¿Qué gobernantes fueron condenados a penas de muerte en el siglo XX?
El expresidente de Egipto, Hosni Mubarak, podría ser condenado a la pena de muerte. Así lo anunció en una entrevista el ministro de Justicia egipcio, Mohammad el Guindi. El ministro sostuvo que Mubarak no podrá evitar una ejecución si queda probado que había ordenado utilizar la violencia contra los manifestantes que consiguieron acabar con su régimen. Según datos del Gobierno egipcio, alrededor de 400 personas perdieron la vida en las revueltas populares, sin embargo, algunas fuentes aseguran que el número de víctimas mortales podría alcanzar hasta 800 personas. ¿Cuáles de los gobernantes del siglo XX recibieron la máxima condena? He aquí la lista de los más destacados.
Benito Mussolini (1883-1945)
También conocido como el “Duce”, Mussolini fue el principal aliado de Hitler en la Segunda Guerra Mundial. Se erigió como el único poder, acabando por transformar su gobierno en un régimen fascista dictatorial. Aniquiló cualquier forma de oposición, las libertades políticas y sindicales y creó un eficaz sistema propagandístico. Entre 1927-1934 fueron sentenciadas más de 5.000 personas “disconformes con el gobierno”. Unas 10.000 personas fueron desterradas y unas 15.000 extraditadas. Durante la Guerra Civil Española, la aviación italiana, bajo la orden de Mussolini, ayudó a las tropas de Franco: en total, llegó a haber hasta 100.000 soldados italianos en el bando franquista. En 1945, cuando la derrota alemana en la Segunda Guerra se tornó irremediable, Mussolini intentó escapar a Suiza disfrazado de soldado en un convoy alemán. Sin embargo fue descubierto en Dongo por un grupo de partisanos y al día siguiente fue fusilado junto con su compañera Clara Petacci.
Francisco Macías Nguema (1924-1979)
Cuando en 1968 Nguema (el primer presidente de Guinea Ecuatorial) llegó al poder, se comprometió a fomentar el desarrollo económico y político en la nueva república independiente. Pero su carácter autoritario y la megalomanía hicieron que en poco tiempo girara hacia posiciones dictatoriales. Empezó con prohibir todos los partidos políticos y convertir al Partido de Unión Nacional, fundado por él, en la única fuerza política del país. Se apresuró para aniquilar a todos los rivales: persiguió a los disidentes, anunció el cierre de todas las iglesias y expulsó a los líderes religiosos. En 1972 fue designado presidente vitalicio y el voluntarismo fue más allá. Llegó a cambiar el nombre de la isla de Fernando Poo por el suyo propio, Macías Nguema, y el de la capital del país Santa Isabel por el de Malabo. Su nefasta gestión sometió a Guinea en una profunda crisis económica y alimentaria, lo que no le impidió al líder construirse un palacio por 12 millones de dólares. Se calcula que durante su mandato más de 80.000 guineanos fueron asesinados y casi un tercio de la población tuvo que abandonar el país.
En 1979 fue derrocado tras un golpe de Estado y se escapó a su pueblo natal. Allí lo capturó un grupo de disidentes que lo llevó a Malabo. Finalmente, un tribunal lo condenó a pena de muerte por los delitos de asesinato, genocidio, apropiación de fondos públicos. El 29 de septiembre de 1979 miles de guineanos celebraron su ejecución.
Zulfikar ali Bhutto (1928-1979)
Fundador y líder del Partido Popular de Pakistán, Bhutto ocupó los cargos del presidente del país entre 1971 y 1973 y del primer ministro de Estado entre 1973 y 1977. Al llegar a la presidencia anunció un nuevo curso de reformas en el ámbito social y económico que él mismo calificó como “socialismo islámico”. En el año 1977, durante las elecciones presidenciales su partido logró imponerse ante sus rivales, pero los líderes de la oposición denunciaron fraude electoral e iniciaron una campaña de protesta. En respuesta, Bhutto ordenó detener a los disidentes e impuso la ley marcial. Su decisión provocó una ola de revueltas que fueron aplastadas por las fuerzas gubernamentales. La sublevación popular desembocó en un golpe militar, liderado por el general Muhammad Zia-ul-Haq. El 5 de julio de 1977, Bhutto fue arrestado y sometido a un juicio que lo declaró culpable de haber asesinado a un adversario político.
En febrero de 1979 la Corte Suprema de Pakistán, con cuatro votos a favor y tres en contra, aprobó la pena de muerte para el exlíder. En la madrugada del 4 de abril Zulfikar ali Bhutto fue ahorcado clandestinamente en el territorio de una cárcel. Se informó sobre su ejecución solo 9 horas después de que fuera enterrado. Su hija Benazir Bhutto fue primera ministra de Pakistán en dos ocasiones.
Nicolae Ceausescu (1918-1989)
El dictador comunista rumano Nicolae Ceausescu y su esposa Elena parecían intocables. El matrimonio gobernó con mano de hierro a lo largo de 24 años, sometiendo al pueblo rumano a una miseria insólita. Mientras el país poco a poco iba hundiéndose en la pobreza, el megalómano rumano construyó uno de los palacios más colosales que ha visto un ser humano.
En diciembre de 1989, miles de disidentes convocaron una manifestación en contra de Ceausescu en Bucarest. La sublevación fue aplastada por las fuerzas de seguridad, pero ya no hubo marcha atrás: las protestas se extendieron por toda Rumania y consiguieron derribar el régimen. Según estimaciones oficiales, en las revueltas populares de aquellos días más de mil personas murieron y entre 60.000 y 80.000 resultaron heridas. El 25 de diciembre de 1989, el Frente de Salvación Nacional, gobierno provisional, acusó a Nicolae Ceaucescu, de 71 años, y su esposa y mano derecha, Elena, de 70, de delitos de genocidio, demolición del Estado y acciones armadas contra el Estado y el pueblo, destrucción de bienes materiales y espirituales, destrucción de la economía nacional y evasión de miles de millones de dólares hacia bancos extranjeros. Además, a Elena se le imputó la inoculación del virus del sida a niños huérfanos para experimentar en ellos tratamientos contra este mal. La pareja fue fusilada. Por primera vez en la historia un dictador y su compañera fueron ejecutados delante de las cámaras. La imagen de sus cuerpos sin vida, grabada por la televisión rumana, dio la vuelta al mundo.
Samuel Kanyon Doe (1951-1990)
Presidente de Liberia entre 1980 y 1990, llegó al poder tras un golpe de Estado. Lo primero que hizo fue establecer las relaciones diplomáticas con EE. UU. y romper las mismas con la URSS. Falsificó documentos, añadiéndose un año, para poder postularse a la presidencia (derecho con el que contaba un ciudadano mayor de los 35). Esta “corrección” le permitió en 1985 llevar a cabo comicios presidenciales, marcados por un evidente fraude, tras los cuales fue proclamado presidente electo. Instauró una dictadura, reconocida por varias comisiones internacionales como una de las más crueles del mundo. En diciembre de 1989, el Frente Patriótico Nacional de Liberia (NPFL) se sublevó en contra del régimen de Doe. La sublevación fue encabezada por un antiguo aliado, Charles Taylor, que se había escapado de una prisión estadounidense en la que ingresó por acusaciones de desfalco. En el transcurso de un año a la NPFL se afiliaron decenas de miles de militantes. El país se vio sometido a una guerra civil, acompañada de represiones masivas. El conflicto llevó al desplome de la economía y al empobrecimiento de los liberianos, muchos de los cuales se vieron obligados a huir del país. En septiembre de 1990, Doe fue capturado en Monrovia. Antes de matarlo lo castraron y le hicieron comer su propia oreja. Su asesinato fue grabado, y el video fue mostrado en noticiarios de todo el mundo. Tras la muerte de Doe, Charles Taylor fue nombrado presidente de Liberia.
Mohammad Najibulá (1947-1996)
Presidente de la república afgana entre 1986 y 1992, llevó a cabo una política denominada Reconciliación Nacional tendiente a acabar con la Guerra Civil Afgana mediante negociaciones, amnistías, apertura política y económica y protección de las tradiciones y la religión. Sin embargo, el concepto de reconciliación fue rechazado por los líderes muyahidín que, apoyados por Pakistán, conspiraron contra el gobierno. La disolución de la URSS aportó al desplomo de la economía afgana, lo que propició la caída del gobierno de Najibulá. En abril de 1992 renunció y se refugió en el edificio de la sede de la ONU que tenía un estatus de embajada. En 1996, cuando los extremistas talibanes tomaron la ciudad de Kabul, la oficina de las Naciones Unidas fue asaltada y Najibulá fue sometido a torturas y ejecutado. La prensa internacional difundió fotos en las que los talibanes se burlaban del cadáver del expresidente, colocándole cigarrillos y billetes en los dedos.
Saddam Hussein (1937-2006)
El dictador iraquí llegó al poder en 1979 y no tardó en establecer una cruel dictadura, basada en la práctica sistemática de violaciones de derechos humanos y un fuerte culto de la personalidad. Tratando de suplantar a Egipto como líder del mundo árabe, realizó una política exterior expansionista por la que terminó pagando el pueblo iraquí. En 2006, Hussein fue acusado por un Alto Tribunal Penal de Irak de crímenes de lesa humanidad por haber ordenado la ejecución de 148 chiíes de la aldea de Duyail en 1982. Se le imputaron otros delitos, como el ataque químico a Halabja, en el Kurdistán en 1988 y el aplastamiento de la sublevación chií en 1991. Fue el máximo responsable por los centenares de muertos en las guerras que desencadenó: una brutal guerra contra Irán en 1980-1988 y la invasión en Kuwait en 1990. El 30 de diciembre de 2006, Hussein fue ahorcado. Su ejecución fue grabada y circuló por todo el mundo.