Cardenal Rouco Varela: “Juan Pablo II era un santo y un Papa de un dinamismo sobrenatural y espiritual fuera de serie”
El Presidente de la Conferencia Episcopal Española, el Cardenal Antonio María Rouco Varela, ha recordado en Cope la figura del Papa Juan Pablo II, al que el domingo se proclama beato “como primer escalón” en el proceso de reconocimiento que la Iglesia hace de su hijos.
El Cardenal Antonio María Rouco Varela, que se encuentra en Roma para asistir a la beatificación del Papa Juan Pablo II, ha destacado que el Papa Wojtyla era “un santo”, algo que a partir del domingo sabremos “con toda verdad y solemnidad”. “Quizá esa es la palabra con la que mejor se puede sintetizar la vida de Juan Pablo II”, ha dicho el Cardenal Rouco. El Cardenal ha recordado que el domingo se proclama beato a Juan Pablo II “como primer escalón” en el proceso de “reconocimiento de las virtudes heroicas” que la Iglesia hace de su hijos.
El Cardenal Arzobispo de Madrid ha querido poner de relieve que Juan Pablo II era “un Papa de un dinamismo sobrenatural y espiritual fuera de serie”. Un Papa “joven”, que “irrumpió con una fuerza y un dinamismo”, que era “lo que más se notaba hacia fuera, con sus viajes, su simpatía y su capacidad de fascinar a los jóvenes”. “Si uno repasa su actuación magisterial, como testigo del Evangelio y de la fe”, con los temas que tocó, desde los más profundos a los más básicos, fue “un testigo y un promotor incansable de la paz y de los derechos de los más maltratados”, ha aseverado.
El Cardenal Rouco Varela ha valorado también la relevancia de la figura de Juan Pablo II como personaje de gran influencia en la historia, porque “llevó el principio de catolicidad con su manera de ser pastor de la Iglesia Universal con unas fórmulas y unos modos que fascinaron y llamaron la atención de todo el mundo e influyeron en la historia del último tercio del Siglo XX de una manera decisiva”. “Basta recordar la caída del Muro de Berlín como signo de esa eficacia suya o la imagen de los 4 presidentes de los Estados Unidos de América arrodillados con sus esposas delante del cadáver de Juan Pablo II”, ha añadido.
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