Otra mala broma del gobierno venezolano
Hermann Tertsch.- El gobierno venezolano ha anunciado que su Asamblea Nacional Constituyente (ANC) ha legalizado las operaciones con dólares y lo anuncia como «gran oportunidad para la inversión extranjera». No se engañen. Es otra inmensa tomadura de pelo de la dictadura chavista. Todas las semanas jalea una novedad para que la población, mejor dicho los medios, se distraigan y pretendan que algo se mueve. La población no puede distraerse, concentrada en intentar sobrevivir. También en esto ha aprendido Maduro de su amo, el régimen comunista cubano, y sus «medidas liberalizadoras» que tenían encandilados a todos los necios en el exterior. Así han estado sesenta años. Y siguen.
Dicen que los venezolanos van a poder cambiar ahora dólares legalmente y hacer negocios con ellos. Como si antes no los hubiera cambiado quien tuviera la suerte de tenerlos. Como si los dólares no fueran la única forma de acceso a tantas cosas en un país en el que la inflación ha convertido el bolívar en un papel sin valor, al que dan oxigeno tachándole ceros. El dólar hoy está en manos de las familias mafiosas del régimen. Los aviones entran y salen cargados de fardos de dólares y cocaína. Como si hubiera alguna empresa extranjera honrada que hoy fuera a invertir en el infierno. Quince años hace de que Chávez dijera aquello de «ni un dólar para el imperialismo» e introdujera un control cambiario para estrangular a la economía, controlar a la burguesía y enriquecer a su mafia. Los dólares llegan por el narcotráfico y la venta ilegal de combustible al exterior. Y por la política cambiaria, cuyas diferencias de tipo, controladas por el régimen, han generado esas inmensas fortunas de chavistas, criptochavistas, hoy antichavistas, cuyas familias compran en Madrid manzanas enteras de edificios.
La ANC es un órgano fraudulento creado para liquidar al parlamento legítimo surgido de las elecciones de diciembre de 2015 que la oposición ganó por abrumadora mayoría. La dictadura, bunkerizada al estilo cubano, hace gestos para llenar silencios. Lo lamentable son los silencios exteriores donde nadie parece hacer planes para ayudar a los agotados venezolanos a salir del infierno.
Lo que pasa es que no hay billetes de bolívares porque los precios han escalado hasta tal punto que ya las cosas más elementales valen millones, y en muchas ocasiones ya resulta más caros imprimir los formularios o pases que cobrar los servicios (caso del metro de Caracas, donde hace meses que se viaja gratis por este motivo). Así que las dos medidas del delegado del demonio éste son: legalizar lo que ya hacía todo el mundo, que era comprar con dólares (o euros, así que me imagino que eso también lo permitirán en nada) y quitarle cinco ceros a… Leer más »