España es el sexto país del mundo en utilización de servicios fintech
La tecnología ha avanzado a un ritmo aceleradísimo principalmente desde la década de los ochenta. Hasta el día de hoy se han producido multitud de innovaciones que han afectado directamente a la sociedad, siendo la mayoría de cambios positivos en todos los sentidos. Un claro ejemplo es el sector conocido bajo el nombre de fintech cuya existencia era impensable años atrás.
El mismo consiste básicamente en una serie de servicios financieros que son ofrecidos a los usuarios por medio de las tecnologías utilizables en la actualidad, sacándoles provecho para que la calidad de los productos económicos sea lo más elevada posible. Su presencia cada vez va a más en todo el mundo, indicándolo así las últimas estadísticas que han sido publicadas.
En ellas se ha hecho patente que España le otorga una gran importancia al mundillo fintech. De hecho, a nivel mundial se encuentra prácticamente en lo más alto del ranking de países que más partido le sacan a este tipo de servicios, concretamente en la sexta posición.
Así lo demuestra el considerable número de españoles que solicitan regularmente productos fintech, tales como los créditos rápidos sin nómina que permiten disponer en muy poco tiempo de una determinada cantidad de dinero. La cifra acostumbra a comprender un mínimo de cincuenta euros y un máximo de mil, aunque varía en función del prestamista elegido.
Ciertamente los préstamos ya existían mucho antes, pero la implementación de las nuevas tecnologías ha dado pie a que cualquier persona tenga la posibilidad de solicitar un crédito desde su propia casa, realizando los trámites por medio de la conexión a Internet sin necesidad de efectuar un excesivo papeleo.
De hecho, en la mayoría de ocasiones bastan unos diez minutos para saber si el préstamo ha sido concedido. Teniendo en cuenta tanto la facilidad como la crisis económica que sigue afectando a los españoles, quienes en ocasiones no pueden afrontar determinados gastos por la indisposición de liquidez, no es de extrañar que este producto fintech goce de tanto éxito en nuestro país.
Pero los servicios populares en España basados en esta excelente asociación de tecnología y finanzas no terminan aquí, sino que van más allá abarcando otros servicios que paulatinamente van adquiriendo una mayor trascendencia. Es el caso de aquellos que ofrece una startup de origen británico que en dos años ha logrado reunir una cifra de clientes nada despreciable: casi un millón de individuos de todos los rincones de Europa.
El acierto de dicha compañía que recientemente ha abierto una sede en Barcelona no se resume únicamente en sustituir la banca tradicional por una de carácter cien por cien digital, proporcionando gratuitamente una tarjeta de débito virtual y/o física. Su principal virtud reside en no cobrar comisiones por los cambios de divisas, lo cual agradecen enormemente aquellos viajeros que frecuentemente visitan otros países en los que son utilizadas otras monedas distintas al euro.
En otros tiempos los usuarios se veían obligados a abonar elevadas tasas de conversión, pero todo ha cambiado con este servicio fintech que evita las comisiones al llevar a cabo pagos en el extranjero. Por si fuera poco, permite efectuar transferencias a nivel internacional nuevamente sin que ello suponga un coste adicional.
Los avances producidos en la tecnología han sido aprovechados por esta empresa de una manera muy similar respecto a las entidades prestamistas. El auge de los productos fintech en España se basa principalmente en satisfacer las necesidades de sus habitantes otorgándoles una gran comodidad, la cual viene dada por la posibilidad de realizar el cien por cien de las transacciones desde sus respectivos hogares, todo ello a través de entornos virtuales.
Así lo demuestra el crowdfunding, otra rama englobada dentro del sector fintech que se encuentra en pleno crecimiento en nuestro país. Cada vez es mayor el número de proyectos que consiguen ver la luz gracias a este tipo de financiación colectiva. De nuevo es necesario establecer una comparación con tiempos anteriores en los que también eran viables estos procesos, pero no tenían tanto éxito debido a las complicaciones que surgían durante el transcurso de los mismos.
Por el contrario, a día de hoy basta con acceder al sitio web de micromecenazgo deseado para invertir altruistamente en el proyecto de carácter tanto empresarial como personal que más le llame la atención a cada sujeto. En caso de que ello acarree una recompensa en formato físico es recibida directamente en el domicilio introducido en el formulario de registro, por lo que todo el proceso resulta cómodo, sencillo y de gran ayuda para quienes tienen ideas pero no cuentan con los recursos necesarios para hacerlas realidad.
España cada vez está más volcada en fomentar tanto los servicios fintech que han sido sacados a colación a modo de ejemplos como el resto de productos financieros creados mediante la tecnología. Es por ello que los expertos prevén que la sexta posición que ocupa actualmente incluso sea mejorada con el paso del tiempo.