Entierran en China a un hombre con su propio coche como ataúd
La familia de un hombre de la provincia china de Hebei (norte), amante de los coches, cumplió su última voluntad y le dio sepultura con su propio vehículo como ataúd.
El diario local Shine publicó este jueves las imágenes del funeral, en el que aparece una excavadora introduciendo el coche en una zanja situada en medio de un campo que se construyó para dar descanso eterno al vehículo y a su dueño, que amaba tanto los coches que se llevó el suyo a la tumba.
El hombre, de apellido Qi, era un aldeano del municipio de Baoding en la provincia de Hebei, y fue enterrado el pasado 28 de mayo, después de que en su último testamento expresara estos deseos.
En su voluntad final el hombre había dejado escrito que quería ser enterrado en su propio coche después de su muerte, en lugar de usar un ataúd tradicional.
El automóvil, un viejo Hyundai Sonata valorado en alrededor de 10.000 yuanes (unos 1.350 euros, 1.600 dólares), se ha convertido en su lugar de descanso final.
Es una idea sobresaliente. Y si rellenan el coche con resina de poliéster transparente, se puede lograr un estético y original embalsamamiento contemplable.
Me alegra pensar que si alguien lee estas líneas, otro en el futuro lo hará, como decía Julio Verne (Todo lo que un hombre pueda imaginar, otro lo hará).
Tal vez algún artista sin ideas, falto de toda vocación, que quiera debutar en Arco.