Los Juegos Mediterráneos de Tarragona: un abuso sexual, el atropello de un niño y la fuga de un gimnasta
Los Juegos Mediterráneos, que acoge estos días Tarragona, se han convertido en un foco de polémicas pifias, fallos organizativos y estampas impropias del deporte de primer nivel.
La última noticia ha sido la detención, por parte de la Policía Local de Salou, de un atleta turco en la madrugada de este miércoles por presuntamente abusar sexualmente de una mujer. Según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, los agentes han recibido el aviso a las 5.15 de que había una joven pidiendo ayuda en la calle Colom de Salou y la chica, de 25 años y nacionalidad británica, ha explicado a la policía que habían intentado abusar sexualmente de ella, por lo que ha denunciado al detenido.
El sospechoso, de 26 años y nacionalidad turca, ha sido arrestado tras declarar que había conocido a la mujer la noche del martes al miércoles en una discoteca y que habían intimado voluntariamente.
El lunes, un hombre que conducía ebrio un coche oficial de los Juegos Mediterráneos atropelló a un niño de cinco años también en Salou. El accidente se produjo a las 23.45 horas en el paseo Miramar y el menor se encuentra en estado grave en la UCI del Hospital Joan XXIII de Tarragona, aunque no se teme por su vida y evoluciona favorablemente.
Y en las pistas… la situación no es mucho más favorable. Los primeros días los pabellones presentaban un aspecto desolador, con las gradas prácticamente vacías debido a la ausencia de información y las dificultades para conseguir entradas.
Los errores de protocolo han dejado también imágenes insólitas, como el fallo en la megafonía que dejó a los campeones de bádminton sin himno francés. Los jugadores decidieron entonces cantar ‘a capela’ el himno, en una imagen sin precedentes en el deporte de primer nivel.
Mientras en el pabellón de bádminton los franceses cantaban el himno en la entrega de premios, en la piscina se vivía otra imagen insólita por otro error de primero de protocolo. La española Mireia Belmonte, ganadora del oro, terminaba entregando a la medalla de bronce a la tercera clasificada porque no había nadie para hacerlo.
La competición de lucha libre estuvo a punto de suspenderse por una amenaza de huelga de los árbitros y un gimnasta tunecino, Harzi Wissem, desapareció durante un entrenamiento en Reus, alegando que se iba al lavabo y ya no volvió. La familia comunicó horas después que estaba en Montpellier. La competición de baloncesto 3×3 tuvo que ser aplazada un día entero porque la pista se rajó debajo de la canasta por unos desajustes en la tarima.
“Los Juegos están siendo un éxito”
Mientras, el alcalde de Tarragona, Josep Félix Ballesteros, asegura estar satisfecho por el desarrollo de unos Juegos Mediterráneos que, según él, están siendo un “éxito”. “La competición está siendo fantástica y los Juegos están siendo un éxito por el nivel de los deportistas españoles, y el organizativo. Nunca todos los participantes habían estado alojados en hoteles como sucede en Tarragona 2018. Y deportistas como Mireia Belmonte o Lydia Valentín están compitiendo a gran altura”, comentó esta semana.
Ballesteros admitió que ha habido “pequeños incidentes” y algunas ausencias de público en algunas competiciones, pero en otras como la halterofilia, la esgrima, el triatlón, la gimnasia o la natación los pabellones están “a rebosar”.
Los Juegos Mediterráneos de Tarragona terminan esta domingo con la disputa de las últimas competiciones, con el atletismo como broche final.
esta es la diferencia entre unos juegos mediterráneos de un país en decadencia en un territorio todavía más decadente a punto de la fractura social comparados con los juegos de barcelona de 1992 que se organizaron en un país ilusionado 14 años después de entrar la democracia cuando todavía no estaba muy estropeada la situación. Por cierto, con el mérito de toda españa y no sólo de cataluña, aunque ellos hayan querido llevarse todo el mérito. Las diferencias son abismales
Y en esta absurda competición decenas de millones de euros de los contribuyentes tirados a la basura. Y además en la muy “leal” y por lo que se ve incompetente Cataluña. No hay ni público ni el más mínimo interés. Ridículo si no fuera por el dinero que nos cuesta y su nula repercusión. Una cosa son europeos, mundiales o juegos olímpicos donde compiten los mejores, pero no esta idiotez de los Juegos Mierditerráneos, que compitan Mónaco o Malta si quieren y no nos tomen más el pelo ni tiren nuestro dinero, que se necesita para cosas más urgentes y… Leer más »
Pues con los doce meses de exceso que han tenido para prepararlos, más los 60 millones largos de euros que ha invertido el erario, más los ignotos invertidos por empresas privadas, me parece que podían estar saliendo mejor.
Para los antiguos de mi quinta, 60 millones de euros son unos 10.000 millones de pesetas. Mucho dinero.