Claves para reformar tu vivienda
Convertir una casa en tu hogar no siempre es tarea fácil. Pero con las pautas correctas se puede conseguir.
Emprender un proyecto de reforma puede resultar bastante complejo. Todos tenemos en la cabeza una idea sobre cómo tiene que ser nuestra vivienda ideal para sentir que estamos en casa. Aunque también es verdad que no siempre se puede copiar por completo la imagen que muestran las revistas. Pero con algunas ideas clave en la mente, se pueden conseguir muy buenos resultados.
Si quieres hacer una reforma, lo primero que debes tener en cuenta es en qué estado se encuentra la vivienda. No tiene sentido gastar dinero en materiales si después tenemos que levantar esos caros azulejos porque una tubería está rota. Desde Globalia, especialistas en reformas integrales en Madrid, nos dan algunos otros consejos.
¿Qué es lo que necesitas realmente?
Uno de los errores más habituales a la hora de realizar una reforma es pensar en la estética de la decoración, en lugar de ver primero qué es lo que te hace falta de verdad. Ten en cuenta que por muchas visitas que recibas, serás tu y tu familia más cercana quien viva en esta casa. Así que no pienses tanto en que todo sea decorativo, sino en que sea funcional.
Párate a pensar en cuáles son las zonas de la casa en las que haces tu vida, qué elementos te hacen falta y cuáles en realidad te molestan. Igual una bañera le da un aspecto más elegante al cuarto de baño, pero no soportas tener que levantar los pies y prefieres un plato de ducha. O en lugar de esa silla de diseño, es mucho más práctico tener unos puffs con espacio de almacenamiento.
Haz un plano de lo que te gustaría tener
No necesitas ser ingeniero para dibujar en un papel cómo te gustaría que fuera la reforma de tu casa. Solo tienes que saber dónde están los puntos que no se pueden mover, como las vigas y los muros de carga, y a partir de ahí estudiar las posibilidades que tienes de hacer una reforma integral. Por ejemplo, convertir una habitación en vestidor, ampliar el dormitorio o poner la puerta en otro lugar para aprovechar mejor el espacio. También es interesante señalar dónde quieres que vayan los puntos de luz, mirar si hay suficientes enchufes o ver si el baño quedaría mejor en otro lugar.
Contacta con profesionales
Una vez que tienes claro lo que te gustaría, es momento de pedir ayuda a un profesional. Así sabrás si lo que quieres conseguir es realmente posible, o cómo adaptarlo para que sea lo más cercano a tu idea. La mejor cristalería de Navarra te puede decir si esas ventanas que quieres poner o el cerramiento de la terraza es posible, por ejemplo.
Además, podrás ver varias opciones y comparar los precios de cada tipo de reforma. Así verás si tu idea no solo se ajusta a las posibilidades reales de la vivienda, sino al presupuesto que tienes para hacer el cambio. Lo más seguro sea que tengas que renunciar a algo o buscar alternativas, pero es mejor no excederse nunca del presupuesto.
Elige materiales duraderos
No te centres en conseguir la apariencia que quieres darle a tu casa y recortar en la calidad de los materiales. A medio plazo, acabarás por arrepentirte. Es mejor hacer una reforma menos profunda, pero con materiales de gran calidad que intentar hacerlo todo ahorrando en algunos. Detalles como el teflonado de piezas quizás te parezca un gasto innecesario. Pero cuando ves que su vida útil supera con creces la de una pieza que no está bien tratada, te convencerás de que has tomado la decisión correcta.
Implícate en el proyecto
Aún cuando dejes la reforma en manos de profesionales, es importante que estés al tanto de cómo va la obra. Tal vez veas algún detalle que no termina de encajar en tu idea, y si aún no se ha acabado, puedes decirlo y ver cómo adaptarlo mejor. Ten en cuenta que después será mucho más complicado hacerlo.
Además, hay detalles que seguramente necesiten de tu opinión. Si te implicas, será mucho más fácil crear tu hogar a la medida.
Ahora sí. Ya podrás disfrutar del resultado de una reforma integral a tu gusto. Ver tu casa convertida en un espacio donde vivir siempre es un placer.