Descubre qué es y cómo debes actuar ante un despido improcedente
Cuando una empresa despide a uno de sus trabajadores sin que exista ninguna causa o motivo que lo justifique se habla de despido improcedente. En el caso de que el empleado despedido considere que no hay razones contundentes para que la empresa decida prescindir de él, tiene que poner al lado de la firma en la comunicación del despido las palabras “no conforme”. Solo así podrá reclamar.
Tras haber hecho esto, el siguiente paso que se ha de seguir es presentar en la magistratura laboral una papeleta de conciliación, lo cual se lleva a cabo para no tener que recurrir a la vía judicial, es decir, a través de esta papeleta se intenta llegar a un acuerdo entre la empresa y el trabajador.
El empleado debe demostrar que los motivos por los que la empresa afirma haberlo despedido no son reales. Por su parte, la empresa tiene que explicar detalladamente las razones que han provocado el despido tanto en el acto de conciliación como en la carta de despido.
¿Cuáles suelen ser las causas de un despido improcedente?
A pesar de que cada tipo de despido tiene una serie de características y un protocolo determinado, en todos se deben cumplir unos requisitos legales: dar a conocer las causas del despido, presentar la carta de despido por escrito y entregarla en mano y datar la fecha en la cual el despido se ha hecho efectivo. Si no se cumplen o los motivos que proporciona la empresa al trabajador despedido no son lo suficientemente justificables, este podrá recurrir por despido improcedente.
Cuando existen razones discriminatorias también se considera que se trata de un despido improcedente, como por ejemplo vulnerar las libertades públicas, las condiciones de los representantes de los trabajadores, los derechos relacionados con la maternidad o por motivos de edad, de sexo o raciales.
Si se dan algunos de los motivos expuestos anteriormente, el despido será nulo, lo que significa que el trabajador podrá ser readmitido. En el caso de que la empresa no consienta que el empleado vuelva a su puesto de trabajo, estará obligada a pagarle una indemnización.
¿Cuáles son las consecuencias de realizar un despido improcedente?
Si se demuestra que el despido ha sido improcedente y, por lo tanto, haya sido anulado, la empresa tiene un plazo de cinco días para readmitir o indemnizar al trabajador. Hay que tener presente que, si la empresa no da una respuesta pasado ese plazo, está dando a entender que no acepta ni una condición ni otra.
En el caso de que la empresa sí decida readmitir al trabajador, este tendrá que contar con las mismas condiciones que tenía antes de que lo despidieran. También le deben pagar los días que han transcurrido desde que lo despidieron hasta que lo readmitieron, es decir, el llamado salario de tramitación.
El empresario debe saber que la indemnización por despido improcedente equivale a treinta y tres días de sueldo por cada año trabajado. Antes del doce de febrero de 2012 esta indemnización era de cuarenta y cinco días por año trabajado, siendo cuarenta y dos mensualidades las máximas a recibir.