“¡Salud y República!”… y 400 mojitos
Álvaro Martínez.- Prometía este 14 de Abril pero al final se ha quedado prácticamente en nada. Tan entretenida parece la clase política buscando trampas en los historiales académicos del rival (porque con mayor o menor desfachatez no hay partido libre de un mentiroso curricular con escaño) que a los activistas del republicanismo casi se les pasa la fecha en la que siempre regresan con su murga tricolor. No es que flaquee en la causa sino que la legión republicana tiende a la distracción en cuanto el vuelo de otra mosca se cruza en su mirada. El propio Pedro Sánchez, que hace cuatro abriles alumbró la fecha con un combativo «¡Salud y República!», este año ha preferido arrancarse con una de esas frases cursis y vacías de Azaña, que por cierto no era del PSOE. Ya ven, un hombre de Estado… El grueso de la celebración ha recaído en Alberto Garzón, que orillado por Iglesias ha quedado para este tipo de aniversarios «revolucionarios» en los que echa el resto y a los que solo le falta llevar el chaqué de la boda.
Así que hasta han tenido que echar mano de la riña entre una suegra y su nuera a la salida de misa para ir preparando el tradicional arreón antimonárquico de la efeméride. Pero solventado aquel desencuentro de las Reinas, y dejando aparte la hojarasca digital, apenas han emergido un par de episodios novedosos. Uno lo ha protagonizado el diputado gallego que rompió dos fotos del Rey en una sesión parlamentaria. Se llama Xosé Luís Bará, del Bloque, y al tratar la llamada «ley mordaza» se embaló y salió del anonimato mediático en el que discurre su vida política, donde habita desde hace dos décadas sin que se tenga constancia de que en este tiempo no haya podido decir o romper lo que le venga en gana, una extraña característica de este «Estado represor» donde «se amordaza la libertad». Diez años han pasado desde la última irrupción de Bará en la actualidad nacional. Fue en 2008 cuando se hizo realmente famoso por pasar una factura de 400 mojitos de un acto que montó en la Feria del Libro de La Habana cuando era director general en aquella Xunta del tripartito de paseos en yate y despachos a todo tren. Y eso que los 400 «ronsitos» habaneros, tan fresquitos, fueron lo de menos si tenemos en cuenta que la excursión cubana les salió a los gallegos por 1,2 millones de euros. Con 400 mojitos, eso sí, se pasa mejor ese trago.
Otro en acudir a este 14 de Abril ha sido Joan Ribó, alcalde de Valencia, que el viernes inauguró unas «rutas republicanas» en las que embarca a los escolares por los lugares donde, a su juicio, se erige aquella Valencia capital de la II República y que recorren los puntos de represión franquista. Naturalmente no está previsto que los chavales visiten o tengan información de algunas de las 46 checas habilitadas por el Frente Popular en la versión valenciana del llamado «terror rojo». Ribó, populista de Compromís, es uno de los republicanos más pedagógicos, tanto que hasta se ha inventado unas «magas republicanas» a las que saca en cabalgata en enero para combatir a… ¡los Reyes Magos!
objetividad y mas en el periodismo, parece que se ha perdido dede los últimos años en este país.
He leído 3 noticias solo de este diario y la verdad, que parece que los artículos que he leido los ha escrito un tio que cree que sabe mas que Dios.
Dejense de criticar a la gente, que al fin yal cabo, son de los que comen; y no tomen el ejemplo de los grandes medios de comunicación de este país, e informen.