Hemorragia empresarial en Cataluña
ABC.- El Gobierno de Pedro Sánchez está empeñado en crear un escenario de normalidad ficticia para acomodar su relación con la Generalitat de Cataluña, que no es otra cosa que la coartada para pagar con competencias y financiación el precio de los votos nacionalistas a la moción de censura.
Sin embargo, la realidad de Cataluña dista mucho de la normalidad por decreto que pretende Sánchez, porque el nacionalismo está restringiendo libertades y derechos y está consiguiendo derogar paulatinamente la Constitución en todos los ámbitos de la actividad de sus administraciones públicas, dominadas por el separatismo. La realidad cierta de Cataluña es, entre otros datos, las casi 2.000 empresas que entre enero y junio de 2018 confirmaron su salida de Cataluña. En concreto, en la primera mitad del año se fueron 1.886 empresas de las que 1.066 se dirigieron a Madrid, es decir, más de la mitad, el 56 por ciento según la estadística trimestral del Colegio de Registradores. Una hégira que simboliza que la economía catalana, pese a la aplicación del artículo 155 y la elección de un nuevo Govern, no ha vuelto a recuperar la tracción que tenía anteriormente. Cuando en la Comisión Bilateral Estado-Generalitat se debaten las cifras del déficit y la deuda de la administración catalana, el Gobierno de Sánchez debería exigir responsabilidades al ejecutivo nacionalista por la fuga de empresas.
Asimismo, BBVA Research estima que el PIB crecerá un 2.5% por debajo del 2,7% de media que augura para el conjunto de España. En el sector turismo las pernoctaciones en Cataluña se han reducido un 2.8% desde octubre a junio, mientras que en el conjunto de España han crecido un 0,2%.
Es evidente que la economía catalana está en crisis y necesita al Estado, porque ni se financia por sí sola ni consigue fondos en los mercados. Pero es la penitencia de su propio pecado, porque si una Comunidad Autónoma con el tejido industrial y económico de Cataluña está casi en suspensión de pagos es porque está mal gestionada y porque sus dirigentes han confundido sus prioridades. Las empresas se van -por ahora muchas de ellas sólo a efectos fiscales, pero no tardará la fuga de centros de dirección y de producción- porque el separatismo ha creado un ambiente irrespirable para la libertad empresarial, lo mismo que para las libertades individuales. Sánchez y sus ministros no sólo no se enfrentan a los separatistas con sus responsabilidades por la ruina de Cataluña, sino que han decidido colaborar activamente con la Generalitat para falsear esta realidad como si fuera un problema de financiación de políticas sociales. No hay en Cataluña normalidad más que la que crea la factoría de ficciones en que se ha convertido La Moncloa. Y ya se sabe que no hay nada más peligroso que un político que se cree sus propias mentiras.
Parece que el que no se compren productos catalanes les hace pupa. Veo los vinos catalanes siempre “en oferta”. El traslado fiscal es confuso, ¿lo es sólo para impuesto de sociedades y no para el IVA? Si los trabajadores siguen en Cataluña, la mitad de sus IRPFs, la parte autonómica, va para los separatistas. Muy fácil: NI AGUA. Repasemos: NI gazpacho ALVALLE, ni yogur DANONE, ni Cava, ni embutidos, ni coches SEAT, ni pizza Tarradellas, ni Nestle, ni cerveza DAMM, ni Panrico, ni Nocilla ni Nutella, ni Flora ni Tulipan, ni Gallina Blanca, ni pastas El Gallo ni Buitoni, ni… Leer más »
Nos están endeudando a todos los españoles para sostener a los golpistas.
La salida no ha sido “fiscal”, o si lo ha sido sólo muy parcialmente.
Lo que está claro es que en aquellos momentos fueron “avisos para navegantes”, pero si se anquilosa la situación, al final se trasladarán efectiva y definitivamente los centros de decisión y de producción.
Muy buena la calificación a la actual Moncloa: factoría de ficciones.
Además se le podría poner “y fábrica de enchufes”.
Que se vayan todas las empresas de la región traidora.
Que esta región traidora se convierta en un erial.
Que se mueran de hambre.
Patriotas Españoles NO compréis nada fabricado o generado en la región traidora.
Saludos Patriotas Españoles.
Pero cuidado porque las empresas que han cambiado la sede social ahora figuran con un 28, un 29 o un 43 precioso en el código postal aunque continúan teniendo fábrica, trabajadores y proveedores en Cataluña. Y el IVA continúa ingresándose en Cataluña.
Yo creo que la gente pasa de que cambien de sede social, yo como si trasladan social a la luna, no compro nada con olor catalufo o vasco. A los insolidarios y nazis ni agua.