bandol, escribiendo sus memorias y finalmente murió en Bandol en 1952, con 85 años.
Vaya con los registradores de la propiedad nacidos en Pontevedra metidos a políticos: qué peligro que tienen tanto por su cobardía como por su afición al mandil.