Puigdemont, durante la manifestación en Bruselas

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, ha tachado este viernes de «contaminación» y «falsedad permanente» las declaraciones del expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y los exconsellers que le acompañan en Bélgica en las que achacaban al miedo del Gobierno la decisión del Tribunal Supremo de anular las órdenes europeas de detención y entrega (OEDE) dictadas contra los cinco políticos catalanes.

«Hay una contaminación, por no decir falsedad permanente, en las declaraciones que hacen algunos representantes políticos, porque no es un tema de España (…), sino que las órdenes son relaciones directas entre poderes judiciales», ha expresado Catalá en declaraciones a la prensa en Bruselas, en donde asiste a una reunión de ministros de Justicia de la Unión Europea.

«Aquí los gobiernos no tenemos nada que ver», ha insistido, para negar que hayan entrado en juego los Ejecutivos español y belga y recalcar que cualquier decisión relativa a las órdenes de entrega europeas se enmarcan en una «relación bilateral» entre autoridades judiciales de dos países.

Catalá ha explicado la decisión del juez Pablo Llarena porque consideró que, si finalmente se concedía la extradición de Puigdemont y sus exconsellers por solo uno de los cinco delitos que se les imputa en España, se vería obligado a proceder al enjuiciamiento «parcial», lo que «no tendría sentido» en un delito «plurisubjetivo» como este.

«Es una cuestión de carácter puramente judicial y es un juez quien lo ha decidido, no ha sido una decisión de país ni de Gobierno», ha zanjado.