Osama Bin Laden se ha colado con fuerza en la sesión de control al Gobierno en el Congreso y ha rivalizado con los asuntos recurrentes cada miércoles: el paro, el ‘caso Faisán o los escándalos con los que el PP ataca al vicepresidente Manuel Chaves.

Gaspar Llamazares (IU) ha querido saber si José Luis Rodríguez Zapatero admite que el líder de Al Qaeda fuese “asesinado” cuando estaba desarmado en una acción de “terrorismo de Estado” y de “asesinato extrajudicial”, y le ha preguntado si con su muerte las tropas españolas saldrán ya de Afganistán.

El presidente del Ejecutivo le ha contestado que, aunque a él le hubiese gustado verle pagar sus crímenes ante un tribunal de justicia, hacía una valoración positiva de la “desaparición” del líder terrorista, “como el resto de la comunidad internacional”. Ha dicho que no critica la operación de Estados Unidos, ha comentado que de Afganistán no se saldrá hasta cumplir la misión y “el plan de retirada”, y, ha concluido, que “posiblemente, el destino de Bin Laden es un destino buscado por él mismo con su sanguinaria trayectoria”, aunque ha admitido que, como demócrata, le habría gustado que Osama bin Laden hubiera respondido ante la justicia como todo terrorista. En su opinión, es “bastante entendible” que “uno de los criminales más sádicos de la historia” haya muerto en una operación de la naturaleza de la llevada a cabo por las fuerzas estadounidenses”. “No le reconozco”, ha sido la contrarréplica de Llamazares, , “el fin no justifica los medios y el terrorismo de Estado no es forma legítima de lucha contra el terrorismo”. “Su posición es minoritaria”, le ha dicho el presidente.

Llamazares solo ha coincidido con el presidente del Gobierno en mostrar su solidaridad a las víctimas del 11-S y del 11-M (“el monopolio de las víctimas no lo tiene el imperio”, ha dicho”) y en ratificar su compromiso en la lucha internacional contra el terrorismo, “pero dentro de la legalidad”. A su juicio, la operación contra Bin Laden se ha realizado “al margen de la legalidad internacional, de la mínima moral y de cualquier estrategia en la lucha antiterrorista”. Llamazares no tiene claro que se esté más cerca del fin de Al-Qaida, pero, a su entender, lo que es seguro es que “ha disminuido la altura moral” de los que combaten esa red terrorista. “Señor presidente, No se puede asesinar premeditadamente aunque sea a un terrorista; no se puede violar el territorio de un país aunque sea para buscar a un terrorista; no se puede eliminar pruebas; no se puede ejercer el escarnio con el cuerpo del terrorista eliminado, nada de eso tiene que ver con la moral”, ha recalcado.

El jefe del Ejecutivo ha defendido también la presencia de las tropas españolas en Afganistán para garantizar la paz y el futuro democrático del país y ha reiterado que se retirarán cuando se transfiera la seguridad a la policía y el Ejército afgano en el marco del plan diseñado por la OTAN. “Espero como usted que eso sea cuanto antes”, ha señalado a Llamazares.