La repetición de una oposición militar para favorecer la igualdad perjudica a seis mujeres
El pasado viernes siete opositores (seis mujeres y un hombre) esperaban la publicación oficial de la lista de admitidos como futuros militares de carrera dentro del Cuerpo Militar de Sanidad, especialidad fundamental de Psicología. Se sabían ganadores, aunque aún restaba la notificación oficial por parte del Ministerio de Defensa y, claro está, la publicación de sus nombres.
«Entre todos conocíamos quiénes estaban mejor situados, sólo hay que llevar la cuenta de las distintas pruebas, que se pasan en un Excel, algo que hacemos todos los opositores: pruebas físicas, psicológicas, reconocimiento médico, inglés y conocimiento propio en Psicología y práctica. Todos lo apuntamos todo. Además de los currículums y expedientes académicos», declara una fuente conocedora del concurso.
Tras esa esperada notificación pública del listado de «ganadores» del concurso a las siete plazas para psicólogos militares, el siguiente y último paso que debían dar para cumplir su sueño era más liviano: presentarse el 20 de agosto, antes de las diez de la mañana, en la Academia Militar General de Zaragoza para iniciar así su carrera militar.
Todo estaba reglado.
Sin embargo… nada se publicó el viernes pasado. Todo lo contrario, el Ministerio de Defensa comunicó a los opositores «que se va a proceder a celebrar nuevamente las pruebas para quienes hayan superado las de aptitud psicofísica».
¿Por qué se repite?
La causa de la repetición es el recurso y posterior readmisión de dos aspirantes mujeres excluidas por llevar tatuajes en una pierna y empeine, algo que en las bases de la oposición estaba terminantemente prohibido dada la uniformidad de falda que a veces deben usar las militares mujeres.
El Ministerio de Defensa actuó, ya con Margarita Robles como ministra, y admitió los recursos: «Defensa subraya así su firme compromiso con la igualdad de mujeres y hombres en los Ejércitos y, para ello, se modificarán las bases de las futuras convocatorias de oposiciones eliminando cualquier duda o margen de discrecionalidad por parte de los órganos de selección». Hacía hincapié en que «se introducirá un párrafo que indique expresamente que los tatuajes, argollas, espigas e inserciones, automutilaciones o similares no serán visibles vistiendo el uniforme de las Fuerzas Armadas común para la mujer y el hombre» (es decir, no el de la falda).
Ahora los siete opositores que se sabían ganadores se sienten agraviados ya que en ningún caso esperaban la repetición de la convocatoria de este año ya finalizada (salvo la publicación del listado) sino que se modificara para futuras convocatorias.
Se da la particularidad de que una de las afectadas por el tatuaje y que interpuso el recurso sobrepasará los 30 años de edad en la convocatoria del año que viene, lo que impediría presentarse de nuevo.
Fuentes conocedoras del concurso estiman que ella «tiene todo el derecho a recurrir algo que no es justo», pero piden que no se repita la oposición: «Deberían dejar que se presentase el año que viene como algo excepcional». De los 203 opositores iniciales, 75 son los que superaron las pruebas de aptitud psicofísica y por tanto están a la espera de conocer las nuevas fechas de la oposición, un proceso que deberá completarse deprisa y corriendo antes del 20 de agosto.
«Cambiaron las normas en caliente. Se ha atendido la razón de una demanda ambiental, existente en estos momentos en nuestro país, antes que a razones objetivas», explican.
En un grupo en «change.org» lanzan el siguiente llamamiento: «Queremos romper una lanza en favor de la no-distorsión de un proceso que hemos superado con éxito, y destacar que no hubo machismo ni discriminación de género, como se ha señalado y acusado, ya que hubiéramos sido admitidos 1 hombre y 6 mujeres». Ahora Defensa les rechaza. Deben volver a opositar.
(ABC)
La típica imbecilidad giliprogre, que solo pasa en España…
¿O SE TRATA DE ENCHUFARLA COMO SEA, CON CUALQUIER EXCUSA O PRETEXTO?
Yo que soy mal pensado, me temo lo peor.
Opino igual que Ud.
Probablemente estas dos señoras tatuadas pertenecen a PODEMOS. y de ahí la precipitación del sociata de turno de acceder a sus reclamaciones.