A los primeros pitidos al himno debería suspenderse el partido; el problema es que este gobierno no tiene agallas para esto ni para nada
Hermann Tertsch* (Reproducido).- Dicen que mañana antes de las nueve y media de la noche, cuando empieza el partido de la final de la Copa del Rey entre el Sevilla y el Barcelona, decenas de millones de españoles tendremos que soportar otra vez la retransmisión televisiva de un insulto masivo contra nuestro himno, contra nuestro Rey, contra nuestra patria y contra todos nosotros. Y nos dicen que el Rey y nosotros tendremos que aguantar estoicos los pitidos y abucheos mientras ondean las banderas estrelladas que son ya el símbolo de la voluntad de destruir España y del golpe de estado contra la democracia española que sigue en curso. Dicen que quienes nos insultan y ofenden a nosotros y al Estado en la figura del Monarca están dolidos porque dos millones de separatistas no pueden imponer su voluntad a 45 millones que se niegan a destruir su estado, su nación y su patria. Dicen que la Federación Española de Fútbol permitirá el acceso al campo de la estrellada, el símbolo del golpe de estado y del odio a España porque respeta la libertad de expresión. Nunca le preocupó cuando en el Camp Nou o San Mamés se requisaban banderas nacionales.
Dicen que ofender a los españoles molesta menos que evitar la ofensa. Que insultarnos es más aceptable que impedir que se nos insulte.
Presento enmienda a la totalidad. La normalidad no existe cuando una minoría agrede a una mayoría por el mero hecho de sentirse ofendida por una realidad tan firme e inamovible como es la unidad de España. La minoría tiene que aceptar esa realidad para que haya normalidad. Se ha hecho lo contrario durante décadas. Se ha tolerado lo intolerable. Quienes han hecho del odio a España profesión y negocio han gozado, gracias a esa actitud indolente, pusilánime e irresponsable de los gobiernos de la Nación, de todas las ventajas para crear un régimen de chantaje, victimismo e intimidación a un tiempo. Los españoles no podemos vivir indefinidamente en estado de irritación y agitación porque una minoría ha sido envenenada hasta convertir el odio a sus compatriotas en la única obsesión en la vida.
Por eso es necesario que esos famosos dos millones -si acaso llegan- se enfrenten cuanto antes a la necesaria frustración. Que podrá tener después tratamiento político con paliativos diversos, una vez acatada plenamente la legalidad constitucional que implica respeto al Estado y a sus símbolos. En España no hay mejor tratamiento para los desvaríos políticos que la aplicación de la ley. Eso que en otros países se sobreentiende pero en España se discute hasta situaciones grotescas. Como los absurdos debates sobre la conveniencia o no de aplicar las leyes. Se vio con la ilegalización de Batasuna y con la aplicación del artículo 155 en Cataluña aunque después la falta de coraje, firmeza y aptitud del Gobierno en la aplicación diera al traste con los beneficiosos efectos.
Tarde o temprano, un gobierno nacional, parece ya claro que no será este, tomará las medidas legales y restablecerá la normalidad en toda España. De respeto y tolerancia real. No de atropello y matonismo, como han impuesto los separatistas. Y no solo en Cataluña, también en todas las demás regiones en las que se ha tolerado la deriva hacia la creciente tiranía del discurso antiespañol. Mientras tanto, mañana en el Wanda Metropolitano y tras pertinentes advertencias, a los primeros pitidos al himno debería suspenderse el partido. No hay partido. Todos a casa. Dignidad. La inmensa mayoría de los españoles se iría a la cama respetándose un poco más. No se hará este año. Este gobierno no tiene agallas para esto ni para nada. Pero se acabará haciendo. Como lo demás.
*Articulista de ABC
yo lo veo así, que cuatro o cuarenta mil energúmenos, que no representan más que a ellos mismos, silven al rey me parece muy mal, pero muy dificil de evitar. Seguramente lo mejor seria suspender el partido y jugarlo otro dia a puerta cerrada, no lo sé.
Pero lo que, bajo ningún concepto puede tolerarse, es que representantes de partidos políticos, paniaguados en general y peleles varios salgan hablando pestes del rey, eso tiene que estar penado seriamiente, con importantes sanciones económicas y/o penas de cárcel y/o inhabilitación de sueldo y cargo público
Se equivoca señor Herman: el Rey no tiene por que dejar de asistir a este partido…es la chusma la que debe retroceder y quedarse con las ganas de verlo.partido a puerta cerrada.si el Rey no asiste sera una victoria para los salvajes.como todo en la vida, a la gente que se comporta como gentuza se le deja fuera de cualquier acto.
Totalmente de acuerdo con Hermann.
El partido debería celebrarse a puerta cerrada.
Como no lo suspenda el Supremo que son los unicos que estan tratando de hacer cumplir la ley con el gobierno en contra
Parto de la base de que el fútbol me importa un ardite y, desde este inicio, a mi modo de ver, lo que es verdaderamente alucinante es que haya españoles de otras regiones que sean “socios del Barcelona”, cuando les mean día sí y el otro también en lo alto. Hay que reconocer que “el fútbol”, en nuestros días, se ha convertido en una “religión” para mucha gente, que se siente feliz perteneciendo a una “secta futbolera”. Y una vez dicho esto, al primer pitido al himno el rey tendría que largarse y automáticamente suspenderse el partido. Posteriormente sería cuestión… Leer más »
No hace nada ante un golpe de estado secesionista, que puede esperarse de la pitada al himno.
Lo único que importa al español, es el futbol. Si al primer silbido, se suspende el partido y se celebra posteriormente, con la sola ausencia en las gradas de la afición que haya silbado, se soluciona el problema. Si se sigue comportando de esa manera la afición, al club, se le prohíbe participar mas en la competición. Pero hay que tener en cuenta que con los vividores de la política, estos escarmientos no los pueden llevar a cabo, porque perderían votos y con ello, su mondus viviendi.
Bueno, llamémosle agallas, llamémosle connivencia con los sediciosos o llamémosle trapicheo mercantiloide de los símbolos nacionales a cambio de unos sustanciosos ingresos televisivos. Porque no me imagino yo la debacle que se produciría a nivel mundial si se suspendía el partido, por desgracia.
Estos días hemos asistido a un interesante debate en este foro de AD por el asunto del desprecio y la incomprensión de Alemania hacia el separatismo en España (problema también de UE, no lo olvidemos). El debate se acentuó con el artículo de D. Laureano ayer. Bien, ¿De qué nos extrañamos por el trato a puntapiés en todos lados, si dentro de España tememos que insulten al himno nacional y al mismísimo Rey, por que ya ha ocurrido otras veces sin consecuencia alguna? ¿Es que creemos que los de ahí fuera no perciben el tufo de este estercolero ?. Franco… Leer más »
Se puede pitar el Himno de la Nación, que para eso somos todos muy progres y tolerantes… pero ojito con poner en un vehículo “los niños tienen pene”, que todo tiene un límite…
Perdón, mas “hablar” debería haber escrito “gritar”, pues sería un símil más apropiado.
Hablar mientras alguien da un discurso, mientras alguien está leyendo o mientras ve una obra de teatro, se llama falta de respeto, mala educación, actitud pueril o del mil formas más, pero la “libertad de expresión” es algo más serio.
Si nuestros politicos tuvieran DIGNIDAD a los primeros amagos de pitad el partido se supenderia. Pitar el himno nacional junto con la Maxima Autoridad de España que es el Rey, no es violencia psicologica. No se habla de erradicar la Violencia en los terrenos de juego. Yo lo tendria muy claro, si fuera el arbitro de la final de la Copa del Rey, al primer amago de pitada suspenderia el partido, por incitacion a la violencia psicologica. Ya que nuestros politicos no tienen DIGNIDAD.
Tienen un miedo terrible a los incidentes que se pudieran derivar, provocados por la afición separatista. Pero sería lo propio, sobre todo teniendo en cuenta que en todos los países este tipo de comportamientos se castigan incluso con penas de carcel.
O por lo menos, si no se suspende el partido, imponer una fuerte sanción económica al club cuya afición protagoniza estos hechos. Una sanción ejemplar, de 50 millones de € para arriba.
Otra fórmula alternativa sería suspender el partido por unos días y repetirlo pero sólo adjudicando entradas a la afición del equipo que no hubiera pìtado, y costeándoles el gasto en viaje y hoteles. Los de la afición que hubiera pitado pierden la oportunidad de estar en el partido aplazado y pierden los gastos en viaje y hoteles.
Cómo va a tener agallas con los papeles de Pujol pendiendo sobre tantas ilustres cabezas.
Ud. si que sabe. O se tira de la manta caiga quien caiga o de lo contrario por el temor al chantaje de Puyol la justicia no hará nada. De momento sigue todo “el clan” en la calle.