La salud mental de Jordi Sánchez, en entredicho: expendientado por camuflar cartas entre sus ropas pese a tener permitido enviarlas al exterior
Pasa frío en la cárcel de Soto del Real o eso, al menos, defiende él. Le eligen compañeros de celda que fuman y tiene que pedir un cambio. Asiste a episodios violentos durante la misa carcelaria y hasta tuvo que «soportar» como otro recluso le gritaba «¡viva España!». El paso de Jordi Sánchez Picanyol (Barcelona, 1964), exlíder de la Asamblea Nacional Catalana, por la prisión madrileña se está convirtiendo en un auténtico vodevil retransmitido a través de los medios de comunicación gracias a incidentes internos que logran eco público o por cartas enviadas por él mismo a la prensa, unas misivas que le han llevado a protagonizar un nuevo incidente. Y es que a la accidentada vida de Sánchez en prisión contribuye él mismo.
Su propia llegada a Soto del Real causó más expectación entre los 1.300 internos del centro que los recientes ingresos de otros rostros famosos como Ignacio González, Gerardo Díaz Ferráno Ángel María Villar o, en su época, Luis Bárcenas, el fallecido Miguel Blesa o Mario Conde. La crisis catalana se sigue con interés en esta cárcel madrileña.
Los primeros roces no tardaron en aparecer. Jordi Sánchez pidió a un funcionario menos de dos días después de su ingreso el cambio de módulo tras ser increpado por otro recluso que le gritó «¡viva España!», algo a lo que el trabajador de la cárcel no accedió, explicándole que no correspondía porque no se había producido ningún problema de seguridad para el supuesto sedicioso. Eso sí, el interno, animado por la fama conseguida, ha seguido molestando al exlíder de la ANC.
El paso de Jordi Sánchez por prisión también ha estado caracterizado por su incesante cambio de compañero de celda. Hasta cuatro en apenas 40 días: un asturiano, un catalán y dos peruanos.
El primero que tuvo que lidiar con su intensa pedagogía independentista fue Rodolfo Cachero, un minero asturiano de 71 años acusado de varios delitos contra la Hacienda Pública. Su afición al tabaco molestó al líder independentista que se acogió a la legislación interna de prisiones que permite la separación de presos en celdas de fumadores y de no fumadores para reclamar un primer traslado.
Fue después cuando le llegó el turno al peruano (en un primer momento, por error, se pensó que era el preso asturiano) que harto de la «matraca soberanista» de Sánchez reclamó no tener que seguir aguantándolo. Célebre ya es la frase de este reo, para quien convivir con el exlíder de la Asamblea Nacional Catalana suponía «una doble condena». Desde la cárcel se le concedió el cambio.
A la tercera tampoco fue la vencida y eso que el siguiente interno con el que compartió celda era catalán. Distintos medios avanzan que este reo también empezó a mostrar su incomodidad pero un problema médico le llevó a enfermería antes de que pudiese pedir mudarse.
Tras este incidente, Sánchez, elegido por Carles Puigdemont como número dos de su lista JuntsxCat, estrenó el cuarto compañero, un peruano que, hasta donde se sabe, no ha hecho reparos públicos a su cantinela independentista.
Pide dos veces el cambio a una prisión catalana
El pasado 17 de noviembre, justo un mes y un día después de su ingreso en prisión, Instituciones Penitenciarias denegó a Sánchez el traslado a la cárcel catalana de Quatre Camins que había solicitado para estar más cerca de su familia y de su abogado.
Funcionarios de la prisión aclaran que pidió el traslado, al menos, en dos ocasiones, la primera en un escrito presentado el 31 de octubre. El líder independentista se quejó del tratamiento que algunos de los presos de la cárcel le dieron a su llegada.
La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias rechazó, sin embargo, su petición al entender que su permanencia en la cárcel de Soto del Real «facilita» la práctica de las diligencias que acuerde la jueza Lamela, más aún si se tiene en cuenta su «reciente ingreso».
A juicio de la administración de Prisiones, los argumentos expuestos por Sánchez no desvirtúan esa resolución, pues no se conculca ni el derecho a las comunicaciones del interno ni su derecho a su defensa.
Incidente con un cuchillo en plena misa carcelaria
El día 20 de noviembre, poco más de un mes después de su ingreso en Soto del Real, Jordi Sánchez vivió un susto, en esta ocasión, mientras asistía a una homilía dominical. Un preso dominicano sacó un cuchillo de plástico con cuatro cuchillas de afeitar pegadas con cinta adhesiva y agredió en el cuello a otro interno de su misma nacionalidad en presencia del exlíder de la ANC. El preso herido, que al igual que el agresor está vinculado a bandas latinas, precisó atención médica en el Hospital de La Paz.
«Se trata de un hecho aislado que ha sido controlado en el acto por los funcionarios presentes en el lugar», explicaron en el momento fuentes penitenciarias. Jordi Sánchez estaba sentado un banco alejado pero su nombre, de nuevo, volvió a colarse en los medios por este nuevo incidente.
Pasa frío en Soto del Real
Con un tono melancólico y pesaroso arrancó Jordi Sánchez una carta publicada el pasado día 23 en el diario Ara en la que defendía que «no hay manera de contener la voluntad de un país». En la publicación se quejaba de que «los días y sobre todo las noches comienzan a ser realmente fríos en Soto del Real, al pie de la Sierra madrileña. Sorprende, sin embargo, que la calefacción solo funcione en la zona de las visitas exteriores de familiares y abogados y no en el interior de los módulos, aunque es una manera de hacer sentir a las visitas la supuesta calidez de la prisión». El exlíder de la ANC, que sostuvo con ironía desconocer «si la fiscalía belga ha pedido información sobre la climatización en las cárceles españolas», insistía en que «si alguien puede, que les explique que en las celdas no hay radiadores, que las paredes son de un frío y triste hormigón y que las ventanas no ajustan».
Le expedientan por camuflar cartas
El último revés de su paso carcelario se ha conocido, aún, en las últimas horas. Instituciones Penitenciarias ha expedientado a Jordi Sánchez por camuflar cartas entre sus enseres personales saltándose de esta forma el reglamento común para todos los internos.
Las comunicaciones de Jordi Sánchez con el exterior de la prisión no están intervenidas y también puede enviar a sus familiares paquetes con su ropa para que sea lavada fuera de las instalaciones de Soto del Real pero, aún así, y es de suponer que por sus propias suspicacias o, como apuntan varios medios, para intentar escenificar un supuesto recorte de libertades que no existe, decidió enviar la correspondencia en estos paquetes.
Es necesario recordar que el número dos de la lista de Carles Puigdemont ocupa buena parte de su tiempo en prisión leyendo y redactando cartas que luego difunden medios de comunicación y replican sus partidarios.
Los funcionarios de este centro descubrieron que «había vulnerado el conducto reglamentario para la salida de su correspondencia», y por eso sancionaron al líder de la ANC con una falta disciplinaria. Sánchez podrá hacer las alegaciones que considere ante la Comisión Disciplinaria.
Las comunicaciones de Sánchez con el exterior de la prisión no están intervenidas y también puede enviar a sus familiares paquetes con su ropa para que sea lavada fuera de las instalaciones de Soto del Real. Es en estos paquetes donde ha sido interceptada parte de la correspondencia.
Sánchez ocupa buena parte de su tiempo en prisión leyendo y redactando cartas que luego difunden medios de comunicación y replican sus partidarios. El pasado 23 de noviembre, por ejemplo, el diario «Ara» publicó una queja suya por el frío que pasaba en prisión.
Las celdas tiene unos 11 metros cuadrados, con baño y ducha, y con conexión para una televisión. Está permitida la visita de familiares, y amigos. También de la pareja, con quien se tiene derecho a mantener un encuentro íntimo al mes de no más de tres horas pero tampoco menos de una.
Igualmente, está permitido efectuar varias llamadas telefónicas a la semana a familiares y amigos. Las llamadas telefónicas no están prohibidas, pero sí restringidas en su duración y en el número máximo al mes.
Tiene el síndrome de Diogenes
Pues que le den por el ano , así no pasa ni frío ni calor.
“no hay manera de contener la voluntad de un país” y después quejarse del frío y el triste hormigón de villa-barrotes no parece la actitud propia de un héroe precisamente;o así me lo parece a mi,en fin…
Claro, en entredicho su salud mental…..buen argumento para salir de Chirona.
Tiene mas miedo que siete Gallinas en una jaula…que mame Cárcel y no se aplique ninguna enfermedad mental por que no la tiene y claro como cualquier otro Preso lo que quiere es salir en Libertad pero le toca mamar Prisión y no va a convencer a nadie de su enfermedad mental otros mas Inteligentes lo intentaron sin éxito…Feliz vacaciones Jordi.
Dadas las circunstancias no estaría demás publicar esas cartas incautadas, ya que se trataba de correo fuera del conducto habitual de comunicación.
Así, al menos, podríamos reirnos un rato de las ocurrencias de ese ladrón lobotomizado y lobotomizador.
¡Valiente payaso catalufo!
Eso te pasa por jugar a ser el Napoleonet de Tarrasa
¿Pero hay alguno de estos que esté acabao?
Sí, está loco pero con sus locuras consiguen salir día sí, día también en todos los medios.
Yo no pondría en entredicho la salud mental de este tipejo ni la de los de su calaña, ya que independientemente de lo mala gente y retorcidos que son, lo que está claro sin duda alguna es que son todos una panda de chiflados.
Ezquizofrénico perdido, propio del nacionalismo separatista catalán. Viven en su mundo de pelicula, donde se creen sus propias mentiras. Por ello actuan tan coherentemente dentro de su lógica.