Hamilton le hace un guiño a Alonso
El ‘milagro Hamilton’ se sustenta en una cadena de situaciones tan improbables que hasta la prensa británica, tan apasionada siempre con su piloto fetiche, acepta que este año es casi imposible que se pongan en pie para entonar el ‘God save the Queen’, mosqueados con el resurgir de Fernando Alonso vestido de rojo pasión.
El español, feliz en su mundo y ajeno a los factores externos que no puede controlar, mira de frente al Mundial mientras en Red Bull deshojan la margarita en un culebrón que suscita todo tipo de comentarios en el ‘paddock’. Alonso, Webber y Vettel se la juegan a una carta y a la espera se queda Hamilton, que promete guerra en Abu Dabi, ya que en su vida no hay lugar ni para los grises ni para los sinsabores. Dice que irá a tope.
Aceptando que Red Bull es el principal rival de Alonso porque así lo indica la inflada clasificación de este frenético curso, el asturiano encuentra en Hamilton a un verdugo reconvertido, generoso en el elogio con quien ha sido su enemigo íntimo desde que compartieran colores, y poco más, en McLaren. «Si Fernando es el que finalmente gana, se merecerá estar entre los grandes nombres que la Fórmula 1 ha tenido en el pasado», soltó a modo de titular conciliador en una entrevista en la que desvelaba que se enviaban mensajes al móvil y que incluso quedaban de vez en cuando.
Para que Hamilton se lleve el gato al agua necesita ganar sí o sí el domingo, pues los 24 puntos de diferencia que arrastra con el líder solo se salvan con un baño de champán en lo más alto del podio de Abu Dabi. Luego le tendría que tocar una varita mágica para que Alonso no puntuara, Webber fuera sexto o peor y Vettel no mejorara la tercera plaza.
Apretar hasta el final
En definitiva, una carambola por la que nadie se juega los cuartos: «Sé por experiencia propia que el campeonato no acaba hasta que cruzas la línea de meta, así que solo me queda apretar hasta el final», explica en un ataque de nostalgia que lo traslada a 2008, título que conquistó al superar a Timo Glock en la postrera curva de Interlagos mientras el garaje de Massa brindaba entre confetis.
Como no le queda otra opción que ir a fondo en Yas Marina, su triunfo sería un favor impagable para Alonso, ya que le valdría con ser quinto independientemente de lo que hagan los coches de Webber y Vettel. «Ya hemos visto antes que este campeonato puede ser impredecible y volátil», resume para convencerse. Hamilton es consciente de que Vettel le podría arrebatar el récord que mantiene como el campeón más joven de la historia de la Fórmula 1 (lo logró con 23 años, nueve meses y 26 días, y Vettel tendría 23 años, tres meses y 11 días). El británico fue, en este mismo asfalto, el mejor en la clasificación del 2009 y solo un problema en los frenos, cuando iba líder en la vuelta 19.ª, permitió el doblete de Red Bull. Y dicen que Abu Dabi no beneficia tanto a los energéticos: buena noticia para Alonso y Hamilton.
Alonso no hace mucho caso a la calculadora, consciente de que es el único que depende de sí mismo en este desenlace. Y está convencido de que le irá bien en Abu Dabi, adonde llegó el martes desde Brasil. «El resultado de Interlagos nos permite ser dueños de nuestro destino. Si soy primero o segundo, no tendré que hacer cálculos. Podemos hacerlo, aunque sabemos que nuestros rivales son muy fuertes. Su coche ha sido mejor en todos los circuitos, salvo tal vez en uno», dice el español en su ‘blog’.