Ibercaja ya no es una caja de ahorros
Mi condición de miembro de la Real y Excelentísima Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País, entidad fundadora de la antigua Caja de Ahorros de Zaragoza, posteriormente de Zaragoza, Aragón y Rioja, me obligan a criticar públicamente la deriva actual de la entidad, que ya no es una caja, sino un banco.
Un banco depredador más, y sino juzguen ustedes mismos.
Nada más transformarse la caja en banco, sus usuarios, ahora clientes, empezamos a ser machacados a comisiones. Además de enviarnos una carta hace ya años, e ignoro si todavía era caja o ya era banco, en la que se nos decía que nuestro dinero no valía nada, vamos que no devengaría interés alguno, con lo cual lo mismo te daba tener cien euros en la cuenta que mil o cincuenta mil.
He tenido que prescindir de recibir correo de la entidad, por los elevados gastos que me cobraban por su envío, por no hablar de que a partir de un determinado número de “apuntes”, empiezan a “facturarte” por ellos, con lo cual cuantos más movimientos tienes, más te cobran.
¡Y luego te dicen que trabajes más con ellos, o que no tengas cuentas en otros bancos, cuándo a mayores movimientos, más gastos te generan! Una auténtica contradicción en sus términos, por lo menos en mi opinión.
Por no hablar de que he pasado de ser cliente a medio cliente, y no me refiero a la escasa importancia de mis depósitos y movimientos, que también, sino al hecho de que la oficina de la que soy usuario no tiene el servicio de caja…, sino solo cajeros automáticos, puestos además en plena calle, para favorecer los robos o, por lo menos los sustos, que me pone cualquiera un dedo en la espalda, y le doy hasta la camisa (antes estaban cerrados, disponían de un teléfono para emergencias, etc., todo lo cual te daba una cierta seguridad, pero por lo visto eso al “banco” ya no le importa nada).
Es decir que si tengo que hacer alguna operación de caja, debo desplazarme a medio kilómetro, más o menos, a otra sucursal donde sí hay caja. ¡Más o menos como si en un bar no hubiera cafetera, y cuándo pides un café te dijeran que tenías que ir a otro bar, de la misma empresa, pero a quinientos metros! Acojonante.a
Pero lo que ya ha sido la gota que ha rebosado el vaso de mi indignación ha sido lo siguiente, y juzguen ustedes mismos:a
Una compañía de seguros pasa al cobro el seguro del coche, que ascendía a unos cuatrocientos euros, más o menos.a
Como en la cuenta había unos trescientos euros, pues habían cargado varios pagos domiciliados con anterioridad (con el sistema de pagos domiciliados nuestro dinero no es nuestro, sino de los acreedores), Ibercaja lo paga, faltaría más, entre otras razones –supongo-, porque tenía un plan de ahorros contratado con ellos y, por supuesto, no se molestan en llamarme o enviarme una carta diciendo que tengo números rojos. Les supone un considerable esfuerzo, y por lo visto están muy ocupados.a
Simplemente, me cargan una comisión de 35 euros, es decir un 30% de la cantidad “prestada”, por haber incurrido en una mora durante cuatro o cinco días, que tarde en enterarme de que mi cuenta estaba en números rojos, precisamente cuando fui al cajero a pedir un extracto, o puse la libreta al día, no lo recuerdo con certeza.
Rápidamente ordené una transferencia desde el plan de ahorros, y aquí paz y después gloria. Si, paz y gloria, pero con 35 euros menos en mi cuenta.a
¿A ustedes les parece lógica, y sobre todo justa, esta situación, con un usuario que lleva más de cuarenta años de cliente, que se dice pronto?a
Tras hablar con la interventora, subdirectora o lo que sea, que atienda en la “segunda” oficina, es decir la que si tiene servicio de caja, me dice que como no tengo nómina o pensión domiciliada, dando a entender que no tienen por qué darme un trato especial. Claro, es que da la “casualidad” de que yo no estoy jubilado –aunque no me importaría-, ni trabajo por cuenta ajena, pero supongo que ya deben de saberlo.
No contento con estas “explicaciones”, he formulado la reclamación correspondiente al servicio de atención al cliente, que obviamente la ha desestimado. (Ellos tienen la sartén y el mango: ellos se lo guisan y ellos se lo comen).
Alegan, en síntesis, que estoy dado de alta en el servicio de banco electrónica, o como se diga, pero lo cierto es que nunca l he utilizado, ni siquiera he accedido a mi cuenta, como supongo podrán verificar, básicamente porque no me fío de la banca electrónica, y cada día menos. Prefiero ir a una sucursal física, aunque sea como “medio cliente” ser atendido por un empleado, etc. (Si me gustara la banca electrónica ya sería cliente de alguno de los bancos que funcionan por ese sistema, y además pagan intereses por los depósitos, no cobran gastos o comisión alguna, como Ibercaja, etc.).
En breve reclamaré ante el Servicio de Reclamaciones del Banco de España, en la total seguridad de que no me van a hacer ni puto caso, pues son más de lo mismo: un comedero de gente que realmente no prestan servicio alguno a la sociedad, pues siempre dan la razón a los bancos.
Y seguidamente acudiré al juzgado. No es por los 35 euros, que como ustedes comprenderán no me van a solucionar ningún problema. Es, simplemente, por mi dignidad personal, pues si uno no se hace respetar, difícilmente te va a respetar nadie.
Recientemente la Audiencia Provincial de Álava, entre otras, ha sentenciado que Abanca no puede cobrar 35 euros por “números rojos”, por entender que: “…la cláusula (que establece esa comisión en los contratos de préstamo y cuenta corriente) infringe para empezar los arts. 85.3 del TRLDCU –cláusulas cuya interpretación queda a la libre voluntad del empresario-, art. 86 –pues con su imposición se priva al consumidor del derecho a conocer el medio de reclamación concreta que se va a emplear y por el que se le van a cargar 25 euros en la cuenta, cada cuanto se le carga y cuánto, es decir, cuántos días tiene para regularizar la situación o atender a la reclamación-, art. 87.5 –pues constituye base para cobrar por unos servicios que no se prestan, etc.”.
No creo que los fundadores de la Institución estuvieran muy satisfechos con esta forma de actuar, muy próxima a la rapiña, y tampoco con que se trate literalmente a patadas a clientes de toda la vida.
En fin, siento mucho lo sucedido, y solo espero a que salga pronto la orden ministerial que permitirá la portabilidad automáticamente –esperemos- de todos los pagos y cobros a otro banco, como sucede con los teléfonos móviles, por ejemplo, para mandarles a hacer puñetas.
¡Que yo no tengo la culpa de que se hayan fusionado con varias cajas en quiebra, o que los directivos de la CAI, Caja de Ahorros de la Inmaculada, se pusieran las botas administrando el dinero ajeno, por mucho que el Tribunal Supremo diga que no cometieron delito de estafa!
No tenemos por qué pagar justos por pecadores, los administradores desleales, las jubilaciones anticipadas, los expedientes de regulación de empleo, el cierre de oficinas, etc., en la búsqueda desesperada de nuevos clientes, mientras se desprecia y maltrata a los de toda la vida. Allá ellos.
*Abogado y escritor. Académico correspondiente de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación de España.
Yo he terminado con mi dinero en una cuenta de una caja cooperativa que no nos cobra por ninguna gestión. No pongo el nombre porque es una entidad separatista declarada y no le quiero hacer propaganda. Es que llega un momento que uno tiene que mirar por sus intereses.
Por cierto, Don Ramiro, creo que hay jurisprudencia sobre el tema de las comisiones usureras. Seguro que Usted puede mirarlo con más conocimientos que yo.
Insista Sr Ramiro que la comisión es por supuestos gastos de reclamación de la deuda, gastos que no pueden justificar ni habiendo enviado una carta, el banco de España está para hacer recomendaciones (yo quiero que si me parase la GC por exceso de velocidad me recomienden que no corra, pero va ser que no), pero le contestarán siempre que envíe un burofax o carta certificada con acuse de recibo (que son las que dejan constancia), con la contestación vuelva a reclamar a la atención al cliente, y le daran la razón, aunque por tiempo y gastos no meredca la… Leer más »
Olvide comentar, el fin de la forma de hacer de bancos y ahora cajas, es saquear mientras eres solvente, en el momento que dejas de serlo, chupar hasta la última gota para que te vayas a otra entidad, ya que las vacas flacas ni dan leche ni se quedan preñadas, cosas de aquellos que viven de prestado, porque digame usted o el que sea, de que vive una caja o banco, si no es de nuestro dinero o trabajo
No creo que IBERCAJA pueda mantenerse mucho tiempo más como banco independiente.
Su tamaño es demasiado reducido, y sus cuentas tampoco están muy saneadas.
En Zaragoza capital, por ejemplo, tiene el doble de oficinas de las que necesita y, posiblemente, también el doble de empleados…
HAY MUCHAS OFICINAS CERRADAS AL PÚBLICO, DONDE HAY EMPLEADOS “estabulados”, SUPONGO QUE INTENTANDO VENDER ALGÚN PRODUCTO, SEGURO, ETC., A SUS CLIENTES.
¿Qué pasa, que ya no caben todos en la macro central de la Plaza de Basilio Paraíso, núm. 2, de ZARAGOZA?
Estimado señor Ramiro Grau. Yo también soy cliente de Ibercaja y suscribo todo lo que en su artículo ha expresado, porque yo también lo he sufrido y lo sufro. Además, debo añadir, que debo agradecer, sí, agradecer, a Ibercaja, que tras mi divorcio en el año 2009, cuando pasé a ser un hombre arruinado con puesto de trabajo, y debía trabajar en mi puesto de trabajo y dormir en mi coche, durante 26 meses, repito, que debo agradecer, que Ibercaja fue la unica entidad bancaria que en aquellas circunstancias sociales que yo tenía y las económicas que existían en España… Leer más »
Las cajas de ahorros eran el 50% del sistema financiero español.
Prácticamente no cobraban gastos, ahora llamados comisiones, pagaban intereses por los depósitos, daban créditos para cambiar de coche, o incluso comprar un piso, adelantos de nómina, simplemente por tenerla domiciliada, etc.
Pero FUERON OCUPADAS POR LOS POLÍTICOS, que actuaron como verdaderos ocupas, destrozando todo el sistema…
Conclusión: AHORA SON BANCOS, Y ACTÚAN COMO TALES, incluso peor, para tapar sus muchos agujeros y vergüenzas, pues la mayoría están prácticamente en la quiebra.
No sólo ibercaja, todas las antiguas cajas de ahorros que ahora están agrupadas en una especie de entidad bancaria, ahora son simplemente bancos, pero sin perder la etiqueta de PUBLICAS, para así continuar con ventajas fiscales por aquello de la utilidad pública y para que políticos , sindicalistas y demás cobren un pastón en sus consejos de administración.
PERO YA SIN PRESTAR EL SERVICIO AL CIUDADANO HUMILDE PARA EL QUE FUERON CREADAS.
Así es.
Muy bien explicado.
SE CREARON POR UN SACERDOTE TUROLENSE, CUYO NOMBRE AHORA NO RECUERDO,PARA PROTEGER A LAS CLASES HUMILDES DE LA USURA…, Y AHORA SE DEDICAN A PRACTICAR LA USURA.
Yo creo que IBERCAJA acabará como el banco POPULAR, y sino, al tiempo.
La única duda que tengo es que banco grande “se la comerá”…
IBERCAJA está controlada por la Obra. IBERCAJA absorbió a la CAI, Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón, que estaba prácticamente en quiebra, y estaba controlada por el Arzobispado de Zaragoza, a través de ACCIÓN CATÓLICA. Toda la cúpula de la CAI fue condenada por la Audiencia Provincial de Zaragoza a cuatro años de cárcel, por estafa, al gestionar de puta pena la entidad, y los intereses de sus depositantes…, aunque recientemente el Tribunal Supremo les absolvió del delito. ESA QUIEBRA DE LA CAI ahora tenemos que pagarla los clientes de IBERCAJA, y por eso nos machacan a comisiones.… Leer más »
Las antiguas cajas de ahorros, una vez que metieron mano a las mismas los “políticos autonómicos”, las arruinaron, como suelen arruinar todo lo que tocan… ¡Así pasará con España, y no dentro de mucho tiempo!
Ahora, como están totalmente hundidas, no les queda más remedio que “machacar” a sus clientes a comisiones, sin darse cuenta de que lo único que van a conseguir es PERDER MUCHOS BUENOS CLIENTES.
Allá ellos. No me dan ninguna pena. Con su pan se lo coman.
Tiene usted mucha razón en todo lo que dice.
Desgraciadamente, las antiguas Cajas de Ahorros han pasado a ser cajas de robos, es decir, BANCOS.
Todo nuestro sistema financiero está en manos de los judíos, o, por lo menos, se comportan como tales…