Más de 300 menores han sido condenados en España por delitos relacionados con el homicidio desde 2010
Un total de 338 menores de edad han sido condenados en España por delitos de homicidio y sus formas desde el año 2010, según los datos del Registro Central de Sentencias de Responsabilidad Penal del Menores. La última cifra disponible corresponde a 2016, cuando los Juzgados de Menores ingresaron 15.216 sentencias, resolvieron 16.281 y dejaron en trámite 15.453 ejecutorias relativas a delitos cometidos por menores entre 14 y 17 años de edad.
Aquel año fueron condenados por delitos relativos al homicidio y sus formas 45 chicos y chicas, aunque de acuerdo a la Fiscalía de Menores “no es una cifra alarmante, teniendo en cuenta que la mayoría de los asesinatos u homicidios fueron en grado de tentativa y algunos de esos hechos al final se sobreseyeron o se calificaron como lesiones graves u homicidios imprudentes”.
En el año 2015 fueron en total 51 los menores condenados por estos delitos. Uno de ellos tenía 14 años de edad, 18 tenían 15 años, 13 tenían 16 y 19 tenían 17 años. La estadística indica además que 46 eran varones y cinco mujeres.
La cifra es baja en comparación con el volúmen de chicos y chicas encausados en ese periodo: se registraron 24.005 infracciones, 15.779 por delitos y 8.226 por faltas. En cuanto al año 2014, fueron 35 menores (5 tenían 15 años, 14 tenían 16 años y 15 tenían 17 años de edad) los condenados por delitos de homicidio y sus formas sobre un universo de 25.717 infracciones (16.012 delitos) y en 2013 la cifra ascendió a 49, de los que 4 tenían 14 años de edad, 7 tenían 15 años, 18 tenían 16 años y 20 tenían 17.
Un año antes se contaron 49 chicos y chicas (4 tenían 14 años, 7 tenían 15 años, 18 tenían 16 años y 20 tenían 17 años) condenados por estos delitos relacionados con el homicidio, mientras en 2012 fueron 44, en 2011 un total de 45 y en 2010 ascendieron a 69 (4 de aquellos tenían 14 años, 9 tenían 15 años, 25 tenían 16 años y 31 tenían 17 años).
RESPONSABILIDAD PENAL “ADECUADA”
La profesora de Derecho Penal de la Universidad de Comillas ICADE, experta en menores, Myriam Cabrera, ha indicado a Europa Press que si bien los datos son “espeluznantes, porque a lo que se aspira es a cero”, también son “estables” y sin incrementos significativos.
Asimismo, ha apuntado que cada vez que se dan casos graves protagonizados por menores, como el asesinado de una pareja de ancianos o la muerte del exjugador de fútbol Ibon Urrengoetxea, se cuestionan las medidas correctoras y sistema de responsabilidad penal, que a su juicio, “es adecuado y está teniendo buenos resultados”.
Para esta experta, “lo que falla es la prevención”. “Aunque unos menores puedan ser igual de violentos que los adultos, la responsabilidad penal de estos no es reproducible”, ha apostillado, para añadir que es necesaria una “reflexión colectiva” tanto a nivel de las familias como de los organismos públicos –qué hacen con los menores en situación de desamparo o con los que abandonan el sistema educativo–. “El derecho penal se aplica cuando han fallado las fases previas”, ha recordado Cabrera, que ha subrayado que en España “todavía queda mucho por hacer” en materia de prevención.
Además, ha incidido que los menores involucrados en delitos de homicidio “no todos están en situación de exclusión social”, que el origen de sus actuaciones, en muchos casos, responde a problemas de conducta –falta de autocontrol, de habilidades para resolver conflictos o nula tolerancia a la frustración–, pero también a trastornos de personalidad. Sobre estos últimos, la profesora de Derecho Penal ha señalado que habría que preguntarse los recursos que se brindan a estos chicos desde el sistema sanitario, la psiquiatría o la psicología clínica.
El sistema es el problema, sobre todo en educación y escala de valores.
Y la falta de miedo.
La pena capital no acaba con los delitos muy graves, pero los reduce.