El turbio pasado de Ana Julia en Burgos
Fue como un acto reflejo. No habían pasado ni dos horas desde que Ana Julia se vio esposada junto al coche donde llevaba el cuerpo del pequeño Gabriel cuando afloraron varios episodios de su vida anterior. La dominicana, principal sospechosa de la muerte del niño almeriense, vivió en Burgos durante más de 20 años y allí, según ha trascendido, acumuló algunos pasajes bastante desagradables.
Esta mañana, la policía confirmaba que una hija de Ana Julia murió al caer desde un balcón allá por el año 1996. La pequeña tenía solo cuatro años y entonces se trató como una muerte accidental. Nadie se atreve de momento a insinuar lo contrario.
Este oscuro episodio estaba en la agenda de la Guardia Civil desde que Ana Julia se pusiera en la diana «encontrando» una camiseta interior de Gabriel durante una de las batidas. Aquel hallazgo, en un paraje de sobra rastreado, hizo que los agentes quisieran saber más de esta mujer, vecina de Las Negras desde 2014.
Ana Julia llegó a Burgos procedente de República Dominicana hace casi 30 años. Vivió en el distrito de Gamonal durante más de veinte y era muy conocida en la zona por trabajar primero en varios locales y más tarde en una carnicería. Según apunta «El Norte de Castilla», Ana Julia llegó con una niña pequeña debajo del brazo y se casó con Miguel Ángel Redondo, un hombre dedicado al sector del transporte, con quien tuvo otra hija que aún hoy vive en la localidad.
Ana Julia se divorció de Miguel y, tras mantener otras relaciones, se marchó con otro burgalés a Las Negras, la localidad desde donde ha entrado en la crónica negra de este país. Allí llegó en 2014 y, tras permanecer unos tres años más con su pareja burgalesa, conoció al padre de Gabriel. Eran mediados de 2017.
«Solo se mueve por interés»
Como suele ocurrir en estos casos, quienes hablan de Ana Julia la recuerdan como una persona «incapaz de hacer algo así». Aunque hay de todo. En Burgos, su empleo más estable fue en una carnicería situada en la calle Camino Casa la Vega, donde permaneció seis años. En esa época, según explica «El Correo de Burgos», Ana Julia empezó una relación con un hostelero de la localidad que falleció en 2012.
«Parecía una mujer agradable, mi padre estaba bien con ella, teníamos un trato cordial hasta que falleció y entonces vimos que tenía una doble cara», ha explicado a ese mismo diario uno de los hijos. «De lo que he tratado con ella, de la relación que hemos conocido, es una persona que solo se mueve por interés, por dinero». Este mismo hijo interpuso después una denuncia por robo de joyas y por movimientos dudosos en las cuentas de su padre durante el tiempo que estuvo con Ana Julia.
Como ya se ha enumerado, después se mudó a Almería con otro burgalés –de nombre Sergio– y más tarde conoció a Ángel David Cruz, quien se desconoce si conocía el intenso pasado de Ana Julia.
Su hija cayó desde un séptimo piso
Tal y como se han desarrollado los hechos, Policía y la Guardia Civil no han tenido más remedio que investigar si Ana Julia Quezada Cruz tuvo algo que ver en la muerte de su primera hija, fruto de su relación con Santiago Gil, un ciudadano dominicano. Según «El Norte de Castilla», la pequeña falleció al caer por una ventana de un séptimo piso a un patio interior el 10 de marzo de 1996, cuando la niña, llamada Ridelca Josefina Gil Quezada, tenía 4 años.
El suceso ocurrió cuando Ana Julia salía con su primer marido español, Miguel Ángel Redondo, quien a su vez le daría una segunda hija que ha tenido que ser atendida estos días por una crisis de ansiedad. Según ha podido saber dicho periódico, Redondo fue a la habitación de las niñas para ver cómo estaban cuando se encontró la ventana abierta y el cuerpo de la pequeña en una terraza de la primera planta de la vivienda, ubicada en la calle Camino Casa de la Vega, 41 de Burgos.
Esto es un crimen racista