¿Dónde estaban los defensores progres de la libertad de expresión cuando Colau vetó un homenaje a Dalí de los toreros?
PD.- Ahora que estamos a vueltas con la libertad de expresión, con la pseudoprogresía rasgándose las vestiduras por la decisión de Ifema de retirar una obra que homenajeaba a algunos políticos presos, viene bien recordar otros actos de censura en la que los mismos no dijeron ni pío–Boadella tumba con un argumento lapidario los lloriqueos de la izquierda con el escándalo de ARCO: “No pretendamos que los artistas estemos fuera de la legalidad”–.
Los aficionados a los toros en particular y los amantes de la libertad en general jamás podrán olvidar la actitud censora de, por ejemplo, Ada Colau–Pero Jordi, ¿dónde quedó tu equidistancia? Évole queda retratado al decir que le da “asco” que ARCO tome medidas–.
Lo que hicieron los organizadores de la Feria del Pilar del año 2015 para promocionar la feria taurina de Zaragoza era eso mismo, una obra de arte–Retirado de Arco el esperpento que definía como “presos políticos” a Junqueras y los Jordis–.
En algunas láminas salían varios toreros ataviados al más puro estilo Dalí para promocionar la feria con la etiqueta #soyartepuro–Otra cornada de populismo de Ada Colau: ahora contra Morante de la Puebla–.
Pero no, a Ada Colau el arte le da igual cuando va contra sus intereses. Y por eso se negó, en la ciudad de Barcelona, a la colocación de una gran lona en el Paseo de Colón con la imagen del matador de toros sevillano Morante de la Puebla alegando que ella es que es favorable a los derechos de los animales– El socio del ‘rojo’ Jaume Roures compra la obra de ‘presos políticos’ censurada en ARCO–.
La gran valla se tenía que colgar en la fachada de un edificio del Paseo de Colón. Ya se había cerrado un acuerdo con los vecinos del inmueble para colocar la gran lona a cambio de 50.000 euros y el Ayuntamiento también iba a recibir 12.000 euros por concepto de tasas. Pero mejor censurar lo que no le gustaba que ingresar ese dinero en la arcas públicas.
La ‘polémica’ imagen mostraba al diestro sevillano con el torso descubierto. En su pecho, a modo de tatuaje, se leía la palabra Salvador. También llevaba la montera y el bigote emblemático del artista ampurdanés.
Un ataque a todas luces contra la cultura porque la lona homenajeaba, al igual que el resto de láminas, al pintor catalán Salvador Dalí.
Pero estos que ahora se quejan y claman por la libertad de expresión, en aquel entonces no dijeron ni mú.
No existe libertad de expresión en nuestro país, con la implantación del marxismo cultural apoyado por Albert con la abstención de Mariano.