Esto que ven en la imagen es Pablo Echenique.

Se fue de su país natal, Argentina, porque allí no tuvo ninguna oportunidad de prosperar ni de que se le reconocieran sus derechos humanos por encima de la lamentable merma física que padece.

Le acogimos en España como lo hicimos con decenas de miles de sus compatriotas, muchos de ellos auténtica escoria humana. La pericia y avance de nuestros médicos le rescataron de una muerte segura. No sólo dejó de ser una rémora social, como por desgracia lo son quienes padecen su misma enfermedad en el lugar donde nació. Nuestro sistema de salud le garantizó atenciones y cuidados, además de reconocerle una discapacidad del 88 por ciento, lo que le asegura unos ingresos de por vida. Pudo acceder gratuitamente a la Universidad española y obtener un doctorado. Gracias a los contribuyentes españoles, ha tenido una vida infinitamente mejor que la que nunca pudo soñar en la Argentina. Recobró su dignidad personal y pudo sentirse muy por encima de cualquier paria sin derechos, sin que al caso importase su origen ni su enfermedad, como por desgracia sí importan en los países bajo mando de esos dictadores bolivarianos a los que tanto idolatra. ¿Y cómo nos lo agradece hoy, Pablo Echenique?

El repugnante nos lo agradece “ciscándose” en España, en su integridad territorial, en su bandera y en sus héroes. Pretende romper el país que le dio todo apoyando referéndums de independencia en algunas de sus regiones o la exhumación de algunos de nuestros héroes. Pretende, por si fuera poco, la implantación en España de un régimen comunista como el que ha arruinado a Venezuela, como el que arruinaría a quienes le hicieron sentirse un hombre libre y sin más cadenas que las que le mantuvieron unido al asistente que el canalla pagaba en negro.

De tal cuerpo, tal alma. Así que, en previsión de que las cosas se pongan bastante jodidas en España, más o menos como lo están en Venezuela, conserva la nacionalidad argentina por si tiene que poner ruedas sobre pies y dejar atrás al país que le rescató del pozo más oscuro, y que a cambio de nada, le ofreció cuidados médicos, estudios universitarios, ingresos garantizados, dignidad humana y un futuro promisorio que en ninguna otra parte del mundo hubiese tenido.

Juzgar a franquistas

Explanada del Valle de los Caídos.

El secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, ha asegurado que, más allá de lo que suceda con el Valle de los Caídos, el gobierno español no debe olvidar que la revisión de la Ley de Memoria Histórica debe servir para anular las sentencias del franquismo, permitir que se pueda juzgar a los responsables de lo que él llama “crímenes de la dictadura”, como ‘Billy el Niño’, y facilitar la identificación de los españoles que están fosas, entre otras medidas.

Echenique señala que la memoria histórica “es Franco y el Valle de los Caídos, pero también todo lo demás”, para lo cual aboga por un acuerdo en la tramitación parlamentaria de la reforma de la Ley de Memoria.

“No hay que olvidarse de lo demás. El Valle de los Caídos es lo más espectacular, pero no nos puede hacer olvidar la anulación de las sentencias del franquismo, que el Gobierno también se ha comprometido a avanzar; que hay que juzgar los crímenes del franquismo, pues tenemos a ‘Billy el niño’ y torturadores que se pasean libremente y tienen una pensión más alta porque se le han puesto medallas; y que somos el país del mundo después de Camboya con gente sin identificar en fosas comunes”.

En lo relativo al futuro del Valle de los Caídos, ha vuelto a defender la idea de que se convierta en un monumento para recordar “los horrores” del franquismo. “En Alemania, los campos de concentración son lugares a los que la gente va a aprender los horrores del nazismo y para esto podría servir el Valle de los Caídos –apunta–. Conocer la historia para que no se vuelva a repetir”. Es decir, una especie de parque de atracciones dedicado a la España roja que fue derrotada en 1939.

Esa idea de mostrar “los horrores” de la dictadura para garantizar que no se van a repetir podría ser aplicada a cualquier monumento franquista, aunque admite que el Valle de los Caídos es el más espectacular.

En todo caso, y ante la propuesta del presidente Pedro Sánchez de convertir el valle de los Caídos en un cementerio civil, ha indicado que “lo importante” es ponerse de acuerdo, para lo cual hay prometida una tramitación parlamentaria como proyecto del decreto ley.